Ante el incremento de las peregrinaciones a la Basílica de Santa María de Guadalupe, con motivo del 12 de diciembre, día en que se atribuye la primera aparición de la virgen a Juan Diego, el Congreso de la Ciudad de México llamó a autoridades capitalinas, en especial a las de la alcaldía Gustavo a Madero, a llevar a cabo acciones diarias en las inmediaciones del lugar para evitar que los visitantes provenientes de diversos estados de la República abandonen los perros con los que acuden.
De esta manera, las nueve fracciones y asociaciones parlamentarias se unieron al exhorto para atender la problemática de los “perros peregrinos”, provenientes de varias partes del país que al estar en el recinto mariano son abandonados, lo que representa una expresión de crueldad y maltrato animal, pero además se convierte en una complicación de salud pública, en lo que también deben intervenir gobiernos de las entidades vecinas para que exhorten a no traer sus mascotas a la metrópoli.
Al ser aprobado un punto de acuerdo, en el recinto de Donceles y Allende se conminó a los gobiernos de Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala, de manera primordial, a difundir entre las personas peregrinas que visiten la Basílica de Guadalupe, información contra el abandono de animales de compañía.
Dentro de ese contexto, la diputada de la fracción parlamentaria del Partido del Trabajo, Diana Barragán Sánchez, refirió que cada 12 de diciembre, millones de peregrinos llegan a la Ciudad de México a visitar la Basílica de Guadalupe, pero no lo hacen solos, sino acompañados de sus mascotas, a las que abandonan por la imposibilidad de llevarlos de regreso.
La legisladora que recibió apoyo unánime a su propuesta detalló que “este fenómeno no sólo afecta a los animales, también pone en manifiesto la falta de responsabilidad y empatía hacia aquellos que dependen de nuestro cuidado”.
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Aludió que es tal la problemática, que los albergues de animales, públicos y privados, que han intentado intervenir, no han podido darse abasto ante la presencia de tantos perros abandonados.
Por lo que muchos de ello, abundó, al continuar en las calles, mueren por accidentes, inanición, maltrato o enfermedades prevenibles, lo que “no sólo es terrible para la dignidad e integridad de los llamados perros peregrinos”, aseguró.
Diana Barragán afirmó que “es crucial que los estados vecinos contribuyan para abordar este problema de manera integral”.
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