A casi año y medio del cierre de los planteles escolares no existe una estrategia de reactivación educativa ni una asignación presupuestal emergente, para enfrentar el inminente rezago educativo provocado por la pandemia y sus secuelas de inequidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, deserción escolar e impacto en la salud mental de niños, adolescentes y jóvenes.
Padres de familia y especialistas de instituciones académicas y civiles manifestaron su preocupación por el errático regreso presencial a clases y la falta de una estrategia educativa integral que asegure -por un lado- el regreso saludable a las escuelas y -por otro- remonte el abismal rezago que ha dejado la pandemia.
Luis Arturo Solís Bravo, vicepresidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) advirtió que no se pueden declarar semáforos verdes por decreto, sin tomar en cuenta la evidencia científica y las condiciones de salud en que se encuentra la Ciudad de México y cada una de las entidades del país.
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Señaló que el retorno a las aulas ha estado marcado por tropiezos, mensajes confusos y hasta contradictorios entre las autoridades de los distintos niveles de gobierno, por lo que demandó a los tomadores de decisiones abrir el diálogo con todos los actores involucrados, realizar un diagnóstico serio de la situación educativa y anteponer el interés superior de la infancia y la adolescencia a cualquier otro tipo de interés político o de grupo.
La organización civil Signos Vitales, en su estudio “Educación: el futuro incierto de una generación”, advierte que durante la pandemia por Covid-19, la educación quedó fuera del contexto de la emergencia, ya que el gobierno se limitó a implementar medidas fortuitas como el cierre de escuelas y el paliativo educativo: “Aprende en Casa”, el cual no contó con recursos extras ni un programa sectorial dentro del marco de la educación a distancia.
“Todas las señales apuntan a que el Sistema Educativo Nacional seguirá operando de manera inercial, sin planeación, con rezago, sin políticas de mitigación y sin recursos extras, lo que puede conducir a una catástrofe generacional y décadas perdidas en los aprendizajes”, advierte la investigación de Signos Vitales.
Analiza que dentro del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) del año en curso, se propone un presupuesto educativo de 836 mil 400 millones de pesos (mdp), que implicaría un crecimiento nulo para el gasto educativo, respecto al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) del año 2020.
En el presupuesto proyectado resalta la ausencia de una estrategia o plan de acción que atienda las deficiencias de la educación a distancia y destaca la eliminación de 13 programas presupuestarios, que en su mayoría son parte de la educación básica que concentra la mayor parte de la matrícula de estudiantes.
ABISMAL BRECHA DE REZAGO EDUCATIVO PONE EN RIESGO EL FUTURO LABORAL DE TODA UNA GENERACIÓN COMPLETA
Los rostros más visibles del rezago educativo que deja la pandemia en México son la deserción escolar de más de 5.2 millones de niños y jóvenes, así como la perdida de aprendizajes equivalentes a dos años de escolaridad, lo que significa futuros trabajadores con menos habilidades, lo que puede reducir sus ingresos hasta en 8% durante su vida laboral.
Así lo informó el Centro de Investigación en Política Pública del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) al advertir que el rezago educativo pone en riesgo a una generación de estudiantes, ya que hasta antes de la pandemia los mexicanos alcanzaban en promedio aprendizajes correspondientes al tercer año de secundaria. “Hoy su conocimiento llegará solo al equivalente al primer año de secundaria”, precisa el estudio del IMCO.
La investigación señala que por lo menos 628 mil jóvenes han interrumpido sus estudios, lo que implica una caída por debajo del nivel de 2008 en el porcentaje de jóvenes que asisten a la escuela, por lo que advierte la necesidad de centrar la respuesta educativa en la recuperación de habilidades de los estudiantes, para evitar que las pérdidas de aprendizaje los condene a empleos precarios cuando se incorporen al mercado laboral.
De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, la pandemia causó en México un rezago que equivale a dos años de escolaridad, indica el IMCO al explicar que una disminución de esta magnitud significa un retroceso de 13 años en el nivel de asistencia escolar.
Un país con una población que tiene menos habilidades enfrenta dos tipos de costos económicos. A nivel individual, los trabajadores tendrán menor acceso a empleos mejor pagados. De acuerdo con el Banco Mundial, esto hará que el estudiante promedio pierda el 8% de su ingreso anual futuro, lo que equivale a un mes de salario al año por el resto de su vida productiva.
A nivel país, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que en los próximos 80 años este fenómeno le podría costar a México un monto acumulado de hasta 136% del PIB de 2019.2 Esto implicaría que nuestro país dejaría de producir hasta 1.7% del PIB cada año o un monto similar al gasto total ejercido por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 2019, alertaron los investigadores del IMCO.
APRENDE EN CASA SOLO UN PALEATIVO
El programa Aprende en Casa, desafortunadamente, no tuvo los resultados esperados y diversos diagnósticos elaborados por instituciones académicas advierten que la pandemia dejará un rezago educativo sin precedentes en la historia moderna de nuestro país, declaró Luis Arturo Solís Bravo, vicepresidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF).
El dato más preocupante que tenemos es el que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que advierte que 5.2 millones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, entre 5 y 29 años, abandonaron la escuela en el ciclo 2020-2021.
Solís Bravo señaló que la deserción escolar impactó todos los niveles educativos, desde preescolar hasta el nivel medio superior y superior, debido -principalmente- al inequitativo acceso a la conectividad, pues hay estados y regiones del país, donde las familias no tienen energía eléctrica y mucho menos acceso a una televisión o a una computadora con internet.
