En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemora cada 12 de junio, la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM) y el Colectivo Pro Derechos de la Niñez (CODENI) exigen el reconocimiento de las infancias trabajadoras y un abordaje del trabajo infantil en México, basado en políticas públicas no criminalizantes.
Resaltaron que las entidades con mayor prevalencia de trabajo infantil durante 2022 fueron Guerrero, Chiapas y Nayarit. En Guerrero, Hidalgo y Jalisco se observaron los mayores aumentos en la cantidad de niños, niñas y adolescentes en esta condición entre 2019 y 2022.
Pues aseguran que dignificarlas sería un paso fundamental para garantizar los derechos de las poblaciones más vulnerables, como la niñez indígena, migrante e incluso con discapacidad.
“Mientras exista pobreza, habrá trabajo infantil. Es nuestra responsabilidad, como sociedad, trabajar de manera conjunta para garantizar el pleno desarrollo de todos los niños, niñas y adolescentes”, citaron.
En un comunicado, REDIM recordó que de acuerdo con la definición de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo infantil es aquel "que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, siendo perjudicial para su desarrollo físico y mental".
Empero, desde CODENI y la REDIM buscamos diferenciarlo del término "niñez trabajadora o infancias trabajadoras", ya que no todos los niños, niñas y adolescentes que trabajan se encuentran privados de su potencial y dignidad por trabajar. Desde un enfoque de derechos de la niñez, esta visión les resta autonomía y participación sobre sus aportaciones a las familias, a su comunidad e incluso a la economía.
Las organizaciones que conformamos la REDIM, incluyendo a CODENI, pedimos que se garanticen los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes, cuyas condiciones de desigualdad, discriminación y pobreza les llevan al trabajo infantil y en los peores casos, a ser víctimas de explotación y reclutamiento por parte de grupos delincuenciales.
Esto implica dejar de criminalizar a las familias que se ven obligadas a trabajar por las desigualdades, la pobreza y la violencia que las rodea. Es urgente proteger a quienes contribuyen al ingreso o trabajo del hogar.
“Debemos recordar que alrededor de una de cada cinco niñas, niños y adolescentes que trabajan en México lo hacen para subsistir a las necesidades económicas de sus familias”.
INEGI, panorama preocupante
Los resultados de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI 2019-2022) del INEGI revelan un panorama preocupante: un aumento significativo del trabajo infantil en la población de 5 a 17 años de edad entre 2019 y 2022.
Esto representa un incremento de 1.6 puntos porcentuales, pasando del 11.5% al 13.1% a nivel nacional. En total, 3.7 millones de niñas, niños y adolescentes se encuentran en situación de trabajo infantil en México.
Desde CODENI y la REDIM hacemos un llamado urgente al Estado mexicano para: Reconocer a las infancias trabajadoras y abordar el trabajo infantil con políticas públicas no criminalizantes.
Dignificar a las infancias trabajadoras como un paso crucial para garantizar sus derechos y proteger a las poblaciones más vulnerables*.
Combatir la pobreza, la desigualdad y la violencia, factores que impulsan el trabajo infantil.
Fortalecer la educación de calidad y la protección social como herramientas para prevenir el trabajo infantil.
Erradicar el trabajo infantil explotado y promover condiciones laborales dignas para niños, niñas y adolescentes.
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