El reto de la Ciudad de México y otras grandes zonas urbanas del país es acelerar la transición del transporte público hacia la electromovilidad, para reducir emisiones contaminantes, combatir el cambio climático, así como descongestionar las vialidades y reducir los tiempos de traslado, lo cual contribuyen al deterioro de la calidad del aire.
Al participar en el Conversatorio “Factibilidad del Uso de Energías Limpias en el Transporte”, organizado por la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), expertos en materia de movilidad, electromovilidad y transporte destacaron que de acuerdo con datos de la ONU, las ciudades son responsables de dos tercios del consumo mundial de energía, así como de la generación de más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero, debido, entre otras causas, al desorden del sector transporte y falta de planeación.
El presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), Nicolás Rosales Pallares informó que actualmente en el servicio de transporte público de la Ciudad de México circulan 300 unidades de electromovilidad, tanto para el sistema Metrobús, como Trolebús, sin embargo, señaló que la transición al transporte eléctrico va a un paso lento.
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Explicó que no todo el sistema de transporte público puede ser eléctrico, debido a la falta de capacidad de carga y transferencia, por lo que comentó que se deben buscar modelos alternos, como son los vehículos híbridos, de Duba (Diésel de ultra bajo azufre) cuya característica principal es que tiene 15 partículas de azufre por cada millón, lo que impacta menos en la salud y la calidad del aire, así como el uso de gas licuado.
“La necesidad de transitar hacia un modelo de electromovilidad, es porque se trata de un tema, principalmente, de salud pública, cada año se registran más de 20 mil fallecimientos prematuras asociados a la contaminación y calidad del aire. Esa es la causa número uno”, apuntó.
Otra causa importante, indicó, es el cambio climático por las emisiones de gases efecto invernadero, material particulado, CO2 y bióxido de carbono. “Tenemos que ser muy claros, la principal causa de transitar a energías limpias es para mejorar la calidad de servicio, así como proteger la salud y vida de los usuarios. Estas son las dos principales causas para transitar hacia un modelo de electromovilidad”.
Según la ONU, las ciudades mexicanas enfrentan graves problemas de contaminación ambiental, siendo el sector del transporte una de las principales causas al contribuir con el 20.4% de las emisiones de gases invernadero, de las cuales, el 16.2% proviene del subsector automotor, es decir, debido a los viajes en transporte individual motorizado.
De acuerdo con datos de la AMTM y el INEGI, hasta septiembre de 2023 se tenían registradas 233,528 vehículos híbridos y eléctricos en todo el país, de los cuales, alrededor del 43% se encuentran en la Ciudad de México y el Estado de México.
Tanto en la Ciudad de México como en el país transitamos por un momento crucial donde la relación entre la movilidad y la sostenibilidad se vuelve más relevante que nunca. El transporte es un pilar fundamental para el desarrollo económico, social, comercial y urbano, pero también tiene un impacto significativo en nuestro entorno, ya que, según datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México ocurren 20 mil muertes prematuras al año, por la mala calidad del aire.
Así lo señaló el presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), Nicolás Rosales Pallares, al inaugurar el Conversatorio “Factibilidad del uso de Energías Limpias en el Transporte”, al que acudieron especialistas de diversas empresas, para explicar cuáles son las ventajas y oportunidades de operar con unidades eléctricas, de gas y con diésel ultra bajo azufre.
Puntualizó que se requiere una acción continua y coordinada entre autoridades, sector privado y sociedad civil para reducir eficazmente la contaminación y sus efectos adversos en la salud, por lo que es necesario invertir en estas alternativas, no solo como una responsabilidad ambiental, sino también una oportunidad para innovar y liderar en la transición hacia un mundo más saludable y equitativo.
“Hoy nos reunimos para explorar cómo podemos alinear nuestras estrategias y proyectos de transporte a esta nueva realidad, para contribuir a una movilidad más eficiente, segura y respetuosa con el medio ambiente. Estoy convencido de que, juntos, podemos generar soluciones innovadoras que no solo mejoren la calidad de vida de las personas, sino que también promuevan un desarrollo equitativo y sostenible”, dijo.
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Para el acto inaugural del Conversatorio, Jesús Padilla Zenteno, vicepresidente de Movilidad de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México, sede del encuentro, envió un mensaje leído por Adrián Escamilla, director ejecutivo de Grupo CISA, donde señaló que es indispensable cambiar los esquemas agotados, por lo que se necesita establecer una red de vínculos entre autoridades, transportistas e instituciones de créditos nacionales e internacionales, para financiar proyectos de transporte en cada localidad.
Dijo que se requiere colaboración y acción, transparencia, cobertura, integración, conectividad y flota actualizada orientada hacia las energías limpias, con el fin de extender el transporte limpio a los puntos más remotos del país.
Al evento acudió Rogelio Arzate, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Camiones, Autobuses y Tractocamiones, así como especialistas de diversas empresas en temas sobre electromovilidad, estado actual del uso del gas y la transición hacia el diésel ultra bajo azufre (Duba).
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