Un equipo multidisciplinario e interinstitucional liderado por docentes de la UNAM desarrolló un simulador quirúrgico híbrido, para el entrenamiento de personal de salud que participa en el proceso de donación de córneas, gracias al cual se podría lograr la autosuficiencia a escala nacional de ese tejido que hoy debe importarse en casi 50 por ciento.
La innovación, denominada LIMBOSIM®, podría ser un parteaguas porque significaría la disminución de costos, ya que por una córnea importada se pagan más de 80 mil pesos, y no todos los receptores tienen la posibilidad de cubrir esa cuota.
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El proyecto, ganador del segundo lugar del Premio Santander X México (2022), en la categoría Acelera, permitiría lograr a corto plazo una capacitación nacional y masiva, y así tener más “córneas de mexicanos para mexicanos”.
El profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Sergio Teodoro Vite, relató que la innovación para practicar la técnica de procuración de tejido corneal se creó durante la pandemia cuando Karla Verdiguel Sotelo, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y entonces presidenta de la Asociación Mexicana de Bancos de Tejidos Oculares, le planteó la posibilidad de reactivar los programas de capacitación y donación de órganos y tejidos. “Había una gran necesidad de contar con materiales de enseñanza basados en simulación”.
Para el proyecto se invitó a colaborar como asesores a Ariana Cerón Apipilhuasco, directora del Centro de Simulación para la Excelencia Clínica y Quirúrgica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); a Efrén Huitrón Peralta, encargado del área de realidad virtual de esa instancia; además de Juan Salvador Pérez Lomelí y Luis Miguel Vidal Flores, de la UNAM.
El equipo desarrolló un modelo físico (tipo maniquí) para representar la anatomía de la cabeza humana, así como un ojo artificial con sus capas, incluida la más importante para este caso: la córnea. Luego de seis meses de trabajo se obtuvo el diseño en 3D. Se probaron distintos materiales para simular, incluso, la consistencia de la piel de los párpados.
Se cuenta también con otro modelo virtual del simulador; se trata de un software que utiliza realidad virtual y aumentada con el objetivo de tener mayor gama de herramientas para practicar la técnica de procuración de tejido corneal, en caso de que no se tenga a mano el modelo físico, pero sí un celular o una computadora, expuso Sergio Teodoro Vite.
En la Unidad de Incubación de Base Tecnológica de la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica (CVTT) de la UNAM, Sistema InnovaUNAM, se incubó el proyecto empresarial de Sergio Teodoro Vite que dio lugar a LIMBOSIM®. El IMSS fue la primera institución que adoptó el simulador para impartir un curso de capacitación que se lleva a cabo de manera permanente, denominado “Código Córnea”.
Lista de espera
La académica Karla Verdiguel Sotelo refirió la necesidad que hay en México y en otras partes del mundo de tejido corneal, el primero enlistado en los registros de espera para un trasplante. “Está documentado que solo un paciente de cada 70 que lo requieren, está en lista de espera. Tenemos una necesidad imperiosa de obtener córneas y apoyar a esos pacientes”.
Con base en los últimos datos, detalló, tenemos más de cuatro mil personas en espera de un trasplante de forma ordinaria, pero también hay quienes, ante una urgencia, dependen del tejido para salvaguardar el globo ocular. “Hoy es un problema prioritario de salud. Se necesita no sólo capacitar a la gente, sino que esté distribuida en todo el país para que ante una donación positiva o aceptada por los familiares de una persona que muere, se concrete”.
Antes, los oftalmólogos eran los únicos capacitados para recuperar las córneas de donantes cadavéricos, pero a partir de 2015 se generaron estrategias para incrementar la donación local, como la capacitación de técnicos, optometristas o biólogos.
La especialista abundó que anteriormente ese proceso se realizaba en el Instituto de Ciencias Forenses, pero con limitantes de tiempos y cadáveres, y en grupos reducidos. Sin embargo, no era suficiente para los programas de donación en el país.
Con este simulador “podríamos llegar a cada estado y de manera constante, como se requiere en la donación; alcanzaríamos a más alumnos en menos tiempo”, aseveró Karla Verdiguel.
Además, recalcó, con LIMBOSIM® hemos explorado la posibilidad de capacitar a cirujanos para que realicen trasplantes. Con algunas modificaciones al primer modelo, se estaría ampliando la capacidad del simulador; “ya estamos en eso”. Así se evitaría que el personal tenga que capacitarse en el extranjero, como ocurría hace años.
Hace 20 años, recordó la universitaria, hacíamos 10 o 15 trasplantes por año; hoy son 15 por semana. El crecimiento ha sido exponencial; sin embargo, somos un pequeño grupo los encargados de efectuarlos. “Hay hospitales que tienen ocho años en espera de beneficiar a un paciente; si este modelo se replica en los diferentes institutos y estados, será de gran beneficio para los pacientes”, que van de 0 a más de 90 años.
Mayor aprendizaje
En tanto, Ariana Cerón recalcó que la educación ha cambiado, y utilizar las metodologías de antes ya no funciona. “Tener un centro de simulación enfocado a posgrado, donde se adquieren competencias y habilidades más complejas, es de gran ayuda; estar en un ambiente seguro, con alto realismo, evidentemente le da un plus a las capacitaciones”.
La curva de aprendizaje mejora al usar estrategias como el simulador, la realidad aumentada o virtual. La formación permanente es un reto; por desgracia no existen muchos centros de capacitación en hospitales.
Quienes lo hacen con el modelo son médicos, pero no necesariamente oftalmólogos. En medio de la sala de realidad virtual se coloca un ojo para recordar la parte anatómica, y después se realiza la práctica en el simulador. “Ha sido un éxito total y la curva de aprendizaje ha sido exponencial”, coincidió Efrén Huitrón.
Aproximadamente 200 alumnos del IMSS (que se encarga de más de 50 por ciento de la actividad de donación y trasplantes en México), entre médicos pasantes y coordinadores, han tenido la oportunidad de practicar en el simulador, refirió Verdiguel Sotelo.
Encontrar más aplicaciones
Sergio Teodoro Vite mencionó que el proyecto empresarial comenzó a construirse a partir de 2017, a fin de dar salida a los desarrollos de la Universidad e independientes, en específico software que incluye el uso de ambientes interactivos con realidad virtual y aumentada, así como simulación, en áreas como energía y salud. Fue sometido a aprobación de la CVTT, y cuando estaba incubándose surgió la idea del simulador.
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Se creó la marca y se obtuvo el registro de propiedad intelectual del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial para el modelo; también se realizaron los registros de derecho de autor para el simulador y el software, que es un auxiliar del modelo físico. Ahora, para crear más simuladores que puedan utilizarse en centros estatales de trasplante, sometimos el proyecto al certamen de Santander. “Fue de agrado del jurado y nos dieron el segundo lugar”.
Gracias al premio contamos con recursos económicos para madurarlo: la meta es agregar mayor realismo al modelo físico, e incorporar la realidad virtual y aumentada, a fin de que el modelo virtual evolucione y encuentre otras aplicaciones, concluyó.
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