Habitantes de ciudades con altos niveles de contaminación, como es el caso de la Ciudad de México, Milán y Nueva York han enfrentado un virus de Covid-19 más agresivo y un mayor riesgo de desarrollar complicaciones.
Así lo señaló el doctor Gerardo López, especialista en alergología e infectología pediátrica, al indicar que la contaminación provoca una disminución en la capacidad pulmonar y envejecimiento, lo que médicamente se conoce como fibrosis en el tejido respiratorio, lo cual ocurre desde la nariz hasta los alvéolos, “o sea, toda la vía aérea, completita”.
El también director general de Asistencia Pediátrica y autor del libro: “Alergia, infección y ambiente: un enfoque clínico”, señaló que a pesar del confinamiento social, incluso en los momentos más difíciles de la pandemia y en semáforo rojo, en la Ciudad de México, los límites de contaminación han sido rebasados de manera constante.
“La ciudad somete a sus habitantes a altas concentraciones de contaminantes de forma constante, provocando una inflamación crónica en las vías respiratorias, lo que hace que el organismo sea presa fácil de cualquier agente infeccioso, llámese virus o bacterias”, explicó el especialista en entrevista para LA PRENSA.
El más claro ejemplo de todo esto ocurre precisamente en la época de fin de año, que es cuando existe una elevada concentración de contaminantes, que aunado al descenso de temperaturas, provoca que los gérmenes que aparecen habitualmente en la temporada de frío se vuelvan mucho más agresivos, independientemente del reciente Covid-19, explicó el doctor López Pérez.
“Al tener una combinación de bajas temperaturas y altos niveles de concentración de contaminantes, los gérmenes que predominan en ese periodo estacional se vuelven más agresivos para el organismo humano; por eso, la contaminación ha demostrado que además de generar un problema directo de irritación, provoca de manera indirecta, una mayor propensión a infecciones respiratorias”, señaló.
Por otro lado, explicó que algo muy grave que se ha observado, es que los contaminantes interactúan con los pólenes de las plantas, haciéndolos que se vuelvan mucho más agresivos para las defensas del organismo humano y generen más enfermedad alérgica en la población.
“Es como hacer un licuado de contaminación más pólenes. Las vías respiratorias se ven muy agredidas y, por lo tanto, la enfermedad alérgica aparece más fácilmente”, indicó el especialista al advertir que la contaminación genera directamente una irritación al sistema respiratorio e indirectamente provoca propensión a infecciones y enfermedades alérgicas.
La contaminación agrede el sistema respiratorio
El doctor Gerardo López Pérez indicó que prácticamente toda la población de la Ciudad de México tiene -en mayor o menor medida- algún grado de inflamación en vías respiratorias debido a la contaminación ambiental, e incluso, independientemente, de que las personas sean o no fumadoras.
“En mayor o menor medida, todos los habitantes de la Ciudad de México tenemos un daño en vías respiratorias y, estudios recientes han observado que el Covid-19 fue más agresivo en poblaciones de ciudades altamente contaminadas, como Milán, en el norte de Italia, o Nueva York”, informó el especialista.
Dichos estudios, indicó, han identificado que la contaminación es un factor que se agrega a la comorbilidad de las personas, además de las enfermedades crónicas que ya se han descrito, como son: diabetes, obesidad, hipertensión y cardiopatías.
El especialista no descartó que la contaminación ambiental haya sido un factor determinante en el impacto que ha tenido el Covid-19 en la Ciudad de México y Valle de México, que a nivel nacional han registrado el mayor número de casos y mortalidad.
“Esto obviamente se tendrá que corroborar en estudios a futuro, pero la probabilidad de que la contaminación haya sido un factor de riesgo para incrementar el impacto de Covid-19 en la Ciudad y zona metropolitana, es muy alta”, indicó el especialista.
Daño respiratorio
La contaminación provoca daños en vías respiratorias, incluso en los primeros meses de vida, indicó el doctor Gerardo López Pérez, al señalar que a medida que la persona se expone por más tiempo, este daño se incrementa y puede equipararse al daño que provoca el cigarro en los fumadores.
La diferencia es que el cigarro tiene cientos de sustancias que además de generar daño inflamatorio en vías respiratorias provocan propensión a otro tipo de enfermedades, como cáncer.
“Una población que fuma y que además está expuesta a contaminantes, es como llover sobre mojado”, indicó el doctor Gerardo López al señalar que el daño al sistema respiratorio se incrementa en aquella población que trabaja en vía pública, como policías o comerciantes, e incluso, aquellos que viven cerca de avenidas importantes con un alto flujo de tránsito vehicular.
