Ciudad de México.- La ciudad de México genera 13 mil toneladas de basura diariamente y frente al contexto de la crisis climática y contaminación ambiental, los ciudadanos tendrán que adoptar medidas urgentes en lo individual, para aminorar los desperdicios que se producen a diario en una casa, pero con el movimiento “cero residuos” en un corto tiempo esta gran urbe podría reducir la cantidad de toneladas de desechos.

Bea Johnson, una activista ambiental y escritora, reconocida por impulsar el movimiento ecológico basura cero “cero waste” a nivel mundial, invitó a los ciudadanos a aplicar acciones para generar menos residuos. En la capital mexicana la producción de basura por cada persona es de 1.7 kilos al día, de acuerdo con el INEGI.

Entrevista una entrevista con este diario, la conferencista francesa destacó que la gente en el mundo está cambiando y muchos se están sumando al cero residuos, porque todos tenemos derecho a soñar. “Se puede soñar con un futuro mejor, sin basura y ya este movimiento global comprueba que si se puede incidir en la sociedad para comprar menos residuos como: bolsas, latas, botellas, plásticos, toallas sanitarias, envolturas.

Durante la gira “México sin Basura”, organizado por Zero Market que dirige Jade Villagómez, Bea Johnson explicó que a través de su sencilla metodología, consolidó cinco Reglas que consisten en: rechazar todo aquello que no se necesita; reducir eso que se necesita, para convertirte en una minimalista; reutilizar, eliminando desechables por artículos reutilizables, o comprando de segunda mano; reciclar solo lo que no puedas rechazar, reducir ni reutilizar; y regresar a la tierra o compostar todo lo biodegradable.

“Para alcanzar el 80% de reducción de los desechos, las personas solo necesitamos hacer el 20% de lo que hacemos en el hogar y se requiere de mucho compromiso, y paciencia para implementar un hábito que sea sostenible, y que con el tiempo sea un estilo de vida”, argumentó.

La activista expuso que lo más difícil es reciclar ya que eso depende mucho de cómo la municipalidad lo maneja, y se necesitan recursos en todas partes. Por lo que ejemplificó que en Vietnam, se encontró la manera de que empresas independientes reciclen la basura.

Sería lo ideal que se compostarán los desechos orgánicos y eso ya se hace en cualquier parte del mundo. “Si creo que en México se podrían disminuir en corto tiempo las toneladas de desechos, incluso, agregó hay ciudades que están tomado este reto, su objetivo es cero residuos para llegar más rápidamente a un mundo sin residuos.

Su filosofía fomenta el consumo local en tiendas a granel, sin empaques ni desperdicios, y propicia la reutilización de productos.

Es originaria de la comuna francesa de Besanzón y radicada en California desde 1992, es autora del libro sobre el tema Zero Waste.

La francesa de 46 años dijo que una vida basada en ser y no en poseer fue el propósito inicial que implementó y que ahora se ha convertido en un movimiento mundial que miles de personas replican para aminorar los residuos y la basura que generan desde casa.

La también conocida como la madre del movimiento de vida cero desperdicios narró su experiencia que inició hace más de una década y que hoy es un estilo de vida con notables beneficios como la reducción de la huella ambiental, mejor salud, menor gasto familiar y hasta el tiempo compartido en familia.

“Si bien al inicio no teníamos una guía de cómo eliminar los desechos del hogar, y probé muchos extremos, puedo decir que desde 2010 encontramos nuestro equilibrio que ha sido lo más importante, porque si quieres que el cero residuos sea un estilo de vida para ti, tienes que simplificarte la vida, no complicártela”.

El movimiento cero desperdicios ideado por Johnson ha trascendido a través de su blog y su libro Zero Waste Home traducido a más de 20 idiomas, mismos que han propiciado 19 giras internacionales y conferencias en 70 países en 6 continentes, en colaboración con Google, Amazon, TEDx, el Parlamento Europeo y las Naciones Unidas. En 2011 fue reconocida por los Green Awards.

Todo comenzó cuando Bea y su familia decidieron cambiarse de casa, de los suburbios a un departamento, y tuvieron que meter muchas de sus pertenencias en una bodega. Durante aquel período, se dieron cuenta que no necesitaban la mayoría de las cosas que habían guardado.

El movimiento promueve comprar y conservar sólo lo que necesitamos, sin acumular un exceso de cosas, ya que se plantea que vivir con menos permite una vida con más sentido y tiempo para las cosas importantes.

Johnson invitó a rechazar lo que no se necesita por lo que decidió no aceptar más el plástico de un solo uso, tampoco los regalos corporativos (papelerías promocionales), las bandejas de comida del avión, o las tarjetas de presentación. Reduce lo que no necesitas; elimina la ropa que no necesitas

Bea subrayó que como sólo utilizamos un 20% de nuestra ropa, y el 80% que sobra lo guardamos “por si acaso”. Eso por esta razón utiliza pocas piezas, que puedan crear hasta cincuenta distintos looks. “Todo mi clóset cabe en un bolso de mano”.