Más de un millón de kilogramos de tezontle y piedra triturada han sido esparcidos en las laderas del cerro del Chiquihuite, material con el que se logró estabilizar y soportar todas las rocas que se desgajaron el pasado 10 de septiembre en la segunda sección de la colonia Lázaro Cárdenas, alguna con un peso de más de 200 toneladas.
La administración del Estado de México informó a través de una tarjeta informativa que estos monolitos representaban un latente riesgo de rodarse, por lo que autoridades de los tres niveles de gobierno aceleraron la subida de este material.
El material se usó como relleno en todas las hendiduras que quedaron tras el derrumbe que cobró la muerte de 4 personas.
La Coordinación General de Protección Civil y Gestión Integral del Riesgo del Estado de México y la Coordinación Municipal de Protección Civil de Tlalnepantla, revelaron que ingenieros especialistas continúan con los trabajos, donde ya comenzó la demolición de las viviendas con mayor riesgo de colapso.
La distribución de este material, equivalente a 10 mil toneladas, permitirá concluir la construcción de la plataforma para que la maquinaria pueda llegar a la ladera del cerro, donde se tiene identificada la falla, para que posteriormente se realice una ruptura controlada de la misma.
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Hasta el momento han sido demolidas cuatro de las 11 viviendas que serán destruidas. Una casa fue derribada de manera parcial y tres más en su totalidad, para lo cual en días pasados se realizaron recorridos conjuntos para retirar los tanques de gas de los inmuebles a demoler y verificar que ya no hubiera personas en su interior.
En la zona cero se mantienen los filtros de seguridad durante las 24 horas del día con personal de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional, así como elementos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México y del municipio de Tlalnepantla, para garantizar la seguridad de la zona delimitada como de riesgo.
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