Ciudad de México.- La violencia hacia las mujeres se ha extendido a las plataformas digitales y redes sociales, que se han caracterizado por conductas de agresión, injurias, venganza y extorsión, linchamientos mediáticos y una dinámica de interacción cada vez más tóxica, dejó en claro la diputada sin partido del Congreso de la Ciudad de México, Leonor Gómez Otegui.
Al participar en el conversatorio “Violencia Digital” que se llevó a cabo en la alcaldía Milpa Alta, en el marco de las Jornadas Digitales por la Transparencia, destacó que no se cuenta con políticas públicas transversales y coordinadas en los tres niveles de gobierno para prevenir, investigar y castigar este delito.
“La violencia digital es la forma más cobarde y perversa de herir a miles de mujeres; además de la vergüenza pública, su vida se transforma en una pesadilla”, declaró.
Difundió que, en la capital del país, hasta finales del año pasado no se hablaba de este tipo de violencia porque no estaba visibilizada y, recientemente, desde el Congreso local se realizaron reformas al Código Penal y a la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para sancionar la violencia digital.
En ese marco, los participantes coincidieron en que la violencia digital ha crecido exponencialmente con el uso masivo de las plataformas tecnológicas y, actualmente no hay un marco legal suficiente para sancionar las conductas que la constituyen y estacaron cómo es que afecta en mayor medida más a las mujeres.
Fue la comisionada ciudadana del del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFO), Elsa Bibiana Peralta Hernández, quien se refirió a la importancia de trabajar en el marco legal de uso del Internet y en la legalización de las futuras tecnologías de seguridad que puedan implementarse eventualmente.
“Resulta fundamental la creación de leyes que provean de seguridad y de un marco ético a las personas usuarias de las diferentes plataformas digitales, de manera que se pueda evitar que sean violentadas y que se vulneren sus derechos”, declaró.
Demandó implementar estrategias para concientizar a la ciudadanía, principalmente a las personas jóvenes y menores de edad, por ser quienes hacen uso más frecuentemente de la tecnología en todos los ámbitos y serán quienes convivan el resto de sus vidas con esta realidad, atendiendo temas como la depresión y dificultades de interacción social.
Por lo que hace a las víctimas de la violencia en Internet, mencionó que es necesario diseñar estrategias en lo inmediato que permitan difundir y tomar conciencia de los riesgos al momento de utilizar la tecnología.
Y alertó: “debemos tener en cuenta que nuestra interacción en las redes sociales y plataformas deja una huella digital, que puede ser utilizada para muchos y muy diversos fines, incluidos los ilícitos, por lo que su abordaje requiere con urgencia una labor multidisciplinaria, en donde se reúnan las habilidades de cada profesional en su campo”.
A su vez la comisionada ciudadana del INFO, Marina San Martín Rebolloso dijo que las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) “son neutras, ya que no tienen carga de si son buenas o malas en su uso, somos las personas las que podemos usarlas para facilitar los derechos y construir comunidades o usarlas como una herramienta que nos lleve a realidades terribles que impliquen discriminación o violencia”.
Destacó que la violencia digital al tener largo alcance puede exponer y dañar a todas las personas, sin embargo, hay mayor incidencia en las mujeres, por lo que es importante saber usar las redes para fomentar la cultura de la denuncia y proteger los datos personales.
Por su parte, el comisionado ciudadano del INFO Arístides Rodrigo Guerrero García, ejemplificó cuatro casos de violencia digital: el de la periodista Andrea Noel; el de un profesor de la Universidad Iberoamericana que atacó a una senadora con expresiones respecto a su físico; el de Olimpia Coral y de un imitador de cantantes que enganchaba niñas y las extorsionaba, todos ellos, situaciones graves de mexicanos que se reproducen a nivel mundial.