En video-conferencia las lideresas de la organización “Mujeres, Democracia y Ciudadanía A.C.” Elsa Arrollo Hernández, Graciela Arismendi y Adelina Paz Velasco, hicieron un desesperado llamado al Relator de las Naciones Unidas en México, Loe Heller, ante la crisis sanitaria que presentan colonias marginadas de Ecatepec, donde la escasez de agua ha generado condiciones de alto riesgo para la población, al carecer del vital líquido. Considerando que el municipio de Ecatepec concentra en sus pueblos, barrios y colonias los más altos niveles de marginación y pobreza, es el escenario propicio donde grupos y partidos políticos, lo mismo que caciques locales, han encontrado en el agua el “instrumento” para ganar afinidades y votos y de paso enriquecerse, sin importarles que, en medio de la presente emergencia Nacional, transcurra la peor de las pandemias, el Covid-19, que hemos sido testigos.
Al día de hoy Ecatepec, según cifras oficiales, presenta casi dos mil casos confirmados de COVID-19, 193 muertes, así como un acelerado nivel de propagación del virus; aunque estos números podrían ser más altos considerando la disparidad o desfase que presentan diversas plataformas oficiales en el registro de la mortalidad y de incidencia de los casos.
En su intervención, la lideresa Elsa Arrollo, mencionó: “El derecho humano al agua se basa en los lineamientos de los Objetivos para el Desarrollo 2030, en el Manual Esfera para la crisis humanitaria y en los postulados de todas las normas internacionales sobre Derechos Humanos y Derechos Humanos de las Mujeres”, advierte el documento sobre el cual docenas de mujeres de barrios pobres de esta enorme demarcación, han fincado sus esperanzas ante la pasividad oficial del gobierno estatal y municipal.
Frente a este documento, la dirigente de la región de La Laguna, Graciela Arismendi, aseguró que entre las poblaciones más afectadas en Ecatepec, se encuentran las colonias La Laguna y Potrero, donde no sólo se ha escaseado el vital líquido, sino que enfrentan condiciones insalubres ante la falta de equipamiento sanitario, lo que eleva aún más el nivel de riesgo de los contagios, pues si no hay agua ¿cómo podemos adoptar el lavado de manos? Al mismo tiempo, denunció que en la presente administración se hace uso político del reparto del agua, ya que las autoridades municipales hacen selectivo su distribución y dan preferencia a los grupos y personas que son de su afinidad partidaria o del grupo político del actual edil.
Arroyo Hernández destacó que la situación ha llegado a niveles desesperantes para miles de familias, ya que la pandemia de coronavirus, ha dejado sin empleo a miles de mujeres -que de por si ya vivían en la pobreza extrema- pero que ahora sin entradas de dinero, no puede pagar las pipas de agua que les cobran entre 150 y 200 pesos por un tambo de 100 litros.
La representante de “Mujeres, Democracia y Ciudadanía A.C.”, revelo que hay negocios de venta de agua, a través de pipas, ligadas a partidos y líderes políticos.
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