El Ojo de agua dentro de la Capilla de Santa Crucita, un tesoro escondido en Xochimilco

Esta capilla data de la segunda mitad del siglo XVII y fungió como uno de los principales templos en donde los primeros frailes franciscanos iniciaron con la introducción del catolicismo

  · lunes 27 de junio de 2022

La capilla dotó de agua potable a más de cinco mil familias afectadas por la ruptura de la red hidráulica tras el terremoto del 2017. Foto: Patricia Carrasco | La Prensa

Para las personas que les gusta conocer templos católicos, en el corazón del Centro Histórico de Xochimilco, a dos cuadras de la catedral dedicada a San Bernardino de Siena, se ubica la capilla de Santa Crucita, la cual data de 1687. En su interior se encuentran grandes tesoros: un ojo de agua y dos Cristos del siglo XVIII, elaborados en pasta de caña, costillas y dientes humanos.

Ubicado en la esquina de Violeta y Francisco I. Madero, Alcaldía Xochimilco, la capilla está dedicada al Santo Entierro y en su interior cuenta con un ojo de agua localizado cinco metros frente al altar.

En el terremoto de 2017, varias familias quedaron sin agua, debido a que se fracturaron varias tuberías. “Aquí se abastecieron a unas cinco mil familias”.

Foto: Patricia Carrasco | La Prensa


DOS CRISTOS ÚNICOS EN TODA LATINOAMERICA

El encargado de la capilla, Juan Antonio Muñoz Jardines, detalló que el Cristo de pasta es único en América Latina. Su fisonomía, sus ojos, la barbilla, los pies; incluso cuenta con la estatura promedio de los habitantes indígenas de esa época.

Añadió que en Semana Santa, es costumbre ofrecer agua a los fieles.

En el lugar, también se cuenta con una casulla—vestidura que se pone el sacerdote para celebrar misa—, que es una reliquia que data de 1800, bordada a mano con hilos de oro y plata, la cual se expone todos los Jueves Santos.

Foto: Patricia Carrasco | La Prensa

Recordó que los primeros frailes franciscanos que iniciaron con la introducción del catolicismo, lo hicieron a través de la inculturación, es decir, tomaron algunas celebraciones religiosas de los indígenas y las insertaron en el cristianismo, incluso, en este lugar, elaboraron un Cristo con rasgos autóctonos con la finalidad de que los habitantes adoptaran la nueva devoción.

En la época prehispánica, a los habitantes de Santa Crucita se les denominada “petateros”, debido a que elaboraban petates de tule o vara.

A la fecha, el 20 de julio hacen una portada tejida sobre una base de madera, la cual se da como ofrenda en la Capilla de Santa Crucita para pedir cosechas abundantes. La peregrinación sale del templo de San Francisco Caltongo.

¿CÓMO LLEGO A LA CAPILLA DE SANTA CRUCITA?

Este santuario católico escondido se encuentra a poco más de 1 kilómetro del edificio sede de la alcaldía Xochimilco, en el corazón de la colonia que lleva su nombre, Santa Crucita. Hay dos formas de llegar, ambas tendrán como punto de partida la estación Taxqueña de la Línea 2 del Metro.

Foto: Patricia Carrasco | La Prensa

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Una opción es abordar el Tren Ligero rumbo a la terminal Xochimilco, y tras el descenso, caminar sobre la calle Cuauhtémoc hasta su cruce con Violeta, y de ahí buscar la capilla a la altura del numeral 60.

Una segunda opción es abordar en el Andén B del Cetram Taxqueña, una unidad de la Red de Transporte de Pasajeros que llegue al edificio de gobierno de la alcaldía Xochimilco, posteriormente caminar por aproximadamente medio kilómetro sobre la avenida Nuevo León hasta el cruce con Violeta, y a dos cuadras estará tu destino.

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