En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se efectúan, en un día normal, mil 300 operaciones de aterrizajes y despegues de aeronaves, (entre 50 y 60 por hora) las cuales son supervisadas por 50 controladores de tránsito aéreo, quienes son los encargados de dirigir el tránsito de aeronaves en el espacio aéreo.
Sobre los hombros de los controladores está la vida de miles de personas. Tienen en sus manos la responsabilidad de la seguridad de los vuelos, aeronaves, pasajeros y tripulaciones.
Areli Gallardo Arteaga, primera jefa del Centro de Control México de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), explicó que el tráfico aéreo aumenta en época de vacaciones, puentes, eventos deportivos.
Los aeropuertos con mayor carga en el país son el de México, Guadalajara, Cancún y Monterrey. El puente aéreo México –Cancún es enorme, todo el día hay vuelos de ida y vuelta, citó.
Pero en un día común, agregó, el tráfico aéreo también tiene sus horas pico, de 7 a 9 de la mañana, principalmente salidas, porque mucha gente sale a trabajar, a Monterrey, Guadalajara, Cancún, etc.
En una entrevista señaló que entre 10 y 11 de la mañana hay una hora mixta de muchas llegadas. Entre 1 y 4 hay un tráfico muy pesado de llegadas, sobre todo al AICM. A las 6 de la tarde comienzan las horas pico, que terminan entre las 10:30 y 11 de la noche ese tiempo está saturado.
La joven funcionaria, de manera muy amable, dijo que el trabajo de los controladores es de gran importancia, por eso ahí no caben las improvisaciones ni personas que no estén calificadas, ya que un error en la aeronáutica puede costar vidas humanas.
En una visita que realizó LA PRENSA al Centro de Control México del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se informó que ya se preparan a los controladores que trabajarán en el Aeropuerto Felipe Ángeles, en Santa Lucia.
Es decir, que los controladores que se encargan de AICM y del sistema aeroportuario metropolitano son los que van a controlar el Aeropuerto de Santa Lucía. “Va haber una ampliación en el Centro México, el control de aproximación y la Torre de Control”. “El nuevo Aeropuerto también tendrá su torre y controladores especializados”.
Recordó que van a seguir operando los aeropuertos de la ciudad de México, el de Toluca, junto con el nuevo aeropuerto de Santa Lucía, también podrá tener capacidad para 1300 operaciones diarias.
El Centro de Control México abarca los aeropuertos y el espacio aéreo de Zacatecas, Vallarta, Guadalajara, San Luis Potosí, Morelia, Uruapan, Zihuatanejo, México, Toluca, Puebla, todo el sistema aeroportuario metropolitano, Tampico, Veracruz, Huatulco, Puerto Escondido.
Gallardo Arteaga, con 21 años de experiencia, resaltó que de todo el mundo llegan y salen aeronaves desde y hacia el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde se labora las 24 horas, los 365 días del año.
Los controladores de tránsito aéreo en todo el planeta se manejan con las mismas reglas, laboran con la más alta tecnología, en procesos, procedimientos y entrenamientos, lo que ha garantizado, “desde el punto de vista del control de aviones, que volar siga siendo la forma más segura de viajar”, puntualizó.
En tanto, Israel Zamora, supervisor en el Centro de Control México, con 26 años de experiencia describió que el trabajo de los controladores no es sólo la carga de trabajo de aviones que llegan a los aeropuertos del país, también ven los sobrevuelos, los aviones que van de Centroamérica a Estados Unidos, o lo que bajan de EU a Centroamérica.
Así como los movimientos de Guadalajara, Cancún y Monterrey que no aterrizan en el AICM, “pero son una carga muy importante para el controlador en el centro de control”.
En el caso del clima, cuando hay lluvias muy fuertes en la ciudad, la unidad de meteorología les informa: “tenemos tales nubes alrededor del AICM, y también los pilotos les comentan que tienen mal tiempo. “De ahí se comienzan a desviar los aviones y la capacidad del aeropuerto se reduce.
Por normal oficial se pueden 61 operaciones por hora, pueden ser 40 llegadas y 21 salidas, explicó Zamora.
“Si hay mal tiempo quiere decir que los aviones pueden hacer aproximaciones fallidas, es cuando llega no ve el aeropuerto o en la fase final de su aproximación, debido a las turbulencias puede haber una aproximación inestable, no puede aterrizar y me voy a patrón de espera”.
Describió que no tiene caso que como controlador saquen y saquen aviones, porque van a estar dando vueltas, tenemos que tener un control efectivo para que no se pierdan espacios ni de volar de más a los aviones en tierra ni de más en el aire, sino ver cómo se está conformando el tiempo.
Por el clima, lluvias, bancos de nieblas y otros fenómenos naturales, los cambios pueden ser de un momento a otro. “Es un trabajo de mucha coordinación entre meteorología, la torre de control, los pilotos que reportan las condiciones y los controladores. Un trabajo de equipo, tiene que estar muy pendiente” precisó.
Dan prioridad a las emergencias como ahora con el traslado de vacunas, si salen los aviones militares les dan prioridad para lleguen rápido a su destino, igual lo hacen con las ambulancias aéreas de transporte órganos o enfermos.
