La activista Olimpia Coral Melo, impulsora de la Ley Olimpia, afirmó que 9 de cada 10 mujeres que han practicado el sexting lo hicieron sin estar informadas o seguras, por lo que llamó a la sociedad a tener mucho cuidado con la convivencia entre parejas ante el riesgo de que se divulguen imágenes por redes sociales.
Al participar en un foro sobre violencia digital, dirigido a estudiantes del Estado de México, advirtió que en nuestro país, derivado de los cambios legales que se impulsaron en su nombre, el hecho de compartir imágenes de una persona con contenido sexual o erótico es un delito penado con prisión.
TE RECOMENDAMOS: Participa Metro en conmemoración del Día Mundial de la Prevención de Suicidio
Caso Olimpia Coral
Olimpia Coral Melo fue víctima de su pareja, quien divulgó en redes sociales imágenes íntimas sin su consentimiento. Después de iniciar una denuncia y emprender un largo camino en defensa de sus derechos se realizaron reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Penal Federal, que terminó en la llamada Ley Olimpia, la cual busca reconocer la violencia digital y sancionar los delitos que violen la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales.
El sexting es una manifestación de violencia digital y se da luego de que entre una pareja hubo filmación o toma de fotos con contenido sexual consensuada, mismas que por alguna razón, más adelante, tienen el riesgo de ser divulgadas sin el consentimiento de una de las partes, principalmente de mujeres.
No juzgar esta práctica
La activista comentó ante los estudiantes y padres de familia, así como representantes de diversas organizaciones, que el sexting es cada vez más común, aunque se pronunció por no satanizar o juzgar esta práctica, pues se realiza entre las personas involucradas previo consenso. El riesgo es la divulgación de las imágenes.
No olvides seguirnos en Google Noticias para mantenerte informado
Manifestó que quienes decidan practicar sexting deben estar informados y seguros, ya que el peligro es que queden expuestos, sobre todo mujeres y adolescentes. Recordó que ella cuando tenía 18 años fue víctima de este tipo de violencia digital, cuando su entonces pareja, sin su consentimiento, decidió subir a las redes sociales un video con contenido sexual.
Entre las conductas que atentan contra la intimidad sexual aparecen las videograbaciones, fotografías o la elaboración videos reales o simulados de contenido sexual íntimo de una persona sin su consentimiento o mediante engaño.
Los riesgos son exponer, distribuir, difundir, exhibir, reproducir, transmitir, comercializar, ofertar, intercambiar y compartir imágenes, audios o videos de contenido sexual íntimo de una persona, a sabiendas de que no existe consentimiento.
Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem