El agua infiltrada en el suelo de conservación en la Ciudad de México da 73 litros de agua al día a cada habitante de la capital del país, gracias a la captación de estos territorios, señaló Jorge Escandón, especialista en el sector cambio climático, ciudad y adaptación.
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El también colaborador en la dirección de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr) afirmó que todo el suelo de conservación, localizado principalmente en las alcaldías Xochimilco, Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Tlalpan y Magdalena Contreras, permite la filtración.
En entrevista con El Sol de México, Escandón explicó que durante los 118 días en promedio que dura la temporada de lluvias, la mayoría se evapora (72 por ciento) y muy poca se filtra (10 por ciento).
“Si tenemos la fotografía actual en términos de los tipos de suelo, tanto boscosos como agrícolas y de pastizal que en 2024 tienen suelo de conservación, estás hablando de cerca de 245 mil millones de litros que se infiltra por temporada de lluvias.
“Si nosotros aparte traducimos el primer número por los 9.2 millones de habitantes que somos en la ciudad, eso implica que hay cerca de 73 litros por habitante día que se infiltran al suelo de conservación en las condiciones actuales”, detalló el experto.
La Ciudad de México cuenta con más de 88 mil 400 hectáreas de suelo de conservación donde conviven por lo menos seis ecosistemas. En los últimos seis años, en esta área disminuyó 41 por ciento la expansión urbana y eso pone en riesgo el territorio, expuso el especialista.
Del agua que recibe la Ciudad de México, 32 por ciento viene del sistema Cutzamala y 68 por ciento de pozos y manantiales. Un informe del Sistema de Aguas de la Ciudad de México muestra que ha recuperado el ecosistema de más de 30 mil hectáreas del suelo de conservación par asegurar la recarga de estos acuíferos y que ha abatido la tala ilegal en los bosques que captan el agua.
“La reducción de la expansión urbana es una consecuencia de que las políticas públicas están encaminadas a la preservación de zonas agrícolas y zonas boscosas, las cuales a su vez tienen un efecto importante en todos los procesos vinculados a la infiltración", dijo.
Escandón detalló que, por efectos del cambio climático, hay una alteración de los momentos del ciclo hidrológico y eso se refleja en la lluvia que, si bien es la misma cantidad de manera mensual, tiene alteraciones importantes en su dinámica semanal o diaria. Para tener un análisis fino de esta variabilidad, es necesario hacer mediciones por 30 años, sin interrupciones.
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“¿Qué te genera eso? Que, a lo mejor, si en vez de lloverte todos los días en una semana, te llovió nada más el sábado la misma cantidad de agua y obviamente eso satura la infraestructura que tengas para drenar o para tratar dicho volumen de agua. Entonces eso es parte de lo que se está viendo en términos de cambio climático”, detalló.
Jorge Escandón añadió que en un contexto como el actual, el suelo de conservación es de vital relevancia, no nada más para el funcionamiento de la Ciudad de México, sino también para el funcionamiento de toda la metrópoli, ya que a partir de su cuidado hay agua para quienes habitan en ella.
