/ viernes 8 de noviembre de 2024

Hagamos composta apuesta por aprovechar los residuos de los capitalinos

Los chilangos muestran su interés por aprovechar los residuos orgánicos y hacerlos composta

Los habitantes de la Ciudad de México tienen un interés genuino por hacer composta de la basura que proviene de sus verduras, frutas y comida, señaló Gerardo Montes de Oca Sierra, fundador de Hagamos composta, proyecto que recolecta 10 toneladas diarias de basura orgánica en la capital para hacerla compostable.

Cuando surgió la iniciativa, hace siete años, Gerardo se dio cuenta de que muchas personas tienen curiosidad de saber qué hacer con la basura que separan, por lo que el proyecto prosperó aprisa en la Zona Metropolitana.

“Hagamos composta empezó en Toluca y un grupo de vecinas, me acuerdo muchísimo, eran de la zona de Tecamachalco, la Herradura, Lomas de Bezares, me escribían en mis redes sociales: ‘Gerardo, ven por nuestros residuos’.

“Yo, en mi mente, como no estaba seguro de que era algo en lo que iba a seguir, me decía ‘no quiero ir a la ciudad’, pero les dije que si juntaban un grupo de 20 personas yo me lanzaba, y al mes me hablaban de que ya eran 30. Poquito tiempo después me llamaron de La Roma, La Condesa y hoy estamos prácticamente en todas las alcaldías”, expuso.

En entrevista con El Sol de México, el especialista en desarrollo sustentable comentó que hacer este tipo de abono es sencillo y el proyecto ofrece una opción para quienes tienen departamento o viven en un domicilio y no tienen dónde hacerla.

Por un pago de 75 pesos, entregan una cubeta a los usuarios, donde recolectan su basura orgánica y, en una semana, Hagamos composta recoge los desperdicios para llevarlos a un terreno donde cumpla el proceso necesario para su compostaje. Al cabo de unos días, les entregan composta que usan para jardineras o para sus propios huertos urbanos, hay quienes no piden la composta de vuelta.

“El perfil de los usuarios pueden ser familias de seis, cinco personas, personas que viven solas, parejas, hay una gama muy interesante y de todo tipo, más o menos 50 por ciento de los usuarios entregan una cubeta a la semana, que son aproximadamente 15 kilos, hay otro 40 por ciento que entrega cada dos semanas 15 kilos”, precisó.

Cuestionado sobre cómo es la basura de los capitalinos, indicó que hay muchas cáscaras de limón, de naranja, y varía conforme a la época. Por ejemplo, en noviembre hubo mucha basura de flor de cempasúchil, pan de muerto y hay meses en los que abundan las hojas de tamales.

Foto: Ivonne Rodríguez / El Sol de México


Explicó que de las dudas más frecuentes para quienes buscan hacer composta es cuáles alimentos sí y cuáles no sirven. Al respecto, aclaró que los cítricos, las carnes, los huesos, los alimentos fritos y los lácteos, entre otros, son compostables.

“Lo que pasa con la separación de residuos orgánicos es que reducimos a la mitad la basura, aproximadamente la mitad de la basura en el país, en el mundo, son residuos orgánicos. Entonces, cuando se separan, estamos eliminando la mitad de la basura. ¿Qué pasaría si en una ciudad como la CdMx, todo mundo hiciéramos composta? Pues la mitad de la basura diaria se eliminaría”, declaró.

Fuera de este proyecto, hay personas en el Valle de México que hacen compostas en sus hogares.

Lorena Rosas vive en Ecatepec y desde la pandemia hace composta con la orientación de un video que vio en YouTube. Inicialmente la ocupaba para un invernadero que puso en su azotea; pero la falta de tiempo hizo que ya no pudiera mantenerlo y ahora la ocupa sólo para plantas en maceta.

La joven señaló que, para hacer composta, se requiere de espacio abierto, ya que puede escurrir agua y desprender mal olor. “De repente se sale el agua y huele un poco mal; pero ya cuando se vuelve tierra, es muy rico el olor. Para que se le quite es relativamente rápido, yo creo en un mes”, dijo.

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Estefanía Solís Piña, quien vive en Iztapalapa, comenzó hace unos días a hacer composta, pues tiene la intención de hacer un huerto urbano, para ahorrar dinero en alimentos. No está segura si hace la composta correctamente, hasta el momento, la que usa para su rosal lo ha hecho crecer, por lo que confía en tener un buen procedimiento.

“Primero me enfoqué en leer un poco, porque de verdad quiero intentarlo. Entonces, compré la tierra, creo que es alcalina, busqué videos en YouTube de cómo sacar bien las semillas y de lo que leí sé que debo abonarla; pero, no tengo lombrices u otras formas, así que hago composta, uso popó de cotorros, cáscaras de huevo, cáscaras de fruta, a veces le hecho huesos de carne, porque leí que la sangre también es buena para el abono”, indicó.