Incluso, comentó que no es necesario ir tan lejos, ya que en varias zonas de la Ciudad de México y del área Metropolitana, el servicio de internet y telefonía celular es de pésima calidad al presentar fallas intermitentes, lo que en un modelo educativo a distancia ensancha la brecha de inequidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje”, apuntó.
El segundo factor preponderante fue la pérdida del poder adquisitivo y despidos laborales masivos durante la pandemia, lo que orilló a las familias a sacar a sus hijos de la escuela. “A marzo de 2021 teníamos estimado que más de 136 mil niños habían dejado el colegio particular para incorporarse a la matrícula de la escuela pública”, indicó Luis Arturo Solís.
Para la organización Signos Vitales, el programa Aprende en Casa fue solo un paliativo educativo que exacerbó las desigualdades y ha presentado, para miles de estudiantes una serie de complicaciones técnicas y retos en el acceso a las tecnologías de información, como radio, televisión e internet.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en colaboración con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), publicó la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2020.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2020, publicada por el INEGI, durante 2020 se estimaron 44.4 millones de usuarios de computadora, lo que representa un 38.0% del total de la población de 6 años o más. Asimismo, el porcentaje de usuarios de computadora observado es menor en 5.0% respecto del registrado en 2019.
Las principales actividades de los usuarios de computadora en el hogar son: labores escolares (54.9%) -casi diez puntos porcentuales más que en 2019-, actividades laborales (42.8%) y como medio de capacitación (30.6%).
En 2020, de 36.0 millones de hogares, 76.6% cuenta con por lo menos con un televisor de tipo digital (0.1% más en relación con 2019).
Asimismo, en 2020 el número de hogares que disponen solo de televisor digital se incrementó en 1.4 millones en comparación con 2019. De esta manera, 96.1% de los hogares del país reciben la señal de televisión digital a partir de televisor digital, señal de televisión de paga o decodificador.
En 2020, 71.5 millones de personas son usuarias de señal de televisión abierta (61.2% del total de la población de seis años o más) y en promedio la ven 2.41 horas a la semana.
REACTIVACIÓN EDUCATIVA ORDENADA Y SALUDABLE
Luis Arturo Solís Bravo, vicepresidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) advirtió que no se pueden declarar semáforos verdes por decreto, sin tomar en cuenta la evidencia científica y pasar por alto las condiciones de salud en que se encuentra la Ciudad de México.
Criticó la serie de mensajes confusos y hasta contradictores que han dado las autoridades, tanto del ámbito federal como del gobierno capitalino, sobre el regreso a clases presenciales, lo que muestra la falta de coordinación y el diseño de una estrategia institucional.
Recordó que el mejor ejemplo de lo anterior fue cuando el gobierno federal dio la orden de que todos regresaran a clases presenciales, pero luego, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum suavizó y dijo que sería voluntario.
“Eso es una falta de congruencia y de responsabilidad, porque se anteponen cuestiones de carácter político al el interés superior de la infancia, la adolescencia y la juventud. Se sabía que no había condiciones para el regreso presencial y no pasaron ni 15 días cuando regresamos a semáforo amarillo y la incidencia de contagios no se dio de la noche a la mañana”, apuntó.
Desafortunadamente, estamos ante un gobierno que está tomando decisiones desde un escritorio, sin escuchar a nadie, porque hubo voces de muchos lados que externaron su preocupación por un regreso a clases precipitado y sin planeación, señaló.
La Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) ha planteado la necesidad de tomar decisiones en función de la evidencia científica y la estadística epidemiológica, para garantizar un regreso seguro y saludable, para los niños, personal docente y administrativo, subrayó
“El ciclo escolar acaba el 9 de julio y dada la experiencia que se acaba de vivir, pediríamos a las autoridades haga un análisis profundo de la situación y un diagnóstico sobre la regulación y el aprendizaje para el próximo ciclo 21-22”, apuntó Solís Bravo.
Entre los temas prioritarios a atender en el regreso a las aulas, la autoridad ha destacado el apoyo psico-emocional para alumnos, docentes y administrativos, indicó Luis Arturo Solís, quien confió que este compromiso se cumpla verdaderamente y no se quede solo en el papel. “No sé de dónde van a sacar los recursos, porque brindar apoyo psicológico profesional no es un tema que deba tratarse de forma simplista”.
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“Brindar un apoyo emocional no solo es que los maestros o directivos de la escuela pregunten a sus alumnos cómo se sienten, cuando los docentes van a regresar con sus propios problemas emocionales a las aulas”, explicó.
Para echar en marcha un programa integral y profesional de apoyo socio-emocional, para alumnos, maestros, docentes y administrativos se requiere flexibilidad de la currícula, a fin de que el objetivo no solo sea cubrir los 45 minutos de clase de matemáticas o español, sino también dar espacio para brindar sesiones de apoyo emocional.
Destacó que este no es un asunto simplista, ya que algunos niños, niñas y adolescentes van a regresar a las aulas sin su madre o su padre, porque quedaron en orfandad o bajo la tutoría de abuelos o familiares a consecuencia de la pandemia. Desafortunadamente, esta misma situación también la enfrentarán profesores que han perdido a sus hijos, esposa o esposo.
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