/ sábado 13 de julio de 2024

Franeleros se apoderan de las calles alrededor del Hospital de la Luz, denuncian pacientes

La mayoría de las personas que acuden a esta centenaria Institución de Asistencia Privada son de escasos recursos económicos y de edad avanzada, que requieren ir acompañados

Pacientes y familias que acuden a consulta al Hospital de la Luz, conocido también como el Hospital de la Ceguera, que se ubica en las inmediaciones del Monumento a la Revolución, denunciaron ser víctimas de cobros excesivos e injustificados, por parte de un grupo de “franeleros” y “viene-viene” que operan en la zona.

La mayoría de las personas que acuden a esta centenaria Institución de Asistencia Privada son de escasos recursos económicos y de edad avanzada, que requieren ir acompañados y, muchos de ellos, ser trasladados en un vehículo de su familia. Sin embargo, esta necesidad de movilidad es aprovechada por los llamados “viene-viene” para hacer su agosto y cobrar “cuotas” de 40, 70 y hasta 100 pesos por un lugar de estacionamiento.

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Apartan lugares con huacales y cajas de plástico

Durante un recorrido realizado por LA PRENSA se pudo constatar que los viene-viene y franeleros se acercan a los automovilistas para ofrecerles “un lugar”, que previamente tienen apartado con cajas de madera y plástico, conocidos como “huacales”, incluso, con botellones de agua y botes.

Estacionarse en plena vía pública está condicionado al pago de 40 pesos, pero sí la persona se tarda el cobro es de 70 pesos. En los días que hay evento en el Monumento a la Revolución el pago puede elevarse hasta los 100 pesos.

Pero los pacientes del Hospital de la Luz y sus familiares no son las únicas víctimas de este negocio del inframundo, ya que el mismo trato reciben los vecinos, así como los repartidores y comerciantes de la zona al momento de estacionar algún vehículo para surtir la mercancía de los negocios, a quienes además de cobrarles la “cuota”, también les piden algún producto en especie.

Foto Sergio Vázquez / La Prensa

Amenazas y agresiones verbales

Comerciantes de la zona denunciaron que los acomodadores que literalmente se han adueñado de las calles circunvecinas al Monumento a la Revolución, como es el caso de Ezequiel Montes y Valentín Gómez Farías, en la colonia Tabacalera tienen un comportamiento hostil, prepotente y grosero, ya que llegan a amenazar y agredir verbalmente a aquellas personas que no aceptan pagarles “la cuota” que imponen.

“Se han apropiado prácticamente de cuatro calles y las han convertido en su mina de oro, incluso, llegan a obstruir entradas de establecimientos mercantiles y viviendas. Si alguien protesta, los agreden verbalmente y les dicen que sí deja su auto y algo le pasa, ellos no se hacen responsables”, indicaron.

Foto Sergio Vázquez / La Prensa

Explicaron que cuando las agresiones e insultos suben de tono, las personas han tenido la necesidad de solicitar la presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes se concretan a hacer un rondín por la zona y dejando en completa indefensión a los ciudadanos, lo que ha levantado sospechas de que exista algún tipo de contubernio.

Sobre esta problemática, Gerardo López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio (ConComercio), en entrevista con LA PRENSA, señaló que esta situación lamentablemente no es la única en la colonia Tabacalera, de la alcaldía Cuauhtémoc, sino que ha proliferado en distintos puntos de la Ciudad de México, principalmente, alrededor de oficinas públicas, escuelas, hospitales, mercados y centros comerciales.

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Franeleros deben registrarse

Recordó que de acuerdo a la Ley de Cultura Cívica, los acomodadores llamados “franeleros o viene-viene”, deben registrarse ante la autoridad y contar con una identificación o gafete oficial expedido por la alcaldía, además de que prohíbe imponer cuotas para reservar espacios o acomodar carros, y solo podrían recibir una cooperación voluntaria por parte de la ciudadanía; es decir, una forma de propina.

Foto Sergio Vázquez / La Prensa

Indicó que en la alcaldía Cuauhtémoc hay una sensación de inestabilidad y vacío de poder porque las autoridades actuales ya se van y los que vienen todavía no llegan. Sin embargo, agregó que no es el único caso, ya que esto también ocurre en la colonia Ignacio Zaragoza por los eventos que se llevan a cabo en el Autódromo, donde la “cuota por estacionamiento” llega a ser al menos de 200 pesos cuando hay eventos.

Esto también ocurre en zonas de hospitales de la Ciudad de México, siendo los casos más emblemáticos el Hospital de Traumatología del IMSS en la zona de Magdalena de las Salinas y en las inmediaciones del Centro Médico Nacional La Raza, en el Mercado Cuauhtémoc, Biblioteca México y plantel del Instituto Politécnico Nacional que se ubica en la zona de la Plaza Ciudadela.

Ante tal situación, vecinos y comerciantes de la zona del Monumento a la Revolución solicitaron a las autoridades atender este problema, no caer en la indiferencia ni un vacío de poder cuando está por concluir la actual administración, pero las nuevas autoridades todavía no entran en funciones.

Señalaron que el Monumento a la Revolución es un lugar turístico reconocido nacional e internacionalmente, por lo que corresponde a las autoridades del gobierno central atender este tipo de problemas que se han incrementado en los últimos cuatro meses en la zona.

“El renteo de la vía pública es un cáncer que atenta contra los derechos de movilidad de los ciudadanos, sobre todo, de los más vulnerables, como son los pacientes del Hospital de la Luz, que por su condición médica y su edad ya hacen un esfuerzo para acudir a sus consultas y, encima de eso, todavía hay alguien que los espera en plena calle para cobrarles “una cuota”, solo por el hecho de bajarse de un auto, indicó López Becerra.

