La capital del país está a punto de sufrir un colapso hídrico, alertó el diputado integrante de la bancada de Morena en el Congreso, José de Jesús Martín del Campo Castañeda, quien calificó de urgente reformar diversos artículos de la Ley de Desarrollo Agropecuario, Rural y Sustentable de la Ciudad de México.
Confirmó que alrededor del 17 por ciento de la población no recibe agua todos los días, en tanto que el 33 por ciento no tiene suficiente para atender sus necesidades y requiere del apoyo de pipas o de comprar el vital líquido en garrafones.
“La ciudad está en riesgo de sufrir cada vez más, un colapso hídrico y la provisión para las siguientes generaciones esté en entredicho”, insistió el diputado morenista, quien acotó que el consumo en actividades agropecuarias, principalmente en el riego, es la que tiene el mayor porcentaje del agua ocupada y, asciende al 76 por ciento a nivel nacional.
Martín del Campo Castañeda, durante la sesión ordinaria del Congreso de la Ciudad de México, aseveró que la metrópoli enfrenta grandes retos en materia de abastecimiento de agua potable
Consideró que la poca cultura sobre el cuidado del agua entre la población, la incipiente implementación de tecnologías en el campo y la escasa generación de alternativas para la recarga de los acuíferos, su reúso y tratamiento integral, provocan un deficiente manejo y desperdicio del mismo, lo que es altamente preocupante.
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Dijo que es necesario que no únicamente en las zonas urbanizadas de la ciudad, sino también en las agropecuarias se empiece a gestionar de forma integral el agua, porque es necesario que los usuarios y consumidores, conjuntamente a las autoridades generen alternativas y estrategias en el uso y reúso para permitir la infiltración de agua para recarga de los acuíferos y completar el ciclo hídrico de cada cuenca.
“Muchas ciudades del mundo enfrentan estrés hídrico, la Ciudad de México debe resolver el grave problema que provoca la demanda excesiva, provocada en parte por el mal uso que se hace del agua y a la baja disponibilidad natural del vital líquido, lo que dificulta garantizar en el futuro cercano el derecho humano al agua”, sentenció.
Precisó que además de afectar severamente a los habitantes de las zonas rurales, la escasez del agua, incrementa los precios de los productos agrícolas, deteriora la tierra y obliga a la migración de sus pobladores.
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