La emergencia climática en la capital del país debe declararse cuanto antes, debido a los bajos niveles del Sistema Cutzamala y recientes contingencias ambientales, entre otros factores que urgen una pronta actuación, exigió el coordinador de la asociación parlamentaria Ciudadana en el Congreso de la Ciudad de México, Royfid Torres González.
El diputado local de Movimiento Ciudadano refirió que datos de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) del gobierno local revelan que, en 2016, 2017 y 2018, se registraron anomalías en la temperatura a lo largo de casi todos esos años en la Zona Metropolitana del Valle de México, lo que tuvo claros efectos en la salud, al igual que en la mala calidad del aire, como resultado de la quema de hidrocarburos que vienen principalmente de industrias y del parque vehicular.
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Por ello, en el marco del Día Internacional contra el Cambio Climático que tiene lugar cada 24 de octubre y por los síntomas de alarma en la metrópoli, por la reducción del nivel en el sistema Cutzamala, así como las contingencias ambientales por contaminación atmosférica que van en el presente año, el legislador de la bancada naranja se pronunció por reformar y adicionar la Ley de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático y Desarrollo Sustentable para la Ciudad de México, que permitan tomar medidas al respecto.
Políticas climáticas
Durante una entrevista conminó a los congresistas de todos los partidos a ser receptivos y responsables, porque pese a que el tema parezca distante y abstracto, en la actualidad se puede traducir en cifras y pérdidas reales, que según un estudio desarrollado por el Grupo de Liderazgo Climático C40, al ejecutarse políticas climáticas como inversiones en transporte público, movilidad activa y eficiencia energética, los beneficios socioeconómicos acumulados a 2050 ascenderían a más de 60 mil millones de pesos.
Expuso los motivos que permiten, no sólo entender y dimensionar la crisis que se enfrenta, sino también actuar frente a ella.
“Desde febrero habíamos presentado algo en este sentido que lamentablemente murió en comisiones del Congreso, sin discusión alguna. Las contingencias ambientales siguen, la escasez de agua aumenta y el fenómeno de la crisis climática avanza, por eso nos parece relevante insistir en el tema”, declaró.
Hizo notar que las ciudades generan el 60 por ciento de las emisiones en la atmósfera y consumen más del 70 por ciento de la energía que se produce, a pesar de que concentran menos del 2% del territorio; es decir, las decisiones y acciones que se implementan en las urbes son fundamentales.
Crecen contingencias
Detalló que “el año pasado se declararon cuatro contingencias ambientales por contaminación atmosférica, lo que representa un aumento, en comparación con 2020 en donde solo se registró una en noviembre. Este año, tan solo entre marzo y junio, ya se han declarado cinco. El aire que respiramos diariamente está deteriorando nuestra salud”.
Señaló que, en la Ciudad de México, de 1980 a 2013, los daños reportados por fenómenos hidrometeorológicos como lluvias, inundaciones y desbordamiento de aguas negras, resultaron en un impacto económico de 32 mil millones de pesos anualmente, con la afectación de más de 49 mil personas.
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En el mismo periodo, los daños ocasionados por incendios forestales, afectaron un total de 17 mil hectáreas en la capital del país, con un costo económico directo de cerca de 3 mil millones de pesos.
Torres González delineó que otra consecuencia son los cambios en el patrón que han generado un déficit de lluvia en las presas del Sistema Cutzamala, que abastece un buen porcentaje del agua que se consume en la urbe. “Hoy están por debajo de su llenado, llegando al menor almacenamiento registrado en todo el sistema desde 1996, cerca del 20 por ciento menos del promedio histórico”, advirtió.
Dijo que las afectaciones del cambio climático no sólo se traducen en menor disponibilidad de agua, sino también en un aumento en los costos, es decir, un impacto económico a los gobiernos, afectando a quienes menos tienen.
“Sabemos con claridad que los efectos del cambio climático se traducen de forma diferenciada afectando, sobre todo, a personas que viven en pobreza, a las mujeres, infancias y personas con discapacidad. Desde la ciencia ya se ha determinado con claridad que los fenómenos naturales serán cada vez más intensos”, remató.
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