Vecinos de la colonias San Simón Tolnahuac, La Raza, Vallejo, Héroes de Nacozari, Guadalupe Victoria denuncian que el famoso y conocido Monumento a La Raza se encuentra en el total abandono; cada vez está más deteriorado, con decenas de grafitis, donde se meten grupos de indigentes y otras personas que incluso han montado un altar a la Santa Muerte, en su interior.
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Las escaleras y las gigantescas cabezas de serpiente talladas en piedra, están muy dañadas, así como los grupos escultóricos monumentales de la fundación de México y el de la defensa de Tenochtitlán, por el paso del tiempo, el abandono, el clima y la vandalizaciòn de gente que se mete a realizar pintas, a tirar basura y a drogarse.
Por lo que demandan al gobierno capitalino atender este monumento inaugurado el 12 de octubre (Día de la raza) de 1940, que enaltece la cultura prehispánica en la Ciudad de México y que es un icono para la zona norte
Los vecinos que viven cerca de la zona, platicaron a LA PRENSA, que ellos saben que no se trata de una pirámide prehispánica que se ha mantenido en el norte de la ciudad, pero sí es un monumento que busca enaltecer esa cultura que marca nuestras raíces.
Monumento en el olvido
“Es una vergüenza que esté en el olvido” dijo la señora Mary López de San Simón, “le tocaba a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, darle mantenimiento al Monumento, sin embargo, ya se va y ahora esperamos que el próximo jefe o jefa de gobierno lo rescate”.
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A decir de la señora López quien vive cerca de la calle Insurgentes Norte, hace muchos años que no le dan “una manita de gato” al Monumento, obra del ingeniero Francisco Borbolla y del arquitecto y escultor Luis Lelo de Larrea, por esa razón grupos delincuenciales e indigentes se han apoderado de ese símbolo de la zona norte de la capital.
Gracias a este monumento, el Centro Médico “La Raza” y la estación del metro más cercano llevan su nombre.
Otro de los vecinos denunciantes narró que el águila gigante de 5.75 metros de altura que corona la pirámide, creada por el escultor Georges Gaurdet también se observa muy dañada, afectada por la corrosión.
Lo mismo que los dos grupos escultóricos que adornan los lados este y oeste; el primero conmemora la fundación de Tenochtitlán y el segundo un grupo defensivo de figuras, recordó Maurilio Sánchez, vecino de La Raza.
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Monumento para museo
Dijo que de acuerdo a la historia, se tenía planeado que el interior del monumento fuera un museo, pero jamás se concretó en la obra. Y en 1962 se descartó todo tipo de utilidad cultural del interior del monumento, ya que se instalaron bombas y tuberías para las fuentes alrededor del monumento.
El Señor Sánchez mostró unas fotos de cómo luce ese interior del Monumento, lleno de basura, ropa, pedazos de madera, grafiteado, botella de agua, alcohol, una repisa pequeña, y con un pequeño altar a la Santa Muerte.
Los habitantes de colonias vecinas comentan que es este Monumento es uno de los monolitos públicos grandes, pero también menos apreciados de la Ciudad de México, “quizás cuando pasamos por avenida Insurgentes o se pasas por el Circuito la gente medio se da cuenta que existe”.
Asimismo, expuso que las esculturas de bronce de algunos tlatoanis como Itzcóatl, Netzahualcóyotl, Totoquihuatzin y Cuauhtémoc, lucen desgastadas, algunos les faltan pedazos de pie, pierna, rodilla, otras ya no tienen pies y las base donde se apoyan las estatuas, ya se carcomieron
Otro vecino que entró al interior del Monumento detalló que las llaves de las bombas y tuberías están llenos de porquerías, las pequeñas piletas del interior están llena de agua podrida con ropa, al parecer hace mucho que no funcionan las fuentes del complejo, por lo cual se instaló este sistema de agua.
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