Ciudad de México.- El asesinato de dos niños indígenas mazahuas, que indignó a la población, representa una tragedia social y, evidencia el fracaso del gobierno de darle oportunidad a los menores de edad para que no caigan en el crimen organizado, dejó en claro el diputado de la bancada del PAN en el Congreso de la Ciudad de México, Federico Döring Casar.
Al referirse al tema que consternó a los capitalinos, en su calidad de integrante de la Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez en el Poder Legislativo, el representante popular panista en entrevista con LA PRENSA señaló que esos menores que se involucraron con una banda delincuencial, sin duda alguna “son víctimas de la pobreza y debieron ser rehabilitados para evitar siguieran por mal camino”.
Para Döring Casar las autoridades tienen que investigar los hechos y dar con los responsables de los dos crímenes, sin escudarse en las lagunas legales para evitar su responsabilidad, además de que cuándo se tenga conocimiento de quienes están involucrados en lo ocurrido, se les aplique todo el rigor de la ley.
Mencionó que el problema está en la impunidad, porque es fácil que a los menores que delinquen no los atrapen, al igual que quienes lo involucran en las filas de la delincuencia,
Se pronunció por ya no hacer más apología de la violencia, así como lograr que las historias de violencia que se transmiten en los medios de comunicación y en las diversas plataformas de entretenimiento, no se vean atractivas para los menores.
“Lo que se vivió en días pasados con la desaparición y asesinato de dos niños indígenas, me parece es el fracaso del gobierno en evitar la descomposición de la sociedad, con menores que al no tener manera de subsistir y que reflejan la desesperanza de miles de ellos, se involucran con la delincuencia”, declaró.
Por ello expuso que el Estado debe apostarle a la educación y en el dar oportunidades a los niños y adolescentes, porque hasta el momento “no les garantiza sus sueños y aspiraciones”, en tanto que los menores crecen con la creencia de que no hay manera de salir adelante.
Consideró que por parte de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México, falta una actuación más clara en la investigación de lo acontecido con esos dos mazahuas y otros casos en los que han estado inmiscuidos menores de edad, a los que personas involucradas con el mal les contaminan el alma para que delincan, porque “no llegan solos al crimen, hay quienes los animan a participar e incluso los amenazan de no acceder”.
De ahí que indicara que también debe tratarse lo referente a las personas que se dedican a reclutar a niños y adolescentes en las filas del crimen organizado, pero insistió que la FGJ no hace su trabajo y hay escusas en torno a que los delincuentes se escudan en las lagunas jurídicas.
Los niños, refrendó, son víctimas de la tragedia que se vive en el país, así como de la falta de oportunidades, por ello algunos “se hacen delincuentes por necesidad, el Estado los forzó”, por ello la importancia de que se les ofrezca la posibilidad de la reinserción social, que se les readapte, si en su momento no se les dio la oportunidad de salir adelante de manera honesta.
Expuso que el problema también deriva de la descomposición del seno familiar, razón por la cual hay mucho trabajo por hacer por parte de la sociedad en su conjunto, incluida la autoridad que está obligada a darle una segunda oportunidad a aquellos niños y adolescentes que delinquen.
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