El uso de la bicicleta como medio de transporte no contaminante en el Estado de México se “encuentra en pañales”, a diferencia de lo que ocurre en la Ciudad de México, donde además del sistema de bicicletas públicas (Ecobici), existen paseos dominicales o de fin de semana.
Integrantes de colectivos, promotores del uso de este vehículo de dos ruedas, manifestaron que la infraestructura para bicicletas en el territorio mexiquense es nula, y las pocas ciclovías que hay, se encuentran en pésimas condiciones, abandonadas, sucias e inseguras.
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Ramón González Valverde, integrante del grupo Biciverde, residente del municipio de Cuautitlán Izcalli, dijo en entrevista con La Prensa que los gobiernos municipales jamás se han ocupado en defender ese medio de transporte y no han dedicado programas ni presupuesto para el fomento del uso de la bicicleta.
“Los presidentes municipales llegan, tras ganar las elecciones, pero al paso del tiempo ni siquiera tocan el tema de las ciclovías; a nadie le interesa crear o construir infraestructura para que la gente pueda sacar sus bicicletas”, dijo.
Al respecto, Daniel González López, quien dijo pertenecer al colectivo Bicitekas, lamentó que después de tantos gobiernos de todos los colores en el Estado de México no haya alcaldes que se interesen en impulsar este medio de transporte. “Ni siquiera los gobiernos del Partido Verde Ecologista de México, que tanto pregonan la defensa del medio ambiente, han desarrollado acciones para fomentar el uso seguro de la bicicleta”.
Manifestó que en la zona metropolitana del Valle de México existen muy pocas ciclovías, muchas de las cuales incluso son tramos improvisados que carecen de infraestructura segura para que las personas puedan transitar sin problemas, desplazándose sobre dos ruedas al frente de un manubrio.
“Las que existen lucen en malas condiciones, hay basura, arbustos, hoyos y ningún gobierno municipal muestra interés por mejorar las cosas”, dijo, tras mencionar que tampoco existen luminarias y las zonas se tornan oscuras, por lo que ningún ciclista se atreve a circular al caer la noche.
En los municipios de la zona metropolitana del Valle de México no existen condiciones seguras para el uso de las bicicletas debido a que los gobiernos municipales aducen falta de presupuesto para construir ciclovías o para ampliar las que ya existen.
Plan Colibrí
Según el Plan Colibrí del gobierno de la maestra Delfina Gómez Álvarez, representado en una estrategia que pretende transformar la movilidad con alternativas seguras, expeditas y eficientes, el uso de la bicicleta será fundamental para que los habitantes accedan a mejores condiciones de traslado.
El gobierno mexiquense asegura que se llevarán a cabo obras para mejorar la red ciclista existente y ampliar otros senderos en los principales municipios de la zona conurbada, con el fin de conectarlos con estaciones del transporte público.
En el Plan Colibrí existe un apartado denominado impulso a la Movilidad Activa, en el que se resaltan los proyectos de ciclovías, que contempla potenciar la utilización de la bicicleta como medio de traslado, encaminado a solucionar parte de la problemática que hoy entorpece la movilidad en el estado.
Los planes incluyen, entre otros objetivos, dar mantenimiento y mejorar la ciclovía de la Avenida Carlos Hank González, (Avenida Central), la cual conecta a la zona norte de la Ciudad de México con el municipio de Ecatepec, el más poblado del territorio mexiquense.
Esto incluye mejorar la conectividad con las estaciones del Metro de la Línea B, que corre de Ciudad Azteca a Buenavista, zona en la que a su vez se conecta con el Tren Suburbano y con la Avenida Insurgentes.
También se pretende construir una calzada peatonal que vaya de la estación Múzquiz, de la misma Línea B del Metro, hasta el Parque Ecológico Lago de Texcoco, adecuada con un andador y una ciclovía.
Paraderos sin iluminarias
Para evitar que delincuentes hagan acto de presencia en zonas donde se incrementará el flujo de personas, tras el fomento al uso de la bicicleta, el gobierno estatal proyecta limpiar e iluminar los principales paraderos con mayor incidencia de riesgo criminal, permitiendo una movilidad más segura tanto peatonal como en bicicleta.
El Plan Colibrí también establece crear corredores en favor de las mujeres llamados “Camina libre, camina segura” en los principales puntos rojos con mayor riesgo a la movilidad peatonal de la entidad, además de instalar nuevos biciestacionamientos en estaciones de lo que será el llamado Metromex (Metro Mexiquense), Mexibús o Mexicable.
El gobierno del Estado de México también busca mejorar los accesos a las estaciones del Mexibús y Mexicable, permitiendo una accesibilidad universal y máxima interconexión con cruces peatonales seguros a nivel y ampliación de banquetas.
Los proyectos de la administración mexiquense en materia de movilidad no sólo están enfocados en el Valle de México, sino también en el Valle de Toluca, ya que el denominado Plan Maestro de Ciclovías “Colibrí sobre ruedas” abarcará municipios como Lerma, San Mateo Atenco y Toluca, entre otros.
Para el caso de la zona conurbada, los proyectos de fomento al uso de la bicicleta incluyen localidades como Cuautitlán Izcalli, Ecatepec de Morelos, Chimalhuacán y Nezahualcóyotl. En las obras a realizar se tiene contemplada infraestructura para vehículos no motorizados, como carriles confinados y compartidos (unidireccionales-bidireccionales), señalamiento horizontal, vertical, iluminación, semaforización y mejoramiento urbano seguros.
