Luego de que se hizo del conocimiento público que en la Secundaria Técnica 314 “Blas Galindo” de Iztapalapa, un alumno apuñaló a su compañero, la presidenta de la Comisión de Juventud del Congreso de la Ciudad de México, Andrea Evelyne Vicenteño Barrientos, demandó a autoridades educativas a reforzar en coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), los protocolos de inspección en planteles educativos y emprender una campaña informativa sobre los peligros en la portación de armas, así como uso de medicamentos y drogas.

Asimismo, la congresista sin partido y que llegó a la II Legislatura del recinto de Donceles y Allende por el PAN, urgió como prioridad hacer más activas las acciones para aplicar la guía para la prevención, detección y reacción ante la presencia de armas en las escuelas, así como el protocolo para la protección y cuidado de niñas, niños y adolescentes en la revisión de mochilas en las que portan sus útiles escolares.

Hizo notar que de acuerdo a especialistas contra las adicciones y violencia, las mismas son comunes entre la población de 12 a 18 años de edad, al tiempo que condenó que en aras de ahorros presupuestales en las escuelas de la Ciudad de México, desaparecieron las plazas de médico escolar, psicólogo, orientación y trabajo social.

“Necesitamos campañas de alerta en todos los planteles y no acciones que limiten el uso del presupuesto, con el fin de un ahorro que causan daño a la seguridad y protección de alumnos”, sostuvo Vicenteño Barrientos.

Para la diputada local no basta con dar parte a las autoridades policiacas sobre lo ocurrido en la Secundaria Técnica 314 “Blas Galindo”, sino emprender medidas urgentes y coordinadas para evitar aumente la violencia en las escuelas.

Externó su preocupación, porque alumnos repliquen acciones de violencia y uso de fármacos, como en Estados Unidos, a la vez que señaló que, por ello, se debe actuar de inmediato, sobre todo en la secundaria, para detener esas acciones que atentan contra el bienestar y seguridad de los alumnos.

Detalló que padres de familia detectaron otros casos de estudiantes de secundaria, sobre todo en Iztapalapa, que portan armas y usan como estupefacientes, los medicamentos para las vías respiratorias como la Loratadina y el Ambroxol.

No obstante, “se guarda silencio”, aunque han detectado, situaciones similares a las que se descubrieron hace seis años, en Estados Unidos.

Expuso que en el vecino país del norte los alumnos llevan armas y consumen jarabe para la tos y las alergias, como droga de moda, situación que es copiada por niños y adolescentes mexicanos, por carencia de acciones conjuntas entre instituciones educativas, de seguridad y padres de familia.

“Es nuestra responsabilidad, alertar de esos riesgos a nuestros jóvenes y adolescentes para frenar la violencia y las adicciones en los planteles educativos, antes que se convierta en un caos”, declaró.

Durante una entrevista Andrea Bicenteño consideró urgente emprender acciones, incluso con el Consejo Ciudadano de Seguridad y no guardar silencio ante ese peligro.

Señaló que de acuerdo a información científica, el uso en exceso de esos fármacos, provoca inicialmente un estado de euforia y alucinaciones, así como pérdida del sentido de la orientación y del tiempo.

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Pugnó porque exista un acercamiento y coordinación permanente con los padres de familia, porque a partir de la pandemia a causa del Covid-19, aumentaron los casos de violencia y uso de fármacos, por fácil acceso en los hogares.

Estimó que maestros y padres de familia deben actuar de inmediato para definir una estrategia que evite que los jóvenes busquen no sólo medicamentos, como opción para drogarse, sino formas de fugar sus trastornos violentos.

Insistió que es necesario no solo concientizar a ese sector de la población sobre los peligros sobre la violencia, sino también por el abuso y consumo de dichos medicamentos como droga.

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