Los fuegos artificiales son un símbolo de las celebraciones patrias en el Zócalo de la Ciudad de México y todo el país, iluminan el cielo con destellos de colores y llenan las calles de alegría con su estruendo. Sin embargo, sus potentes sonidos pueden afectar la audición de muchas personas.
Especialistas en salud auditiva explicaron que una conversación normal alcanza los 60 dB (decibeles) y el ser humano puede tolerar hasta 90 decibeles sin riesgo de daño. No obstante, alertaron que la pirotecnia alcanza hasta 150 decibeles.
Sin embargo, señalaron que cuando los niveles de ruido superan este umbral de manera repentina o constante, el oído corre el riesgo de sufrir daños irreversibles.
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La doctora Jimena Atuán Rodas, Médico especialista en Audiología y Gerente de Soporte Clínico MED-EL señaló que los ruidos intensos y agudos producidos por los fuegos artificiales propios de esta temporada, podrían provocar distintos tipos de lesiones auditivas, como el traumatismo acústico agudo.
Este tipo de lesión, explicó, ocurre tras la exposición a un sonido extremadamente fuerte y breve, es capaz de resultar en hipoacusia temporal o permanente. Además, la empresa destaca la importancia de identificar los daños que pueden causar los sonidos a gran escala y actuar inmediatamente al acudir con especialistas.
En algunas ocasiones, si la explosión ocurre muy cerca de una persona, el oído está expuesto a una gran presión sonora, lo que podría provocar la perforación de la membrana timpánica y la cóclea. La OMS señala que el estruendo de la pirotecnia tiende a alcanzar hasta 150 dB, un nivel mucho más alto de lo que el oído humano puede soportar.
La especialista destacó que los bebés y los adultos mayores son especialmente vulnerables a estos sonidos, lo que los expone a un riesgo mayor de sufrir lesiones auditivas graves.
“La exposición a la pirotecnia puede causar un trauma acústico, lo que provoca un daño inmediato y permanente en el oído medio e interno, afectando a uno o ambos oídos”, indicó.
El sonido entra con tal fuerza que daña las estructuras y células responsables de la audición, lo que resulta en una pérdida auditiva significativa e irreversible. Es crucial consultar a especialistas ante cualquier anomalía, ya que solo ellos pueden ofrecer soluciones adecuadas, como audífonos o implantes cocleares en casos de hipoacusia profunda”, comentó la doctora Atuán Rodas.
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Entre los síntomas que pueden aparecer después de la exposición a ruidos de gran intensidad, la especialista mencionó el tinnitus (zumbidos), sangrado en el oído, vértigo, náuseas, problemas de equilibrio, misofonía (sensibilidad a los sonidos), otalgia (dolor de oído), otorrea (secreción procedente del oído), así como disminución o pérdida de la audición, ya sea de forma temporal o completa.
Algunas personas son más sensibles al daño por ruido, y estar cerca de explosiones de fuegos artificiales puede empeorar el daño, alertó la especialista.
Por ello, recomendó que si la persona nota señales de problemas auditivos, es importante buscar atención médica de inmediato. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son clave para mejorar la calidad de vida de quienes padecen algún grado de hipoacusia.
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