“La contaminación provoca una disminución de la capacidad pulmonar, que se conoce como hiperreactividad de la vía aérea, la cual se caracteriza por la inflación de la vía aérea, producción exagerada de moco, producción exagerada de secreciones en general de la vía aérea, engrosamiento de la mucosa y cierre de la tráquea o bronquios, que se conoce como bronco constricción”, explicó el especialista.
Todos estos cambios, indicó que se pueden presentar, incluso, ante la exposición de aromatizantes, perfumes, vapor y limpiadores de casa; es decir: “es tan sensible la vía aérea, que ante la exposición a sustancias de uso cotidiano pueden generar reacciones como tos, cierre de vías respiratorias aéreas, silbido e incluso dificultad para respirar”.
Las personas llegan a pensar que son alérgicas a los limpiadores que se usan en el hogar, pero esto no es tan cierto, porque pueden estar presentando una hiperreactividad, que se produjo, probablemente, entre otras causas, por la exposición a contaminantes del lugar en el que vive, explicó el doctor López Pérez.
Aumentan alergias en CDMX
La prevalencia de alergias en la Ciudad de México oscila entre un 15 y 30%, informó el doctor Gerardo López. “Esto significa que la tercera parte de la población de la Zona Metropolitana del Valle de México es alérgica y esto es mucho”.
Al señalar que en las décadas de los 60 y 70, la prevalencia de alergias o asma en la población mexicana no rebasaba el 5%, el especialista advirtió la falta de una política pública que atienda este problema de salud.
Entre los contaminantes más agresivos para las vías respiratorias, el doctor López Pérez mencionó: el CO2 o bióxido de carbono que se produce todo tipo de combustión y las gasolinas; bióxido de azufre, que es el que se produce por las fumarolas del Volcán Popocatépetl; dióxido de nitrógeno; ozono y partículas sólidas suspendidas.
El especialista indicó que el uso de cubrebocas ha disminuido la exposición directa a contaminantes, pero señaló que lo ideal no es que la población use para siempre un cubrebocas, sino hacer un cambio en las políticas ambientales, para promover el uso de vehículos eléctricos, desincentivar el auto particular con un transporte público eficiente e implementar una política de salud para la identificación temprana de daños respiratorio en la población “y no se le deje todo al Dr. Simi”.
“Lo ideal es adoptar medidas de prevención primaria, que incluyen políticas para que la gente deje de fumar, se promueva la salud y la población en general tenga información suficiente para mantener una condición saludable”, precisó.
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Al cuestionar la eficacia de las políticas ambientales que se aplican en la Ciudad de México, el especialista estimó que los 4 millones de autos que circulan en la capital del país, pagan aproximadamente, 500 pesos de verificación cada seis meses, lo que representa un monto de 4 mil millones.
¿Dónde está ese dinero invertido en la política ambiental y para la prevención de los efectos de la contaminación en la salud de la población?
indicó el doctor López Pérez.
Al pronunciarse por diseñar una política ambiental y de protección a la salud respiratoria, el especialista indicó que falta implementar un esquema eficiente de atención médica de primer contacto, vacío que actualmente están cubriendo los consultorios de las farmacias.
Ante la tendencia creciente en la población mundial de presentar alergia respiratoria, dermatológica y digestiva, la Organización Mundial de la Salud estima que hacia 2050 la mitad de la población padecerá al menos algún trastorno alérgico. En la actualidad, alrededor de 40% de la población urbana tiene síntomas de rinitis y cerca del 15%, antecedentes de asma.
Las enfermedades respiratorias son el principal problema de salud que se trata en los servicios médicos durante los meses de invierno, al punto que su prevalencia aumenta hasta en un 100% en relación con otras épocas del año.
Esto se debe a que en los meses fríos se presentan condiciones ambientales que facilitan la propagación de virus como la influenza, entre cientos, así como bacterias que, pueden causar infecciones respiratorias que se pueden agravar en el escenario actual de pandemia por COVID-19, comentó el doctor Gerardo López, alergólogo e infectólogo pediatra, director general de Asistencia Pediátrica Integral.
Explicó que las infecciones respiratorias pueden manifestarse de diversas maneras: con cuadros respiratorios altos donde se ve afectada la nariz y la faringe causando fluido nasal transparente, estornudos, obstrucción nasal, irritación en la garganta o dolor en garganta, que en ocasiones pueden complicarse en infecciones en el oído y en los senos paranasales o en infecciones de las vías respiratorias bajas como la neumonía que afectan los pulmones.
El doctor López señaló que hasta el momento se ha hablado mucho sobre los factores de riesgo que representan la diabetes, la obesidad y la hipertensión para el Covid-19; pero muy poco o nada se ha dicho sobre la contaminación ambiental y su incidencia en el agravamiento de casos.
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