El gobierno federal, la CDMX y el Estado de México deben destinar un mayor presupuesto para luchar contra los incendios forestales que ahogan el Valle del Anáhuac por que con la falta de bosques se intensifica la temporada de sequía que se vivirá para este año explicó el especialista Guillermo Zamacona Urquiza.
En el marco del Día internacional del Agua y de los Bosques, señaló que la expansión urbana desmedida, mal planeada y sin control en las zonas boscosas del Valle de México han contribuido al un aumento de la temperatura, y que se intensifique la de por sí intensa sequía que en estos meses llega a ser tan grave que deja sin agua a zonas populares.
A mediados de este mes, la CONAFOR (Comisión Nacional Forestal) informó que el Estado de México lleva 569 incendios forestales en lo que va de este año y la Ciudad de México ha tenido 290 incendios. Éstas son las dos entidades que más incendios forestales han enfrentado en estos meses. Además, en los últimos veinte años, más de 6,000 hectáreas de los bosques del Valle de México se han perdido
Zamacona Urquiza es un egresado de la Universidad de Columbia de Nueva York en políticas y ciencias ambientales y ha trabajado temas de medio ambiente y urbanismo en el Valle de México.
En entrevista con La Prensa, explicó que los bosques de Huixquilucan, Isidro Fabela, Jilotzingo y Xonacatlán han perdido, en las últimas décadas, “una extensión equivalente a 140 campos de futbol”, alertó Zamacona. Esta pérdida se ve agravada por el aumento de la temperatura en el Valle de México. “Cerca de 70% del agua que usamos en la Zona Metropolitana del Valle de México se origina en bosques como los que hay en la zona de Huixquilucan. De seguir avanzando la mancha urbana de forma descontrolada, las consecuencias ambientales en la Ciudad y el Estado de México serán severas”.
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“No puede ser que en un municipio en donde viven 20 mil personas como Jilotzingo se autorice edificar 25 mil viviendas para las que se tendrán que talar árboles, lo que a la larga resultará en sequía y falta de agua. Por si fuera poco, se piensa primero en construir sin medida y luego en el agua, las calles, la luz, y otros servicios básicos para los habitantes; obviamente no alcanzarán los servicios y la vida se dificultará en esta localidad”, expresó Zamacona.
Sobre el aumento de la temperatura en la zona boscosa del Estado de México, como Huixquilucan y sus municipios conurbados, entre otras zonas, declaró que esto debe controlarse mediante políticas ambientales que genuinamente busquen reducir la emisión de contaminantes, ya que, de otra forma, los incendios y sequías se harán cada vez más severos y está zona del Estado de México será cada año más seca y asfixiante.
“Cuando la estación seca se mezcla con temperaturas altas, hay más incendios forestales que, además, son mucho más fuertes y abarcan áreas mayores. También, en estos meses, las ráfagas de viento son menos intensas y no logran despejar el aire que queda atrapado entre las montañas que rodean el Valle de México”, afirmó Guillermo Zamacona.
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