#CarpetaDeInvestigación
Por. Rubén Pérez
Tras la salida de Jorge Gaviño Ambriz de la dirección delSistema de Transporte Colectivo Metro, la red de movilidad urbana más grande de América Latina, con 12 líneas en funcionamiento,aún enfrenta el reto de revertir por lo menos 20 años de rezago tecnológico, realidad reconocida por el propio Gaviño dos días antes de separarse del cargo.
En busca de una nueva aventura en su haber político, el otrora responsable del “gusano naranja”, quien se jugará su suerte inmediata en la eventual disputa por un cargo de elección popular,dejó en claro que el Sistema de Transporte Colectivo aún padece de mantenimiento preventivo.
“No es tarea fácil, casi 6 millones de usuarios (diarios)dependen de un Metro eficiente, rápido y barato que les permita trasladarse día con día”, dijo el pasado 28 de febrero ante los trabajadores de ese medio de transporte y ante el dirigente sindical, Fernando Espino Arévalo, en un acto en el que prácticamente se despidió y agradeció el apoyo de los trabajadores.
Los proyectos que encaminó en los dos años y siete meses que estuvo al frente del cargo tendrán que continuar su marcha, bajo la imperante y preocupante realidad: “la falta de un plan integral de movilidad urbana sustentable a nivel metropolitano”,frase que mencionó el propio Gaviño en ese evento público.
A la salida del funcionario, el jefe de gobierno de la Ciudad deMéxico, Miguel Ángel Mancera Espinosa, dejó en su lugar, como encargado de despacho de la dirección general del Sistema deTransporte Colectivo, a Jorge Jiménez Alcaraz, un ingeniero civil egresado del Instituto Politécnico Nacional y quien se ha desempeñado como subdirector de mantenimiento del Metro.
Aunque el puesto de director del STC ha sido un cargo con inclinación política, el poco o mucho tiempo que pueda estarJiménez Alcaraz, considerando -además- el resultado de las próximas elecciones, tendrá el reto de darle seguimiento a la funcionalidad de un sistema que todos los días enfrenta dificultades.
Los conflictos técnicos y operativos del complejo sistema son cotidianos, reconocidos por las propias autoridades. Tan sólo en2015, como lo dijo Jorge Gaviño, el Metro no funcionaba al100%.
De las 12 líneas que conforman la red, 16 estaciones estaban fuera de servicio, de las cuales 11 correspondían a la llamadaLínea Dorada, 5 a la Línea A y 1 de la Línea 2 (Revolución que fue objeto de remodelación), afectando con ello a más de medio millón de viajeros diarios.
En las líneas 3, 5, 7 y A otro problema igual de complicado aparecía con un considerable número de trenes detenidos o en proceso de mantenimiento, mismos que exhibían una baja fiabilidad y disponibilidad.
Este tipo de inconvenientes, que según el saliente director fueron superados en su gestión, han sido el reflejo de una problemática con claras amenazas de desbordamiento, en perjuicio de los casi seis millones de usuarios diarios.
LÍNEA 12, LA PESADILLA
La controvertida Línea 12, inaugurada en la administración deMarcelo Ebrard Casaubón, tiene y tendrá problemas endémicos, que jamás podrán corregirse, representando un fantasma -como dijoJorge Gaviño- que lo acompañará siempre, por lo que su mantenimiento deberá ser riguroso y permanente.
La Línea Dorada tendrá costos extraordinarios, pues los trabajos para corregir sus fallas jamás serán definitivos,situación que hace especial la revisión de su estructura con elevados costos para mantenerla en funcionamiento.
Cada año, sólo en mantenimiento en instalaciones fijas y vías, la Línea 12 necesitará unos 200 millones de pesos, además de la imperante realidad de que tendrán que modificarse las siete curvas del tramo subterráneo y las curvas 01 y 02 en la cola de maniobras de Tláhuac y la 6a. en Mixcoac.
La mayor crisis registrada hasta ahora en esa línea, inaugurada a pesar de las severas deficiencias, fue cuando dejó de operar en marzo de 2014, cuando el entonces director del Metro, Joel Ortega,anunció la suspensión del servicio en el tramo elevado deTláhuac a Atlatilco, debido a un desgaste ondulatorio en los rieles y la incompatibilidad de las ruedas de los trenes.
“El Sistema de Transporte Colectivo ha llegado a la conclusión de que no es posible mantener en estos momentos la operación del tramo elevado de la Línea 12, hasta que no se haga una revisión exhaustiva y se hagan las correcciones y mantenimiento mayor que eso implica”, dijeron en su momento las autoridades.
Las estaciones que cerraron fueron Tláhuac, Tlaltenco, Zapotitlán, Nopalera, Olivos, Periférico Oriente, Calle 11, LomasEstrella, San Andrés Tomatlán y Culhuacán. Esta decisión obligó a los responsables del Sistema de Transporte Colectivo a dejar sin el funcionamiento las estaciones de Atlalilco, Mexicaltzingo, Ermita, Eje Central, Parque de los Venados, Zapata,Hospital 20 de Noviembre, Insurgentes Sur y Mixcoac.