Los habitantes de la Ciudad de México tienen un interés genuino por hacer composta de la basura que proviene de sus verduras, frutas y comida, señaló Gerardo Montes de Oca Sierra, fundador de Hagamos composta, proyecto que recolecta 10 toneladas diarias de basura orgánica en la capital para hacerla compostable.

Cuando surgió la iniciativa, hace siete años, Gerardo se dio cuenta de que muchas personas tienen curiosidad de saber qué hacer con la basura que separan, por lo que el proyecto prosperó aprisa en la Zona Metropolitana.

“Hagamos composta empezó en Toluca y un grupo de vecinas, me acuerdo muchísimo, eran de la zona de Tecamachalco, la Herradura, Lomas de Bezares, me escribían en mis redes sociales: ‘Gerardo, ven por nuestros residuos’.

“Yo, en mi mente, como no estaba seguro de que era algo en lo que iba a seguir, me decía ‘no quiero ir a la ciudad’, pero les dije que si juntaban un grupo de 20 personas yo me lanzaba, y al mes me hablaban de que ya eran 30. Poquito tiempo después me llamaron de La Roma, La Condesa y hoy estamos prácticamente en todas las alcaldías”, expuso.

En entrevista con El Sol de México, el especialista en desarrollo sustentable comentó que hacer este tipo de abono es sencillo y el proyecto ofrece una opción para quienes tienen departamento o viven en un domicilio y no tienen dónde hacerla.

Por un pago de 75 pesos, entregan una cubeta a los usuarios, donde recolectan su basura orgánica y, en una semana, Hagamos composta recoge los desperdicios para llevarlos a un terreno donde cumpla el proceso necesario para su compostaje. Al cabo de unos días, les entregan composta que usan para jardineras o para sus propios huertos urbanos, hay quienes no piden la composta de vuelta.

“El perfil de los usuarios pueden ser familias de seis, cinco personas, personas que viven solas, parejas, hay una gama muy interesante y de todo tipo, más o menos 50 por ciento de los usuarios entregan una cubeta a la semana, que son aproximadamente 15 kilos, hay otro 40 por ciento que entrega cada dos semanas 15 kilos”, precisó.

Cuestionado sobre cómo es la basura de los capitalinos, indicó que hay muchas cáscaras de limón, de naranja, y varía conforme a la época. Por ejemplo, en noviembre hubo mucha basura de flor de cempasúchil, pan de muerto y hay meses en los que abundan las hojas de tamales.

Foto: Ivonne Rodríguez / El Sol de México


Explicó que de las dudas más frecuentes para quienes buscan hacer composta es cuáles alimentos sí y cuáles no sirven. Al respecto, aclaró que los cítricos, las carnes, los huesos, los alimentos fritos y los lácteos, entre otros, son compostables.

“Lo que pasa con la separación de residuos orgánicos es que reducimos a la mitad la basura, aproximadamente la mitad de la basura en el país, en el mundo, son residuos orgánicos. Entonces, cuando se separan, estamos eliminando la mitad de la basura. ¿Qué pasaría si en una ciudad como la CdMx, todo mundo hiciéramos composta? Pues la mitad de la basura diaria se eliminaría”, declaró.

Fuera de este proyecto, hay personas en el Valle de México que hacen compostas en sus hogares.

Lorena Rosas vive en Ecatepec y desde la pandemia hace composta con la orientación de un video que vio en YouTube. Inicialmente la ocupaba para un invernadero que puso en su azotea; pero la falta de tiempo hizo que ya no pudiera mantenerlo y ahora la ocupa sólo para plantas en maceta.

La joven señaló que, para hacer composta, se requiere de espacio abierto, ya que puede escurrir agua y desprender mal olor. “De repente se sale el agua y huele un poco mal; pero ya cuando se vuelve tierra, es muy rico el olor. Para que se le quite es relativamente rápido, yo creo en un mes”, dijo.

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Estefanía Solís Piña, quien vive en Iztapalapa, comenzó hace unos días a hacer composta, pues tiene la intención de hacer un huerto urbano, para ahorrar dinero en alimentos. No está segura si hace la composta correctamente, hasta el momento, la que usa para su rosal lo ha hecho crecer, por lo que confía en tener un buen procedimiento.

“Primero me enfoqué en leer un poco, porque de verdad quiero intentarlo. Entonces, compré la tierra, creo que es alcalina, busqué videos en YouTube de cómo sacar bien las semillas y de lo que leí sé que debo abonarla; pero, no tengo lombrices u otras formas, así que hago composta, uso popó de cotorros, cáscaras de huevo, cáscaras de fruta, a veces le hecho huesos de carne, porque leí que la sangre también es buena para el abono”, indicó.

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