Entre el 60 y 75% de los incendios ocurren en casas habitación, los cuales se originan principalmente en la cocina y los dormitorios, debido a cortocircuitos, fallas en la instalación eléctrica y de gas, así como errores humanos.
Así lo informó Víctor Espíndola, director del Consejo Nacional contra Incendios (Conapci) y de la Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI) al señalar que cada año se registran al menos 95 mil incendios urbanos y no urbanos en todo el país, pero lamentablemente no existe una política pública integral para prevenir los siniestros de esta naturaleza.
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Al señalar que otra causa de un número importante de incendios es la deficiente instalación de ductos de gas, Víctor Espíndola indicó que esto se debe a que algunas constructoras incurren en una mala práctica al utilizar productos que no son adecuados para ese tipo de instalaciones.
Diseño arquitectónico para evitar siniestros
Por ello, destacó la importancia de que las autoridades de la Ciudad de México publiquen el capítulo 4 del Reglamento de Construcción, dedicado al tema de diseño arquitectónico, que incluye una nueva clasificación en materia de riesgos, como es el tema de incendios y, que por alguna extraña razón ha quedado pendiente.
Consideró que la falta de una política pública se debe en gran medida a la falta de registro de incendios, ya que cada instancia, como el INEGI, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), las autoridades de Protección Civil e incluso los cuerpos de Bomberos de cada ciudad tienen su propios datos.
Víctor Espíndola explicó que no todas las edificaciones de la ciudad son iguales, ya que se deben considerar aspectos de riesgo como la ocupación, almacenamiento de materiales inflamables y metros cuadrados, entre otros, y de acuerdo a ello se establece el nivel de protección.
Esto es obligatorio, pero también falta una cultura de protección civil para que se entienda que los sistemas contra incendios más que un gasto son una inversión, sobre todo, cuando a nivel nacional tenemos memoria de desastres importantes provocados por fuego.
Más de 6 mil personas fallecidas
En conferencia de prensa, informó que en los últimos diez años, en México más de 6 mil personas fallecieron por exposición a fuego no controlado en construcción, por exposición de ignición de material altamente inflamable, explosiones o por contacto con líquidos calientes (bebidas y alimentos).
Destacó que las quemaduras dejan severas consecuencias para la víctima, para su familia y para la sociedad. Incluyen un costoso cuidado médico, desempleo temporal o permanente y secuelas físicas o mentales.
De acuerdo con datos de la Fundación Michou & Mau, la atención médica de un niño que sufre quemaduras equivale a medio millón de dólares.
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Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) en nuestro país, 124 mil personas en promedio sufren al año quemaduras no fatales y por cada persona que fallece, 220 personas sobreviven, pero quedan con secuelas que afectan su vida cotidiana.
Para evitar y prevenir esto, el Consejo Nacional de Protección Contra Incendio (CONAPCI) y la Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI) pusieron en marcha el Programa de Educación Pública denominado “Aprende a Mantenerte Seguro”.
Aprende a Mantenerte Seguro
En colaboración con diversos cuerpos de bomberos, asociaciones y cámaras de industriales, este programa busca estandarizar la enseñanza a nivel nacional para niños de preescolar y primaria a fin de construir generaciones resilientes con una cultura de la prevención.
En una primera etapa se ha capacitado ya a más de 6 mil 500 niños en 5 estados de la república. El programa comprende actividades lúdicas, a través de las cuales se les enseña a los infantes cuáles son las principales causas de accidentes por incendio y quemaduras, qué es el triángulo del fuego, cómo evitar siniestros y eliminar los peligros en el hogar.
Las principales recomendaciones son: aléjate de objetos o líquidos calientes, tener a la mano el número de emergencia y bomberos en nuestra comunidad, realizar simulacros contra incendios, identificar las zonas de riesgo en el hogar y la seguridad en el uso de gas natural y gas LP.
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