En una consulta que realizó la Asociación de Empresarios de Iztapalapa (AEI) a dueños, directivos y operadores de las compañías con actividades en esta alcaldía y detectó señales de alerta que la iniciativa privada consideró como un “cuello de botella”, para aprovechar el nearshoring en la Ciudad de México.
En un ejercicio previo a su próximo Congreso Empresarial que se llevará a cabo en el mes de julio, la Asociación de Empresarios de Iztapalapa recogió diversas opiniones, entre las que prevalecieron alertas, advertencias y las mínimas posibilidades que tiene la Ciudad de México de participar en este modelo de negocios.
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Rubí Sánchez, presidenta del organismo privado, destacó que prevalecieron las advertencias que anticipan que, al menos en la capital del país, las posibilidades de aprovechar el traslado de empresas internacionales son mínimas, por una serie de problemas.
Los empresarios consultados internamente en la AEI, consideran a la inseguridad y la extorsión como uno de los problemas principales que podrían inhibir la llegada de empresas internacionales. Preocupa el avance del crimen organizado, el derecho de piso, el control de negocios y giros completos por parte de las organizaciones criminales, lo que va de la mano con la corrupción.
Como segundo obstáculo, los empresarios y sus directivos ubican a la escasez de agua y el riesgo de que el desabasto se incremente en los próximos años, aunque esto dependería del ramo de las empresas que pudieran establecerse en la capital y en diversas partes del territorio nacional.
En tercer lugar mencionaron a la falta de seguridad jurídica y el peligro de que el populismo avance y represente un riesgo para la propiedad privada, no solo en la Ciudad de México.
Los empresarios, directivos y operadores de empresas consideraron que la falta de mano de obra calificada en ciertas industrias podría ser también un obstáculo para las firmas internacionales que desean trasladarse a México. Hay sectores y zonas del país en las que, comentaron, definitivamente no se encuentra personal para trabajar.
Aunque los costos laborales podrían ser más bajos en nuestro país en comparación con los países desarrollados, cumplir con las regulaciones fiscales, laborales y el incremento de beneficios sociales puede ser significativo y generar desaliento.
Finalmente algunos de los afiliados a la Asociación de Empresarios de Iztapalapa hicieron referencia a la evidente “invasión” de “empresarios” chinos como una competencia desleal para empresas nacionales e internacionales ante las evidencias en muchos casos respecto a su forma de operar obscura y hasta mañosa. Lo mismo comentaron respecto a la creciente presencia de colombianos y venezolanos de dudosa calidad moral y actividad.
La presidenta de AEI, Rubí Sánchez, destacó que este ejercicio de comunicación interna con sus agremiados, permitirá tener un buen marco de referencia para las pláticas y ponencias de invitados especiales durante el Congreso del organismo a celebrarse en la Ciudad de México el 11 de julio próximo.
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