Del enorme Hospital General Regional 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que se ubicaba en Calzada Ignacio Zaragoza, alcaldía Iztapalapa, ya no queda nada, sólo un solitario predio invadido por la vegetación silvestre.
El Hospital 25 tuvo una agonía lenta, y solo después de tres peritajes se declaró su muerte, al dictaminarse que había sufrido daños estructurales severos provocados por el sismo del 19 de septiembre de 2017.
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El tercer peritaje apagó toda esperanza de sobrevivencia al advertir que, además de los daños provocados por el sismo, el inmueble estaba en un terreno altamente deformable, lo cual representaba un riesgo potencial para sus ocupantes y los edificios aledaños.
Trece meses después del 19S, las autoridades del IMSS, en coordinación con el gobierno de la Ciudad de México, giraron instrucciones para que las instalaciones fueran desalojadas, con el fin de iniciar los trabajos de demolición del inmueble que brindó servicios de forma ininterrumpida durante 50 años.
El 24 de febrero de 2020 iniciaron los trabajos de demolición del Hospital General Regional de zona número 25 del IMSS, mejor conocido por los derechohabientes y vecinos del oriente de la Ciudad como “Clínica 25”.
Los trabajos de demolición del hospital a cargo de ingenieros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) terminaron en septiembre de 2020. Sin embargo, hasta la fecha no ha iniciado la construcción de la nueva clínica, que las autoridades prometieron se levantaría en el mismo predio y con los mismos servicios médicos que brindaba la Clínica 25.
Tan grande como sus retos
El Hospital General Regional General Ignacio Zaragoza se inauguró en 1967 y se construyó sobre una superficie de 14 mil 500 metros cuadrados, con una clara visión a futuro, en la que destacaba la torre de hospitalización de siete pisos, para dar respuesta a la creciente demanda de servicios en la región oriente del Valle de México.
Ubicada en la Calzada Ignacio Zaragoza, número 1840, colonia Juan Escutia, alcaldía de Iztapalapa, límites con el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, la Clínica 25 contaba con más de 1,200 trabajadores de la salud; entre ellos, 225 médicos y 431 enfermeras que en conjunto brindaban 11 mil consultas de especialidad, cerca de 9 mil de urgencias y realizaban 750 intervenciones quirúrgicas al año.
El Hospital General Regional número 25 daba cobertura a un aproximado de 400 mil derechohabientes de la región oriente del valle de México, principalmente de Nezahualcóyotl e Iztapalapa.
A causa del sismo del 19 de septiembre de 2017, en este hospital se perdieron 46 consultorios, 272 camas censables, 9 salas quirúrgicas y 6 salas de rayos X.
Se quedan sin hospital
Los aproximadamente 400 mil derechohabientes que recibían atención en la Clínica 25 del IMSS fueron asignados a otras unidades médicas, algunas muy distantes, lo que ha incrementado el gasto de bolsillo en atención médica de las familias de la zona.
Olivia Garza, concejal en Iztapalapa, documentó que las personas que recibían atención médica en este centro de salud ahora deben trasladarse a otros hospitales pagando hasta 600 pesos en taxis y transporte, incluso, han tenido que recurrir a consulta en la medicina privada, lo que se ha traducido en un mayor gasto de bolsillo.
“Los derechohabientes necesitan trasladarse para recibir la atención médica correspondiente, lo que se traslada a gastos al bolsillo y, en muchas ocasiones, se encuentran en situaciones de saturación de servicios médicos y desabasto de medicamentos. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, la demanda de atención médica no ha sido cubierta”, señalaron los diputados del grupo parlamentario de Morena José Ángel Bautisa Bravo, Bennelly Jocabeth Hernández Ruedas, Alma Delia Navarrete Rivera, Arturo Roberto Hernández Tapia, Olimpia Tamara Girón Hernández, Armando Corona Arvizu y Javier Huerta Jurado, en un punto de acuerdo presentado el 4 de noviembre de 2021.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a través de un aviso publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) con fecha del 12 de octubre de 2018, informó que la atención médica correspondiente al servicio de urgencias de los derechohabientes adscritos en primer nivel se proporciona en las unidades médicas familiares No. 120, 35 y 23.