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Pacientes y familias que acuden a consulta al Hospital de la Luz, conocido también como el Hospital de la Ceguera, que se ubica en las inmediaciones del Monumento a la Revolución, denunciaron ser víctimas de cobros excesivos e injustificados, por parte de un grupo de “franeleros” y “viene-viene” que operan en la zona.

La mayoría de las personas que acuden a esta centenaria Institución de Asistencia Privada son de escasos recursos económicos y de edad avanzada, que requieren ir acompañados y, muchos de ellos, ser trasladados en un vehículo de su familia. Sin embargo, esta necesidad de movilidad es aprovechada por los llamados “viene-viene” para hacer su agosto y cobrar “cuotas” de 40, 70 y hasta 100 pesos por un lugar de estacionamiento.

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Apartan lugares con huacales y cajas de plástico

Durante un recorrido realizado por LA PRENSA se pudo constatar que los viene-viene y franeleros se acercan a los automovilistas para ofrecerles “un lugar”, que previamente tienen apartado con cajas de madera y plástico, conocidos como “huacales”, incluso, con botellones de agua y botes.

Estacionarse en plena vía pública está condicionado al pago de 40 pesos, pero sí la persona se tarda el cobro es de 70 pesos. En los días que hay evento en el Monumento a la Revolución el pago puede elevarse hasta los 100 pesos.

Pero los pacientes del Hospital de la Luz y sus familiares no son las únicas víctimas de este negocio del inframundo, ya que el mismo trato reciben los vecinos, así como los repartidores y comerciantes de la zona al momento de estacionar algún vehículo para surtir la mercancía de los negocios, a quienes además de cobrarles la “cuota”, también les piden algún producto en especie.

Foto Sergio Vázquez / La Prensa

Amenazas y agresiones verbales

Comerciantes de la zona denunciaron que los acomodadores que literalmente se han adueñado de las calles circunvecinas al Monumento a la Revolución, como es el caso de Ezequiel Montes y Valentín Gómez Farías, en la colonia Tabacalera tienen un comportamiento hostil, prepotente y grosero, ya que llegan a amenazar y agredir verbalmente a aquellas personas que no aceptan pagarles “la cuota” que imponen.

“Se han apropiado prácticamente de cuatro calles y las han convertido en su mina de oro, incluso, llegan a obstruir entradas de establecimientos mercantiles y viviendas. Si alguien protesta, los agreden verbalmente y les dicen que sí deja su auto y algo le pasa, ellos no se hacen responsables”, indicaron.

Foto Sergio Vázquez / La Prensa

Explicaron que cuando las agresiones e insultos suben de tono, las personas han tenido la necesidad de solicitar la presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes se concretan a hacer un rondín por la zona y dejando en completa indefensión a los ciudadanos, lo que ha levantado sospechas de que exista algún tipo de contubernio.

Sobre esta problemática, Gerardo López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio (ConComercio), en entrevista con LA PRENSA, señaló que esta situación lamentablemente no es la única en la colonia Tabacalera, de la alcaldía Cuauhtémoc, sino que ha proliferado en distintos puntos de la Ciudad de México, principalmente, alrededor de oficinas públicas, escuelas, hospitales, mercados y centros comerciales.

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Franeleros deben registrarse

Recordó que de acuerdo a la Ley de Cultura Cívica, los acomodadores llamados “franeleros o viene-viene”, deben registrarse ante la autoridad y contar con una identificación o gafete oficial expedido por la alcaldía, además de que prohíbe imponer cuotas para reservar espacios o acomodar carros, y solo podrían recibir una cooperación voluntaria por parte de la ciudadanía; es decir, una forma de propina.

Foto Sergio Vázquez / La Prensa

Indicó que en la alcaldía Cuauhtémoc hay una sensación de inestabilidad y vacío de poder porque las autoridades actuales ya se van y los que vienen todavía no llegan. Sin embargo, agregó que no es el único caso, ya que esto también ocurre en la colonia Ignacio Zaragoza por los eventos que se llevan a cabo en el Autódromo, donde la “cuota por estacionamiento” llega a ser al menos de 200 pesos cuando hay eventos.

Esto también ocurre en zonas de hospitales de la Ciudad de México, siendo los casos más emblemáticos el Hospital de Traumatología del IMSS en la zona de Magdalena de las Salinas y en las inmediaciones del Centro Médico Nacional La Raza, en el Mercado Cuauhtémoc, Biblioteca México y plantel del Instituto Politécnico Nacional que se ubica en la zona de la Plaza Ciudadela.

Ante tal situación, vecinos y comerciantes de la zona del Monumento a la Revolución solicitaron a las autoridades atender este problema, no caer en la indiferencia ni un vacío de poder cuando está por concluir la actual administración, pero las nuevas autoridades todavía no entran en funciones.

Señalaron que el Monumento a la Revolución es un lugar turístico reconocido nacional e internacionalmente, por lo que corresponde a las autoridades del gobierno central atender este tipo de problemas que se han incrementado en los últimos cuatro meses en la zona.

“El renteo de la vía pública es un cáncer que atenta contra los derechos de movilidad de los ciudadanos, sobre todo, de los más vulnerables, como son los pacientes del Hospital de la Luz, que por su condición médica y su edad ya hacen un esfuerzo para acudir a sus consultas y, encima de eso, todavía hay alguien que los espera en plena calle para cobrarles “una cuota”, solo por el hecho de bajarse de un auto, indicó López Becerra.

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