La intención es impulsar obra pública asegurando que las vialidades afectadas gocen de las características básicas para una movilidad peatonal segura, con aceras amplias y cruces peatonales a nivel con semáforos visual y auditivo.
No se conoce el presupuesto
Aun cuando los proyectos del Plan Colibrí resultan ambiciosos y tendientes a mejorar la movilidad en el Estado de México, el gobierno de la maestra Delfina Gómez Álvarez no ha dado a conocer cómo concretará los planes para mejorar y ampliar la red de ciclovías.
A pesar de que existe un presupuesto aprobado, ni los diputados de Morena ni las dependencias de la administración estatal han revelado a cuánto asciende el presupuesto para ejecutar las obras de mejoramientos en zonas contiguas a las estaciones de la Línea B del Metro, ni los fondos que se destinarán para la rehabilitación y construcción de ciclovías.
Sobre la carencia de infraestructura que contempla concretar el Plan Colibrí, el área de Ingeniería en Transporte del Centro Universitario Nezahualcóyotl de la Universidad Autónoma del Estado de México advierte que prácticamente todos los municipios de la región carecen de ciclovías y las que existen se hallan en pésimas condiciones.
En la zona oriente del Estado de México, algunos de los llamados puntos de origen-destino ciertamente no son muy largos, pero investigadores de dicha área universitaria sostienen que es imposible desplazarse en bicicleta por la falta de infraestructura.
Advierten que aunado a lo anterior sobresale la pobre cultura vial y el clima de inseguridad que terminan por generar un ambiente caótico en los miles de traslados diarios en la región, donde convergen municipios con alta densidad poblacional.
Las recomendaciones del centro universitario se enfocan en emular las políticas que en la materia implementa el gobierno de la ciudad de México, donde a nivel nacional, es quizá la metrópoli que más estimula el uso de la bicicleta como medio de transporte.
La capital del país cuenta con una importante red de ciclovías y en términos generales se les da mantenimiento, lo cual no pasa en algunos municipios mexiquenses, donde no hay un seguimiento adecuado ni infraestructura.
Fracasan buenas intenciones
En legislaturas pasadas, diputados del Partido Acción Nacional presentaron iniciativas encaminadas a fomentar el uso de la bicicleta, en las que se pretendía obligar a los municipios, en especial los que colindan con alcaldías de la capital, a instalar infraestructura de ciclovías.
El entonces legislador Javier González Zepeda, a nombre de su fracción, demandó realizar modificaciones a la Ley Orgánica Municipal y el Código Administrativo del Estado de México para que los municipios tuvieran como obligación legal el hecho de fomentar la adaptación gradual de las vías generales existentes y la construcción de ciclovías.
“El desarrollo de los municipios debe ser acorde a las necesidades de su población, por ello, concebir la construcción de ciclovías debe de verse como un esquema de infraestructura plural para la movilidad y la actividad física”, dijo en un planteamiento que a la postre resultó en vano.
Advirtió que “el dinámico crecimiento demográfico en la entidad, aunado a la falta de vinculación entre las políticas de desarrollo urbano y movilidad han dado origen una problemática compleja, que se refleja en sistemas de transporte público deficientes, congestionamiento vial, contaminación ambiental, ruido, accidentes, inseguridad y exclusión social, entre otros, que limitan la productividad de las ciudades y afectan de manera importante la salud y la calidad de vida de la población”.
La radiografía presentada en la pasada Legislatura, a pesar de advertir serios problemas en materia de movilidad, no tuvo eco y en la actualidad la situación ha ido empeorando, debido a que los gobiernos municipales no aplican políticas públicas relacionadas con transportes no contaminantes.
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Presupuesto fallido desde 2020
En noviembre de 2020, diputados del Estado de México demandaron incluir en el presupuesto una partida especial para construir ciclovías y fomentar el uso de la bicicleta como alternativa de traslado ecológico, con el fin de aminorar las emisiones de contaminación y bajar las cifras de accidentes automovilísticos.
La petición se fundamentó en la inmediata creación de un Fondo de Movilidad para Ciclistas y Transeúntes del Estado de México, con recursos exclusivamente para ciclovías.
Los legisladores, días antes de esta petición, la cual tampoco prosperó, lanzaron un exhorto a los entonces titulares de las Secretarías de Movilidad, Comunicaciones, Desarrollo Urbano y Metropolitano, Obra Pública, Finanzas, Seguridad y a los 125 ayuntamientos del Estado de México, con el propósito de impulsar el uso de las bicicletas.
La iniciativa planteaba establecía una partida económica dentro del Presupuesto de Egresos del Estado de México para crear el Fondo de Movilidad para Ciclistas Y Transeúntes del Estado de México, el cual sería destinado únicamente para la creación de vialidad ciclista y peatonal y mantenimiento de la infraestructura.
Sin embargo, todo quedó en buenas intenciones y el Fondo de Movilidad para Ciclistas y Transeúntes del Estado de México se convirtió en una quimera y ni el Congreso, ni el gobierno estatal, mucho menos los ayuntamientos, le dieron seguimiento a este planteamiento.
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