En el rubro de hospitalización brindan la atención en el Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza, Hospital General de Zona número 29, Hospital de Traumatología y Ortopedia de Magdalena Contreras, mientras que las consultas de especialidades se trasladaron a las Unidad Médica Familiar número 120 y el Hospital General de Zona número 29.
Reconstrucción, en el olvido
Actualmente los trabajos para la construcción de un nuevo hospital son nulos, advierte la Concejal de Iztapalapa, Olivia Garza, quien ha realizado diversos recorridos en el lugar donde estaba la Clínica 25 del IMSS, y que hoy, a cinco años de distancia del sismo del 17 de septiembre de 2017, solo es un enorme predio abandonado invadido por la vegetación silvestre.
“Primero anunciaron con bombo y platillo la demolición del hospital, hubo un evento específicamente para eso, pero actualmente ya nadie aparece para informar al respecto, para darle solución a los derechohabientes, a las personas más necesitadas que deben trasladarse por horas para tomar una consulta en el hospital a donde los remitieron”, dijo la concejal.
Garza lamentó que se esté enviando montones de millones de pesos a obras faraónicas del Gobierno federal, como el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, y se reduzca presupuesto aquí en la Ciudad, y, para este hospital, nadie tiene dinero, ni proyecto ni nada, y aquel evento que hicieron solo se quedó en propaganda política.
Autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estimaron, en noviembre de 2019, un costo de aproximadamente 65 millones de pesos para realizar los trabajos de demolición a cargo de ingenieros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de alrededor de 1,300 millones de pesos para la reconstrucción del nuevo hospital (920 millones a construcción y 380 millones a equipamiento).
De acuerdo con las autoridades del IMSS, una vez realizada la demolición, la construcción del nuevo Hospital Regional número 25 tomaría hasta dos años más.
Largo camino por recorrer
Por su ubicación geográfica y alta densidad poblacional, la Ciudad de México y su área metropolitana constituyen un territorio complejo y vulnerable a riesgos de desastres, ya sean naturales o provocados por la actividad humana.
El terremoto del 19 de septiembre de 1985, sin duda marcó un antes y un después para la Ciudad de México en materia de protección civil. Desde entonces hasta la fecha se han logrado avances, pero en este campo del conocimiento nunca puede pensarse que la tarea ha terminado, porque siempre vendrán nuevos retos.
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En marzo de 2017, el entonces jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, publicó en la Gaceta Oficial una serie de avisos en materia de protección civil; entre los cuales, se establecen los criterios para la elaboración de Programas Internos de Protección Civil, para unidades hospitalarias de gobierno federal, públicas y privadas asentadas en la Ciudad de México.
El documento señala que las unidades hospitalarias son instalaciones vitales y estratégicas, cuyos servicios deben permanecer accesibles y funcionando a su máxima capacidad instalada y en la misma infraestructura, inmediatamente después de un fenómeno perturbador de origen natural o antrópico.
Que los Programa Internos de Protección Civil son instrumentos de planeación que se implementan con la finalidad de determinar las acciones de prevención, auxilio y recuperación, destinadas a salvaguardar la integridad física de cuerpos directivos, administrativos, médicos, enfermeras, personal en general y proveedores de las Unidades Hospitalarias, así como para proteger las instalaciones, bienes, entorno e información ante la ocurrencia de fenómenos perturbadores.
Establece que los Programas Internos se integrarán por tres subprogramas: Prevención, Auxilio y Recuperación, y por ello, el gobierno a cargo de Miguel Ángel Mancera pone en marcha el Programa Hospital Seguro, con el fin de garantizar que ante un desastre las instalaciones hospitalarias no sólo permanezcan de pie, sino que además continúen trabajando de manera efectiva e ininterrumpida, favoreciendo el uso óptimo de los recursos existentes y contando de manera simultánea con personal capacitado para proporcionar apoyo a las víctimas, protegiendo la vida de quienes se encuentran dentro de la institución, la operación y la infraestructura.
En concordancia con lo anterior, la Ley Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México, publicada en la Gaceta Oficial el 2 de marzo de 2021, establece la obligatoriedad de implementar programas específicos y actividades de prevención en servicios vitales y estratégicos, como son: abasto, agua potable, alcantarillado, comunicaciones, desarrollo urbano, energéticos, electricidad, salud, seguridad ciudadana, transporte, espacios públicos, escuelas y hospitales.
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