Humberto Morgan Colón, exjefe delegacional de la alcaldía Miguel Hidalgo, ha encontrado tanto en la política como en el motociclismo, sus dos grandes pasiones, la oportunidad de servir a los demás. Así como cuenta con habilidad para realizar rebases en carretera, ha tenido la capacidad de saber escuchar a la gente y de concretar soluciones a demandas sociales.
Diariamente recorre las instalaciones de un taller mecánico para motocicletas, del cual es propietario, ubicado en calles de la colonia Tacubaya, en la alcaldía Miguel Hidalgo, para supervisar la labor de los empleados. Siempre mostrando un gesto firme, pero amable y una sonrisa dispuesta.
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“Yo me subí por primera vez a una moto grande a los 13 años. Me hice un gran conductor de motocross, porque yo crecí fue en las barrancas del pueblo de Santa Fe, ahí íbamos a saltar, subíamos y bajábamos escaleras… Así me conoció mi esposa”, comenta entre risas Humberto, quien desde temprana edad desarrollo el gusto por la velocidad, lo cual casi le cuesta la vida tras un accidente sufrido cerca del monumento a La Raza, en 1991. Estuvo siete días en coma.
En 2006 creó la empresa Dasein Motos, misma que creció a base de esfuerzo, constancia y calidad en el servicio. Actualmente cuenta con dos centros de servicio, uno abierto al público en general, ubicado en el número 293 de la avenida Jalisco, casi a la altura del cruce con Viaducto Miguel Alemán y otro localizado en la colonia Anáhuac, en el cual se da atención a flotillas de empresas como Telmex, LTH, Hidro Farma y Medical Life.
Morgan Colón asegura que en cualquier ámbito se puede servir cuando se tiene la vocación. La función pública le dio la oportunidad de contribuir al auxilio de personas afectadas durante el sismo de 2017, que sacudió gran parte de la capital. Él se desempeñaba como coordinador de asesores de la Secretaría de Movilidad de la CDMX. “Me tocó intervenir en el edificio de la avenida Álvaro Obregón 286 y lo primero que hicimos fue rescatar a tres chavas y aun señor que estaban en el último nivel. Fue una gran satisfacción”, mencionó.
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Su empresa, la cual comenzó como un pequeño negocio, va en expansión. “El motociclismo es una de las 10 profesiones del futuro, en todas las ciudades grandes de México y del mundo, el crecimiento de esta actividad es exponencial. Es un área con mucho futuro y esta empresa nos permite obtener el sustento de 14 familias, 15 con la mía, de manera honesta”, comenta Humberto, quien es visto como un líder por sus empleados, mismos que se sienten integrados a una gran familia.
“Obviamente prefiero servir a los demás desde la función pública, porque impacta más, ayudas a mucha gente”, menciona Morgan, quien, a decir de sus trabajadores, siempre ha buscado apoyarlos para que se superen profesionalmente e incluso ha intervenido cuando se les han presentado problemas personales. Es amable, decente y respetuoso, le gusta generar un clima laboral muy cálido y muy humano. “Para él todo es “por favor”, aunque se trate de una urgencia”, así lo afirma Rodrigo Pérez, un joven empleado que tiene más de año y medio trabajando en el taller.
“¿Cómo quedamos con el cliente?”, pregunta Humberto a Rodrigo, mientras este trabaja sobre una motocicleta de baja cilindrada. “Ya casi está lista”, responde, mientras que Armando y Yariani, hija del político y empresario, atienden a los clientes detrás del mostrador. Cada quien haciendo su parte para que todo funcione correctamente.
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Durante varios años, Yariani ha sido testigo del desempeño de su padre como jefe y responsable de la empresa, experiencia que le ha permitido consolidar ese modelo a seguir como ejemplo de superación y sobre todo de calidad humana. “Es muy comprensivo, muy trabajador. Te impulsa a que cumplas tus sueños. Hemos tenido compañeros que son mecánicos y él los ha apoyado y orientado para que pongan su propio taller o su propia refaccionaria”, comentó quien heredó el gusto por las motocicletas y la velocidad.
“La política es como el motociclismo, ambas son actividades de alto riesgo. Si vas en la moto en ruta y quieres comerte la carretera sin precaución, te caes. Eso es lo que le pasa a muchos políticos, que empiezan con temas de corrupción o a faltar a los valores que le dan a uno integridad moral. En ambas cosas hay que ser muy prudentes”, concluyó Morgan, quien desde la posición en la que se encuentre, siempre trabaja pensando en los demás.
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