En nuestro país, no hay un diagnóstico de cuántas personas indígenas practican el fútbol, ya que se juega a un nivel amateur. Hasta la fecha, los casos de representantes de pueblos originarios —o con ascendencia— en las filas de equipos de primera división son contados.
Así lo informó la Federación de Fútbol de Pueblos Originarios y Migrantes (FEDEFUT), al resaltar que el balompié en México es un tema de interés nacional, en todos los pueblos, barrios y comunidades se practica ese deporte.
En el país existe una afición muy leal, numerosa y apasionada, “en la Copa Qatar fuimos el país con la quinta asistencia, a pesar de la crisis económica y de la lejanía de la celebración del mismo”.
“Entre la población indígena hay muchos jóvenes que juegan muy bien este deporte, pero no se voltea a ver a este sector y se sigue privilegiando a las personas que tienen “palancas”, que son hijos de personas famosas o recomendados”, resaltaron
No voltean a ver al futbol llanero, al barrio, a las rancherías, de poblados de los rincones del interior del país. Del pueblo provienen la mayoría de los mejores jugadores de la historia nacional.
En una conferencia de prensa, Juan Cervantes Chávez, Director de Relaciones Internacionales y Diplomáticas; Ricardo Martínez, Presidente de la comisión de vigilancia, Director deportivo; Isaí Maldonado, Presidente de la Liga de Balompié; Alejandra Moreno, asesora Parlamento de Naciones Originarias; Héctor Morales Cando, Nación Náhuatl, Sergio Volbre Aceves, Comunidad LGBTTTI, entre otros, dieron a conocer el Plan de Trabajo de la Federación de Fútbol de Pueblos Originarios y Migrantes (FEDEFUT-POYM).
Los integrantes de la organización recordaron que el Fútbol es un gran negocio, según datos oficiales y moderados habla de que mueve 2,800 dos mil ochocientos millones de dólares al año.
Sin embargo este impacto económico no se ve reflejado en la base de la pirámide social, a pesar que la mayoría de las y los mejores jugadores provienen del pueblo.
La Federación pretende poner primero el deporte antes que las “ganancias”, y que se generen cientos de empleos. “Es esa la fuerza de la FEDEFUT, el bien común, por encima de lo individual, como se es en el barrio, en el pueblo, en la banda”.
Los directivos resaltaron que la fortaleza de este referente futbolístico es la de contar con la base social de la pirámide poblacional, “sí, los de abajo, los de los pies ligeros, aquellos que no han sido tomados en cuenta, los migrantes, los diversos, los rechazados, los talentos que no pasan porque no cuentan con recursos suficientes.
“Esas ligas que llevan tantos años, de barrio, de ranchería, de poblado de los rincones del interior del país, como el fútbol en México, son miles de personas y están entusiasmados en participar a otros niveles”.
Por lo que hicieron hincapié que el fútbol se privatizó, se convirtió en negocio privado aun siendo un tema de la esfera pública y de interés nacional. Hay un amplio manejo de dinero público proveniente de los estados, además de condonaciones de impuestos.
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Un ejemplo claro es que se le hayan concesionado estadios en territorios que les pertenecen a los pueblos (Estadio Azteca), señalaron.
La Federación de Fútbol de Pueblos Originarios y Migrantes es un proyecto enfocado en promover el deporte, la inclusión social, la perspectiva de género, el combate a la discriminación, el fomento de la salud y el reconocimiento de los pueblos como sujeto de derecho colectivo con personalidad jurídica y patrimonio propio, así como, contribuir directamente al desarrollo pleno de los mismos.”
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