Al grito de “respeto total al trabajo sexual”, “la esquina es de quien la trabaja”, decenas de trabajadoras sexuales realizaron su concurso “La sazón del talón”, organizado por la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”.

En ese contexto, Elvira Madrid Romero, presidenta de Brigada Callejera, denunció que el crimen organizado se quiere apoderar del trabajo sexual en la Ciudad de México, ya que en Puente de Alvarado y Tlalpan les quieren cobrar derecho de piso, que van desde 100 a 500 pesos diarios por persona.

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“Eso no debe permitirse en una ciudad donde se debe aplicar la ley, porque si de por sí ganan poco, ahora dándole dinero al crimen organizado de dónde pueden sacar más. Lo más lamentable es que la policía está coludida”.

La activista expuso que con esta crisis económica, a las mujeres les ha bajado 70% sus ingresos, por lo que exigió a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, que no las deje desprotegidas y menos a las que ejercen el trabajo sexual, que cada día luchan por sobrevivir.

“LA SAZÓN DEL TALÓN”

Entre platillos mexicanos, sopas, postres, aguas, tamales y otros antojitos, preparados por 23 sexoservidoras que participaron en el concurso para saber cuál era el guiso más sabroso, Elvira Madrid lamentó la grave violencia que viven estas mujeres, junto con las mujeres trans.

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“En su punto de trabajo, en algunas zonas de Puente de Alvarado, les querían cobrar derecho de piso y les quitaron sus cosas, las golpearon, y las autoridades no permiten que se abra la carpeta de investigación, que porque quieren que den nombres”, acusó Madrid Romero.

Arlen Palestina Pandal, asesora legal de Brigada Callejera, destacó que en este mes celebran las tres M. La primera por el Día Internacional de la No Discriminación; el 3 de marzo Día Internacional de los Derechos de las Trabajadoras Sexuales, y el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Comentó que en Brigada Callejera no han parado de entregar despensas, suman 15 mil 680, porque se agudizó el trabajo para las trabajadoras sexuales y sobreviven con 30% de sus ingresos.

Resaltó que la mayoría de las trabajadoras que atienden laboran de manera independiente, “una cosa es la trata de personas y la otra es el trabajo sexual”.

La abogada recordó que antes de la pandemia tenían un registro de 7 mil 200 mujeres y a la fecha suman 15 mil 200 trabajadoras sexuales en vía pública en los puntos más importantes de esta ciudad, como La Merced, Circunvalación, Tlalpan, Puente de Alvarado y hay lugares nuevos como Xochimilco, Azcapotzalco y Tláhuac.

Palestina Pandal asegura que esto lo debe entender el gobierno local y dar atención a poblaciones prioritarias, ya que se duplica el número de trabajadoras sexuales, porque se agudiza la economía.

“Ya sabíamos que estaba mal, pero lo único que hace la pandemia es reventar esta gran nube que no se quería ver de la situación económica que vive el país. El 40% de las compañeras trabajadoras sexuales que se habían retirado regresaron”, aseguró.

En la víspera del Día Internacional de la Mujer, las activistas exigieron que se respeten sus derechos humanos, su trabajo, pues se supone que la Ciudad de México es una urbe donde se respeta la diversidad sexual.

La asesora legal de Brigada Callejera recordó que ellas ganaron una sentencia 112/2013 donde se reconoce al trabajo sexual como trabajo no asalariado. Tienen un permiso para su oficio.

Elvira Madrid recordó que 75% de las mujeres que ejercen el trabajo sexual están por su cuenta propia, aunque 15% podría ser víctima de trata de personas, o tiene padrotes que las explotan.

ROSITA COMENZÓ EN LA PROSTITUICIÓN A LOS 10

Rosa María Rodríguez tiene 60 años. Ella comenzó en la prostitución a los 10 años de edad, es decir lleva 50 en este oficio. “Como ya estoy vieja, tengo pocos clientes”, dice con una sonrisa, tras agradecer a Elvira y Arlen todo el apoyo que le dan en Brigada Callejera.

“Ya tengo 15 días que salí de trabajar y estoy apoyando a la Brigada Callejera. Para mí fue muy dura mi vida, me regalaron mis padres, fue muy feo, y según yo lo más fácil es la prostitución.

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"Cuando empecé a trabajar ganaba 100 pesos o a veces 50 al día; luego 15 mil o 20 mil pesos me los ganaba en tres días. Antes de la pandemia obtenía mil 600 o 700, dependiendo. Ahora las mujeres ganan más porque dejan que les hagan de todo, cosa que nosotros no".

Al mostrar sus platillos de mole verde, chuleta en chile guajillo y tortitas de queso, dice abierta y franca: “Soy María Rodríguez Pomposo, no me gusta negar mi nombre y cambiarlo”.

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