Una de las preocupaciones que tienen los investigadores es que identificaron tres mil 585 chinampas aún vivas y productivas, pero hay más de 17 mil 300 que ya no están en uso, aunque tienen el potencial de ser recuperadas, lo cual parece que es uno de los retos principales que deja el estudio de Alberto González Pozo.
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El investigador del Departamento de Teoría y Análisis de la sede Xochimilco estableció un diagnóstico que destaca las principales problemáticas que aquejan a las chinampas dentro del polígono de la zona de patrimonio mundial y que se convierte en una herramienta esencial para guiar un plan para su conservación integral.
La obra del doctor Alberto González Pozo, coedición de la Casa abierta al tiempo y la UAA, fue presentado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2014.
En ese marco el doctor Francisco Javier Soria López, rector de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) recordó que la chinampa (en la cerca de cañas, en náhuatl), patrimonio que sigue vivo, es un sistema agroecológico de más de tres mil años de existencia reconocido como uno de los elementos más sustentables que se han diseñado.
En la presentación de Las chinampas, patrimonio mundial de la Ciudad de México, comentó que “se trata de una creación sabia de la humanidad, que conjunta un equilibrio de los recursos naturales existentes en la época prehispánica, con la necesidad social de producción de alimentos para alimentar a una población de más de 200 mil habitantes y que es, además, un patrimonio vivo, a pesar de encontrarse amenazado por el avance de una urbe como es la Ciudad de México”.
Una de las aportaciones del trabajo del doctor Alberto González Pozo, investigador del Departamento de Teoría y Análisis, en el que se da a conocer la catalogación y caracterización del estado en que se encuentra la zona chinampera, “radica además en saber valorar y proponer cómo conservar ese legado, lo que constituye una responsabilidad social de todos, de ahí que la UAM tenga un interés particular en este patrimonio natural y cultural”.
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Soria López, cuyo trabajo de investigación está dirigido al diseño arquitectónico, la conservación y reutilización del patrimonio edificado, recordó que el doctor González Pozo, quien no asistió a la presentación por temas de salud, formó parte del comité que mostró el expediente para la declaración de las chinampas como patrimonio mundial de la humanidad.
Se analizaron especies y un espacio de 75 km cuadrados
La segunda edición del libro, que se lanza en el marco de la celebración de los 50 años de la UAM y es auspiciada conjuntamente por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), cuenta con un nuevo capítulo dedicado a la caracterización de la flora y la fauna del espacio chinampero, lo que representa una de las más importantes aportaciones del texto.
Si bien el área chinampera involucrada en el estudio dirigido por el doctor González Pozo “parece menor, estamos hablando de 75 kilómetros cuadrados” y sus aportaciones son relevantes porque se consiguió obtener un levantamiento pormenorizado del territorio chinampero, lo que permite conocer el estado actual de conservación.
“El texto, más que una compilación de datos y estadísticas, es sobre todo una ventana a un legado que ha permanecido vivo y latente hasta nuestros días”, citó el rector del campus Xochimilco.
En tanto, el diseñador gráfico Genaro Ruiz-Flores González, jefe del departamento editorial de la UAA, apuntó que las chinampas fueron fundamentales para la producción de alimentos en el México prehispánico y también se cultivaron en el núcleo de la vida social y espiritual de las comunidades que las utilizaban, pues en ellas se llevaban a cabo actividades agrícolas, así como rituales y prácticas colectivas que fortalecían el tejido social.
Dijo que su permanencia hasta nuestros días es un testimonio de su efectividad y de la profunda conexión entre el ser humano y su entorno, “un vínculo que debemos proteger y valorar”.
El doctor José Antonio De los Reyes Heredia, rector general de la Casa abierta al tiempo, recordó que durante la firma del Acuerdo Nacional por el Agua, la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, destacó a la chinampa como una importante aportación mexicana, por lo que celebró el interés en el tema de la institución de Aguascalientes, “porque esto nos ubica en una dimensión diferente para valorizar esta sostenibilidad para la producción de alimentos que tenemos en la tecnología ancestral”.
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