Artesanos del municipio de Tultepec dedicados a la pirotecnia recibieron tratamientos de gel antiinflamatorio para atender las quemaduras que llegan a sufrir durante la elaboración de cohetes y demás productos elaborados a base de pólvora.
El medicamento llamado KitosCell Q les fue entregado en el Hospital General de Hueypoxtla "Hermenegildo Galeana", cuyos efectos en la piel ayudan a disminuir las marcas por quemaduras. De hecho, el efecto de este gel revoluciona el cuidado y la atención de cualquier herida donde exista pérdida de piel.
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De acuerdo con el gobierno Tultepec, municipio que colinda con Coacalco, se buscará que los productores de cohetes, principal actividad económica de la localidad, la cual es considerada incluso como la capital de la pirotecnia, puedan acceder de manera constante a este fármaco.
Las autoridades admitieron que debido a su actividad, los artesanos están sujetos a percances por el material que manejan, donde ha habido casos en los que los fabricantes de productos explosivos experimentan marcas importantes en partes del cuerpo.
Tras agradecer el apoyo de la Secretaría de Salud del Estado de México por la atención brindada a un grupo de artesanos que acudió a dicho hospital, la administración municipal reconoció las acciones de la Dirección de Desarrollo a la Pirotecnia.
Debido a que Tultepec tiene como eje rector de su economía la pirotecnia, a lo largo de su historia ha tenido tragedias por el estallido de cohetes en grandes cantidades. En diciembre de 2016 se registró una explosión en cadena en el mercado de San Pablito, el más emblemático del municipio.
El saldo de ese suceso fue de 42 personas fallecidas, entre vendedores y compradores que poco después del mediodía se surtían para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo.
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Posteriormente en julio de 2018, luego de que el fuego se apoderara de gran cantidad de productos pirotécnicos, el resultado por un nuevo estallido fue de 24 muertos, entre ellos cuerpos de auxilio como bomberos y policías que trataban de controlar la situación.
Ante tales riesgos, las autoridades estatales y municipales han emprendido acciones como la actualización y empadronamiento de los productores, como parte de los mecanismos para evitar más tragedias.
Como protocolo de seguridad también se ha procedido a la revisión de instalaciones de locales donde se expenden los cohetes y demás productos elaborados a base de pólvora, así como los lugares reconocidos por el gobierno como sitios donde se fabrican los artículos, aunque todavía prevalecen espacios donde se elaboran diversos productos de manera clandestina.
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