La industria restaurantera es hoy más chica de lo que era en febrero de 2020 y tardará entre uno o dos años en recuperar el tamaño que tenía hasta antes de la pandemia, declaró Germán González, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC).
Al estimar que la industria se achicó aproximadamente un 10%, el líder empresarial indicó que en el caso de la Ciudad de México de los alrededor de 57 mil a 58 mil unidades económicas que había antes de la pandemia, quedaron alrededor de 50 mil.
“La industria restaurantera está recibiendo de nuevo a la gente, empieza a cobrar vida, pero nos vamos a tardar uno o dos años en recuperar el tamaño que teníamos antes de la pandemia en febrero de 2020”, señaló Germán González, en entrevista para LA PRENSA.
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El presidente de Canirac indicó que la inflación y el aumento de precios en los alimentos, que son el insumo básico que utilizan los restaurantes, ha impactado severamente a los empresarios del sector.
“La inflación es un tema complicado y el nuevo reto que enfrenta el sector, porque los empresarios tienen que decidir sí trasladan, contienen o hacen nuevas propuestas de menú, por lo que la inflación ha sido un reto importantísimo durante todo este año”, declaró Germán González.
Indicó que el índice inflacionario de los restaurantes, comparado con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INCP) es del orden de 15, 28 y hasta 20%.
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“El índice inflacionario de los restaurantes… estamos hablando de un 15, 18 a 20%, es lo que ha subido la canasta que compran los restaurantes, desde vegetales, proteínas, aceites, mantequillas, harinas, porque todos los productos han subido muchísimo y los restauranteros estamos en esa lucha de cómo controlar esto y esperamos que esto empiece a ceder”, expresó.
El líder de Canirac señaló que la inflación también ha afectado la recuperación de las ventas en los restaurantes, por lo que la gente empieza a espaciar sus salidas a comer.
“Lo que sucede es que se han espaciado las visitas, en la medida que tienes más inflación, el restaurantero tiende a repercutir parte de esos aumentos a los precios de la carta y es cuando la gente empieza a espaciar las visitas”, comentó.
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Germán González recordó que la inflación afecta prácticamente a toda la población y todas las actividades económicas y productivas, por lo que “la gente tiene que empezar a elegir en qué hace ahorros en su gasto personal y en sus recursos disponibles”.
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A pesar de que la gente empezaba a regresar a los restaurantes, Germán González señaló que esto no ha generado un mayor volumen de venta, debido al aumento de precios. “Los aumentos son marginales en cuanto a las transacciones, porque la gente está pagando más porque aumentaron los precios, pero van menos”, explicó.
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