En la torre de control del AICM, donde se realizan operaciones visuales, nos recibió el supervisor Jorge González, quien describió que los aviones siempre deben despegar o aterrizar en contra del viento. “Quien dicta la pista en uso es el viento”.
PERFIL DE LOS CONTROLADORES
Deben tener el bachillerato en la especialidad de físico matemático, hace la carrera en las instalaciones del SENEAM, un curso formativo de Controlador de Tránsito Aéreo (CTA) que dura 2 años. Contar con inglés al 90%. Nacionalidad mexicana y tener entre 19 y 35 años de edad.
Aprobar exámenes psicofísicos, psicotécnico, exámenes médicos tanto de la Dirección General de Medicina Preventiva y Protección en el Transporte y el SENEAM. Cada año deben revalidar su licencia de controlador.
No todos los Controladores de Tránsito Aéreo operan en las Torres de Control. Hay tres grandes categorías: los Controladores de aeródromo, los de Área o Ruta y los de aproximación.
Los de ruta gestionan el tráfico de las aeronaves cuando vuelan a gran altura por las grandes e invisibles ‘autopistas’ aéreas que unen países y continentes. Estos profesionales vigilan con el radar la posición de las aeronaves y mantienen la separación de seguridad entre ellas.
Mantienen contacto constante con los pilotos mediante radiocomunicaciones, y dirigen el tránsito a través del espacio aéreo, del sector bajo su responsabilidad, toman en cuenta condiciones meteorológicas, como tormentas o niebla, que son variables que añaden carga de trabajo al Controlador.
Según las aeronaves van aproximándose a los aeropuertos son transferidas a los de Aproximación, quienes las sitúan en orden de llegada, y al mismo tiempo, tiene que separar las que despegan en su ascenso inicial y verlas con otros aviones que parten hacia sus destinos, señala información del Seneam.
Un controlador trabaja 7 horas. Pero por regla internacional no pueden estar conectados más de 2.20 horas, luego viene su periodo de recuperación, es decir, trabajan 4.40 manera espaciada. Los horarios son de 7 a 2, de 2 a 9 y los que vienen en la noche es de 9 de la noche a 7 am.
Trabajan en tiempo real con máquinas que en su mayoría se mueven a velocidades relativas de más de 1.000 km/h. No dan órdenes a los pilotos, más bien lo que hacen es emitir instrucciones (por ejemplo, para aterrizar o despegar).
TRABAJO CONJUNTO Y DE COORDINACIÓN
Por ejemplo, cuando hay lluvias muy fuertes en la ciudad, la unidad de meteorología les informa, “tenemos tales nubes alrededor del aeropuerto, los pilotos también te dicen si tienen mal tiempo, se comienza a desviar los aviones, la capacidad del aeropuerto se reduce. Por normal oficial 61 operaciones por hora, pueden ser 40 llegadas y 21 salidas,
Empiezan a reducir ese número de espacios, porque si hay mal tiempo quiere decir que los aviones pueden hacer aproximaciones fallidas, es cuando el avión llega no ve el aeropuerto o en la fase final de su aproximación, debido a las turbulencias es una aproximación inestable, no puede aterrizar y me voy a patrón de espera.
“No tiene caso que como controladores saquen y saquen aviones, porque van a estar dando vueltas, tenemos que tener un control efectivo para que no se pierdan espacios ni de volar de más a los aviones en tierra ni de más en el aire, sino ver cómo se está conformando el tiempo”, dijo la controladora.
Los cambios pueden ser de un momento a otro. Es un trabajo de mucha coordinación entre meteorología, la torre de control, los pilotos que reportan las condiciones y los controladores.
Si hay un banco de niebla que les cierra el aeropuerto, ese avión la unidad de meteorología les dice, que estima que ese banco de niebla desaparezca en 30 minutos, el piloto toma la decisión de decidir quedarse en patrón de espera, en lo que pasa ese banco de niebla o si es más tiempo el piloto puede decidir no me voy a otro aeropuerto.
Gallardo Arteaga encabeza un equipo de más de 142 personas; un sector laboral que estaba repleto de hombres, pues, hace unos años, sólo había una mujer por cada 28 personas.
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EN EL DESFILE DEL 16 DE SEPTIEMBRE
Areli Gallardo Arteaga, de 43 años, madre de dos hijos, narró que sucede el 16 de septiembre en la capital mexicana, cuando se realiza el desfile se restringen una zona donde no pasan aeronaves.
Los militares hacen su maniobra, la cual días antes practican en una zona que tienen restringida, avisan a los controladores y si cierra el área del zócalo por determinado tiempo. El espacio aéreo lo manejan civiles, resaltó.
SE RECUPERAN LA AVIACIÓN
Por la contingencia sanitaria que vive el país el número de operaciones de servicio que brinda SENEAM a las aerolíneas disminuyó hasta un 90 por ciento por la cancelación de vuelos, de los cuales se están incorporando a la actividad nuevamente poco a poco y hasta ahora hay entre un 65 o 70 por ciento de los vuelos.
Antes de la pandemia eran en promedio 1200 operaciones al día. Se está recuperando la aviación, recalcó Areli Gallardo.
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