Hasta 8 horas productivas a la semana pierden locatarios del Centro Histórico por los cierres intermitentes de vialidades, por protestas políticas y sociales, cuyas demandas, en la mayoría de los casos, no son temas propios de la Ciudad de México.
Así lo señaló Gerardo López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio y la Empresa Familiar (ConComercio) al ejemplificar con el caso del plantón ya permanente que mantiene la comunidad Triqui, frente al Palacio de Bellas Artes, o el cierre de vialidades ocurrido este lunes, lo que ha constituido, además ,de la cuarta ola por Ómicron y el ausentismo laboral por contagio un fuerte obstáculo para la reactivación económica que ya es urgente y que la escases de clientes y bajas ventas sigue cobrando cierres de negocios.
Al señalar que nunca antes el Centro Histórico había tenido tantos cierres de calles y vialidades, como en la actual administración, el líder de ConComercio señaló que esta problemática agudiza la difícil situación por la que atraviesa la actividad comercial, que ha sufrido una estrepitosa caída en ventas, debido a la cuarta ola por la variante Ómicron, aumento de contagios, ausentismo laboral y poco afluencia de clientes.
Recordó que el Zócalo de la Ciudad de México siempre ha sido un espacio de expresión y manifestación de todo tipo de protestas y demandas; sin embargo, indicó que en los últimos tres años, las marchas, protestas y plantones se han incrementado de forma muy importante, porque las que no van al Ayuntamiento, van a Palacio Nacional.
A pesar del compromiso de las autoridades del gobierno capitalino para no cerrar calles y vialidades, cada semana ocurren en promedio 3 o 4 cierres, con por lo menos dos o tres horas de duración cada uno, lo que representa una pérdida de 8 horas productivas a la semana para los comercios de la zona, indicó Gerardo López Becerra.
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Comentó que apenas este lunes primero de febrero hubo una manifestación, por lo que el tránsito peatonal y vehicular se afectó desde el Eje Central Lázaro Cárdenas hasta la zona de la Merced, lo que impacta severamente la actividad comercial al quedar prácticamente varados por varias horas, clientes, trabajadores y transportes para el traslado de mercancías.
El comercio sabe que enero es un mes de baja venta, pero este año se registra una caída de hasta 60% en las actividades, no solo por el bajo consumo y la cuarta ola de contagios por Ómicron, sino también por los cierres intermitentes de calles y vialidades, lo que no afecta severamente la urgente recuperación económica de los negocios, explicó.
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