Iztapalapa necesita 12 mil millones de pesos y un trabajo de cinco años para poder arreglar de manera definitiva su problema de agua, la inversión se tendría que hacer en infraestructura subterránea y con nuevas tecnologías como son la cosecha de lluvia, los jardines verticales y la recuperación de los mantos freáticos, además se necesita la participación de la Comisión Nacional del Agua y del Sistema de Aguas de la Ciudad de México así como un profundo compromiso del futuro presidente, jefe de Gobierno y alcalde.
Gabriel García Hernández, senador y ex coordinador nacional de los Programas de Desarrollo de la Presidencia, explicó que la inversión necesaria es para obra que no se ve, pero se siente en las calles y en el caso de Iztapalapa, la alcaldía con más problemas de agua de la CDMX, es urgente porque más del 40% del agua se pierde en fugas.
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Además de la revisión de la infraestructura en la demarcación se haría una revisión a fondo de las concesiones de agua en la alcaldía, luego podría ser un programa que pase a manos de las autoridades capitalinas, y de los pozos que son explotados por particulares que no le reportan a ninguna autoridad.
Se necesita un compromiso a tres niveles, llevar a cabo una negociación como la que se hizo en La Laguna en donde las empresas y los habitantes entendieron la necesidad de que todos deben de poner algo
Gabriel García Hernández, senador y ex coordinador nacional de los Programas de Desarrollo de la Presidencia
En entrevista con La Prensa, el senador explica que el plan para Iztapalapa sería base para un proyecto más grande e importante que abarque toda la Ciudad de México, sin duda, lo primero sería mejorar la infraestructura logística de es alcaldía y luego las conexiones que tiene con otros sitios como es Xochimilco, de donde en el pasado fluía el agua hacia el oriente del Valle de México, y el lago de Texcoco.
Hay que recordar dos cosas: Texcoco y Xochimilco eran parte del sistema hídrico del Valle de México, la mancha urbana fue secando los canales naturales y en algunos casos hasta se entubaron; segundo, la unión entre ambos puntos era Iztapalapa, por eso es que hoy en día las lluvias causan tantos destrozos en el oriente citadino y en el caso de Iztapalapa se hacen corrientes muy importantes que son desaprovechadas, terminan en el en lugar de ser inyectadas al subsuelo por medio de captadores de agua de lluvia.
El plan que estamos planteando para Iztapalapa es de largo plazo. Incluye inversión en infraestructura nueva, la modernización de la misma, el trabajo con la gente, con los usuarios, y además hay un beneficio muy importante: la regularización de las pipas de agua en todas las alcaldías de la CDMX
Hoy mismo la enorme cantidad de pipas de agua que deambulan por la ciudad no tienen ningún control, ninguna regulación, sus precios no tienen explicación alguna, no se sabe a quien le pagan el agua que venden o revenden en las diferentes alcaldías.
En el caso de Iztapalapa no se han hecho las inversiones requeridas porque no se ven, no se pueden presumir, como si puede ser un metro, un cablebús, un metrobús o un parque. Sin embargo, resolver el problema del agua le dará a la alcaldía una oportunidad de desarrollo a largo plazo.
El senador reconoce que un alcalde poco puede hacer para un proyecto de esta magnitud, se entiende que puede ser un gestor y un supervisor del proyecto, pero 12 mil millones de pesos es dos años del presupuesto completo de Iztapalapa más actualizaciones.
Mercado negro de agua
El mercado negro del agua en el Valle de México afecta a todas las alcaldías, no hay ningún control sobre los pozos y la sobre explotación de los mantos freáticos, lo mismo que pasa en Iztapalapa donde el negocio de la venta del agua se hace de manera muy agresiva, pasa en toda la ciudad, lo mismo en la Benito Juárez que en la Gustavo A. Madero o en Xochimilco.
Invertir en Iztapalapa requiere de cinco años completos y 12 mil millones de pesos de inversión, solo en el primer y segundo año se tendría completo el proyecto, luego se avanzaría de la mano de la CNA y de Sacmex en la construcción completa del nuevo mallado en la alcaldía, la clausura de la tubería que ya no sirve y un nuevo control del flujo.
La inversión en el agua de Iztapalapa desaparecerá el negocio de las pipas que son controladas por particulares.
El mercado negro de agua en el Valle de México involucra a varios municipios del Estado de México que cruzan la frontera política a sabiendas de que pueden operar impunemente en los dos lados porque no hay una regulación que los meta al orden, hoy mismo no se tienen un padrón completo de los usuarios de la pipas o de los habitantes atendidos por las mismas.
“Podemos pensar en un plan integral de mejoras en el Valle de México, sin duda, pero resolver la crisis de Iztapalapa, sus problemas de abasto, de fugas, de logística, son base para un megaproyecto”, dijo.
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