Con el objetivo de inculcar en la niñez la cultura de protección del ambiente, en el Congreso de la Ciudad de México se dispuso reconocer que los estilos de vida saludables pueden ayudar a menores de edad a desarrollar una conciencia ambiental.
Lo anterior, al ser avalado en el recinto de Donceles y Allende el dictamen con modificaciones a la iniciativa para adicionar la fracción XI al artículo 59 de la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de México, en beneficio del medio ambiente y el derecho a la educación.
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Con la decisión unánime de los representantes populares, se agregó al ordenamiento una fracción que establece que la educación en la capital tendrá dentro de sus fines “promover e inculcar en las niñas, niños y adolescentes la cultura de protección al medio ambiente, el aprovechamiento racional del agua y otros recursos naturales, así como la disminución de residuos plásticos de un solo uso”.
La diputada local del PRD, Polimnia Romana Sierra Bárcena, con la representación de la Comisión de Atención al Desarrollo de la Niñez del recinto de Donceles y Allende, la cual preside, expuso que lA iniciativa fue presentada por el Coordinador de la bancada del PRI, congresista Ernesto Alarcón Jiménez, quien argumentó que cada día el riesgo por escasez de agua en el planeta es más grave, a causa de la poca conciencia sobre el cuidado, el uso sustentable y la captación de agua pluvial para uso doméstico e industrial.
La perredista expuso que “es necesario formar a niñas, niños y adolescentes para afrontar las adversidades ambientales y garantizar el futuro de las próximas generaciones”.
Dentro del documento aprobado se expone la necesidad de concientizar a la infancia sobre los cambios en su entorno, formarlos para afrontar los problemas ambientales, sociales y económicos actuales, “pero sobre todo preservar en beneficio de las generaciones que les sigan aquellas circunstancias que por su propia naturaleza no pueden ser reemplazables como lo es nuestro planeta”.
Quedó asentado que la contaminación atmosférica y la falta de agua potable afectan, de manera negativa, las actividades cotidianas como ir a la escuela, trabajar y asearse, así como actividades de recreación, diversión y socialización.
Además, los estilos de vida saludables pueden ayudar a niñas y niños a desarrollar una conciencia ambiental y a comprender cómo sus acciones individuales tienen un impacto en el medio ambiente.
Polimnia Romana Sierra Bárcena agradeció la propuesta de la vicecoordinadora de la fracción parlamentaria de Morena, legisladora María Guadalupe Morales Rubio, en el sentido de sustituir el concepto de cuidado del medio ambiente por el de “cultura de protección”, y ampliarlo a otros recursos naturales y no limitarlo sólo al agua.
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