En lo que va del año han sido asesinados, al menos, 205 policías. Los estados con mayor cantidad de policías asesinados en lo que va de 2024 son Guanajuato (38), Estado de México (21), Nuevo León (16), Guerrero (15) Chispas (14), Jalisco (11), Baja California (11) y Tamaulipas (10), de acuerdo a la Organización Civil Causa en Común.
Afirma que del 1 de diciembre de 2018 al 31 de agosto de 2024, se han registrado, al menos, 2,435 policías asesinados en México.
En su contabilidad resalta que al menos 7 policías fueron asesinados del 16 al 31 de agosto; uno en Sinaloa, 1 en Zacatecas, 1 Michoacán, 3 Guerrero y 1 en Tamaulipas. Aunque previamente, del 09 al 15 de agosto de 2024, sumaron al menos 3 casos de policías asesinados: uno en Baja California, uno en Hidalgo y la misma cantidad en Veracruz.
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Asimismo, Causa en Común en el informe, “Las policías en México: radiografía de un retraso crónico 2018-2024” que incluye investigaciones sobre los acuerdos del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), detalla que tan solo durante 2018 asesinaron al menos a 452 policías.
La organización civil menciona en su informe que mientras la militarización avanza los presupuestos para las policías se han estancado o eliminado.
Abandono de los cuerpos policiacos
La organización que dirige María Elena Morera destaca el abandono en que viven los cuerpos policiacos en nuestro país, sin balas, armas, sin patrullas, sin gasolina, pocas prestaciones sociales y bajos salarios.
Asevera que hay una serie de omisiones por parte de la autoridad para los cuerpos policiacos, además, les han retirado presupuestos que se los entregaron a las fuerzas armadas
Añade en su estudio que se han registrado al menos 183 paros, 65 emplazamientos y al menos 165 manifestaciones de policías.
En nuestro país, no hay ninguna ley que regule los horarios de trabajo de los cuerpos de seguridad municipal, estatal y federal. Esta falta de regulación asume que la heterogeneidad del país y las disparidades en cuanto a necesidades y recursos justifican, en un sentido amplio, una libertad autorregulatoria y, en su interpretación más perniciosa, un espacio para el abuso.
Carencias institucionales
A fin de conocer las condiciones laborales en que trabajan los policías y evidenciar carencias institucionales y demandas hacia sus corporaciones, en 2019 Causa en Común aplicó la encuesta “¿Qué piensa la policía?” a más de 5 mil policías federales y estatales en todo el país, cuyo resultado fue que, la jornada predominante (34%) era la de 24 horas de trabajo por 24 horas de descanso (24x24).
La segunda jornada más recurrente fue la de 12x12 (18%), seguida por las modalidades de 8x12, 12x24 y 24x48 (6% c/u). Además, hay esquemas de acuartelamiento (5%), en la cual los elementos pernoctan en las instalaciones de las corporaciones después de la jornada laboral; es decir, se encuentran a “disposición” completa y no tienen tiempo libre ni compensación económica por concepto de horas extras.
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El 25% restante se distribuyeron en más de una docena de combinaciones. En síntesis, el 44% de los policías trabajaban más de 12 horas al día, ya sea por cumplir alguna de las modalidades de la jornada o por estar bajo la figura de acuartelamiento.
Se identificaron, por lo menos, siete modalidades de jornadas laborales vs. días de descanso. La más común fue de 30 días de trabajo por seis de descanso (11%), seguida por la de 14x7 días (7%) y otras como las de 6x3, 4x4 y 5x2 días (4%).
Causa en Común menciona que si bien el trabajo policial implica un riesgo en sí mismo, y sobre todo en países con niveles de criminalidad como México, éste se magnifica cuando se trabaja en condiciones de estrés extremo y con jornadas extenuantes.
Un 40% de los elementos encuestados considera que su salud se ve afectada por su trabajo. Los padecimientos más frecuentes son aumento o disminución de peso, irritabilidad, insomnio, ansiedad, nerviosismo y fatiga crónica; es decir, el síndrome de “burnout”.
En casos extremos, la tensión llega a generar problemas psicológicos, emocionales o trastornos psiquiátricos severos y, consecuentemente, ausentismo, adicciones, incapacidades y muertes por accidentes o suicidio.
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