"Tengo muchas ganas de trabajar para que cambie la vida de la gente que me rodea", dice Humberto Morgan Colón, hombre de mirada franca y voz firme, proveniente de los estratos más bajos de la Ciudad de México, quien ha demostrado que nació para servir y quiere seguir haciéndolo.
Aquel jovencito identificado como uno de los fundadores de la banda "Los Panchitos", quien creció en un ambiente de violencia, pobreza y con ganas de ser visto y escuchado, ahora se ha convertido en empresario, padre de familia y referente de superación personal, luego de haber ocupado importantes cargos en el ámbito político en la Ciudad de México, desde el año 2000.
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"Lo más importante fueron los valores que trajimos a la ciudad las familias de provincia. Veníamos de pueblos, de rancherías a buscar un futuro mejor. La unidad de la familia nos fue llevado a tener mejores condiciones de vida", expresa Humberto, recordando sus orígenes.
Su preocupación por la problemática social de estos tiempos es genuina y el punto medular lo tiene claro. "Las generaciones actuales dicen: el pasado qué me importa, si estoy aquí y el futuro tampoco me interesa, lo que quiero es gozar y disfrutar", dice a modo de reflexión.
"Es un fracaso el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro", dice Humberto, quien considera que los jóvenes no tienen que recibir dinero sin ningún fin específico. "Yo mantendría esos programas, pero buscaría capacitarlos e incentivar su creatividad a través de programas bien pensados".
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"Cuando no había políticas compensatorias, ¿Qué era lo que hacíamos nosotros, mis abuelos, mis padres?, ¡Pues trabajar!, eso te generaba dignidad y respeto, a diferencia de quienes estiran la mano para recibir la dádiva del gobierno", comenta, señalando los actuales programas sociales como una forma de mantener votos cautivos por parte de la administración federal.
El hombre de 56 años de edad, de figura esbelta y espigada, quien se ha formado en valores y disciplina en la práctica del kung-fu, desde los 13 años, habla con franqueza y dice que los valores que se perdieron en generaciones pasadas, ya no pueden regresar a ser los mismos, pero se puede trabajar para reorientar a la juventud.
Morgan Colón, instruido en el área del conocimiento filosófico, quien cuenta con una maestría en Filosofía Aplicada por la Universidad Vasco de Quiroga, hizo una pausa en su andar político en 2018, luego de haber sido coordinador de asesores de la Secretaría de Movilidad de la CDMX, encabezada por Héctor Serrano, pero el llamado a servir a la sociedad es una voz incesante.
“Tengo muchas ganas de que cambien las cosas en mi alcaldía, Álvaro Obregón. Me he estado reuniendo con personas que de manera desinteresada me dicen: 'Morgan, regresa, necesitamos de tu apoyo', y me siento comprometido", dice el padre de dos hermosas hijas para las cuales ha servido de ejemplo. Una es una destacada profesionista y la otra una estudiante ejemplar.
Actualmente, Morgan se desempeña como vicepresidente del Observatorio de Seguridad Ciudadana y desde ahí, supervisar el desempeño de los gobiernos respecto a la prevención del delito. "Sin orden y seguridad, no hay desarrollo, no hay progreso, por eso es importante, a través de la seguridad, construir", mencionó.
"No es que uno venga a salvar al mundo, pero tenemos la experiencia. Si no se abre la oportunidad en un partido político, podremos considerar una candidatura ciudadana", dice Humberto, quien actualmente se dedica a la reparación de motocicletas y cuenta con dos talleres distintos en la CDMX, con relación a ocupar un cargo de elección popular.
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"Cuando voy a la alcaldía por trámites para apoyar a algún vecino, la gente me ubica y se expresan de una forma muy amable, y eso es porque he trabajado. Los puedo ver a los ojos y quiero trabajar por ellos", cometa con ilusión Morgan, quien diariamente pasea acompañado por un husky siberiano y un imponente doberman golondrino.
La vida lo ha llevado por muchos rumbos. Le ha tocado desde vivir episodios lamentables, hasta recibir reconocimientos internacionales por su labor social, pero el fan de la banda británica de heavy metal, Judas Priest, no pierde la energía ni la vitalidad para cumplir su objetivo, que es servir a los demás.
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