El problema se logró remediar, que no corregir de manera definitiva, por lo que insistentemente, en los más de dos años que Gaviño estuvo al frente del Metro, la versión oficial siempre fue, y ha sido, el altísimo costo que tendrán que pagar los contribuyentes para darme mantenimiento recurrente a la LíneaDorada, un proyecto fallido del que nunca se procesó ante las autoridades judiciales a los responsables políticos.
TRANSPORTADAS 60 MIL MILLONES DE PERSONAS
Con casi 49 años de operación, cuando en septiembre de 1969 se pusieron en funcionamiento los primeros 12 kilómetros del Metro en la Línea 1, la más antigua del sistema, en el tramo de las estaciones de Zaragoza a Chapultepec, el complejo de la red en su conjunto ha transportado hasta ahora a más de 60 mil millones de personas.
Dicha cantidad representa ocho veces la población mundial,amén de ser el Metro más grande e importante de América Latina.En los últimos dos años y medio, el Sistema de TransporteColectivo dio más de tres mil vueltas completas del material rodante y se recorrieron más de 112 millones de kilómetros.
En ese periodo, que correspondió a la gestión de Jorge Gaviño Ambriz, se pudo transportar a más de 4 mil millones de pasajeros.Y es que el Metro es una ciudad dentro de la Ciudad de México,como lo mencionó el saliente director del sistema.
Con casi seis millones de viajeros diarios, cualquier proyecto sin sustento de viabilidad, representaría un rotundo fracaso, con el riesgo de caer en un escenario de desquiciamiento, en perjuicio de los miles y miles de usuarios.
Los desafíos que enfrentará Jorge Jiménez Alcaraz serán de gran trascendencia, aunque su paso como encargado de despacho de la dirección del Metro puede constreñirse solamente a “mantener a flote el barco”.
Hay proyectos de gran envergadura de por medio, como el hecho de garantizar y concretar la conectividad del Nuevo AeropuertoInternacional de la Ciudad de México, además de la terminal delTren Interurbano México-Toluca en la estación Observatorio, más la prolongación de la Línea A hasta Chalco.
PRESUPUESTO, HISTÓRICO PROBLEMA
A pesar del doloroso ajuste, merced a la precaria economía delas familias, que ubicó el precio del boleto en 5 pesos, las autoridades insisten en que esta cantidad apenas representa una tercera parte del costo real que deberían pagar los usuarios por ingresar al sistema.
En su discurso de despedida de Jorge Gaviño Ambriz ante los trabajadores del Metro mencionó que “el presupuesto aprobado para el Sistema de Transporte Colectivo sigue siendo un tema controvertido, esto implica que la tarifa de los cinco pesos que paga el usuario, en realidad no cubre más que la tercera parte delo que debería costar el boleto”.
Y agregó: “el resto es un subsidio que apoya la movilidad y la economía de la Ciudad de México, pero también de la ZonaMetropolitana, recordemos que tenemos 11 estaciones en el Estado deMéxico”.
La postura de las autoridades del Sistema de TransporteColectivo advierte de manera insistente en que el Metro requiere unos 30 mil millones de pesos para atender el rezago de muchos años.
El presupuesto que recibe actualmente, del orden de los 17 mil500 millones de pesos es insuficiente, por lo que se necesitaría un gasto anual sostenido de 20 mil millones de pesos para garantizar una buena operación de las 12 líneas.
CASI 50 AÑOS CON MARCADOS DETERIOROS
Hasta antes de 2015, según la saliente administración delMetro, la infraestructura física de todo el sistema tenía un pronunciado deterioro en sus estaciones y equipamientos, así como en escaleras eléctricas, señalización, instalaciones eléctricas y materiales de pisos y muros.
Antes de irse, Gaviño hizo énfasis en que las estaciones más antiguas, tanto en los túneles como en las vías, requirieron un mantenimiento constante. Mencionó que en la Línea A urgía un tratamiento especial para evitar inundaciones y en la Línea 12 era imperativo reducir el desgaste prematuro de vías y ruedas.
La versión oficial apunta a que el gobierno de la ciudad está consciente de las necesidades del Metro y que por lo mismo las autoridades capitalinas han sido sensibles ante la problemática que enfrente el STC.
“En nuestra institución, con base en recursos propios, se emprendieron acciones de renovación de infraestructura en las estaciones. Por ello, y en la medida de nuestras capacidades y posibilidades técnicas y financieras, en algunos casos, hemos atendido y resuelto los problemas y en otros, se han establecido las condiciones que permitan en un futuro, su probable solución”, dijo Gaviño aquel 28 de febrero ante los empleados del Metro.
A manera de explicación ante los problemas que a diario se observan en el Sistema de Transporte Colectivo, remató diciendo que “históricamente los recursos destinados al mantenimiento delMetro han sido insuficientes. Se trata de miles de actividades, que abarcan mucho más allá de lo que los usuarios perciben. No todos on trenes, estaciones y escaleras, hay muchos detalles inadvertidos, pero todos son sensibles”.
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