El Congreso capitalino requirió a la Secretaría de Salud y al Consejo de Salud Mental de la Ciudad de México, el análisis de los resultados actuales de las políticas públicas de cuidado a la salud mental y de prevención al suicidio, el cual tuvo un aumento a causa de la pandemia por el Covid-19.
Además, diputados de todas las fuerzas políticas demandaron se implementen, de ser necesario, nuevas acciones con el fin de evitar lesiones, daños y en casos graves atentados contra la vida propia de los ciudadanos e infantes de la metrópoli.
Con base en datos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ), de enero a julio de 2020, 329 personas se suicidaron, de las cuales la mayoría eran jóvenes de entre 20 y 29 años que representan un 25 por ciento del total de las víctimas, mientras que las personas que van de los 30 a 39 años se ubicaron en un 17 por ciento, los de 40 a 49 años con el 15 por ciento y los de 10 a 19 años 14 por ciento.
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La presidenta de la Comisión de Salud en el recinto de Donceles y Allende, diputada petista Circe Camacho Batida, dijo que el propósito es “verificar los resultados de las acciones actuales de los organismos responsables del cuidado de la salud en la Ciudad de México y con esto poder retroalimentar y crear nuevos mecanismos para la prevención del suicidio”.
A su vez, ante el hecho de que el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años en la capital del país, el coordinador de la asociación parlamentaria Alianza Verde Juntos por la Ciudad, Jesús Sesma Suárez, celebró que el Congreso local haya solicitado al Consejo de Salud Mental informar sobre el estado que guarda la población con respecto al tema, su prevención y los resultados de estas acciones.
Medidas de prevención
Estuvo a favor que, de ser pertinente, se ejecuten medidas en favor del cuidado de la salud mental y prevención del suicidio.
Circe Camacho, quien funge como coordinadora de la bancada del PT, expuso que no sólo es imperante que existan los programas y mecanismos de prevención del suicidio, sino que haya acciones que permitan verificar su eficiencia, para reforzar los que sí están teniendo efectos positivos y tomar las acciones necesarias en caso de que no existan resultados adecuados.
En la iniciativa presentada por Sesma Suárez, se argumentó que, debido al confinamiento por el Covid-19, se incrementaron factores de riesgo, tal es el caso de la violencia física, psicológica y sexual, además de patologías como la depresión, la ansiedad y el trastorno de bipolaridad.
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Aprovechó el congresista para detallar que de los suicidios registrados en el 2020, las alcaldías Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Tlalpan y Álvaro Obregón concentraron el 53 por ciento entre jóvenes.
“El suicidio es un problema social que afecta a miles de personas; es lamentable se haya agravado por la pandemia del Covid-19 debido a que el confinamiento incrementó factores de riesgo como la violencia física, psicológica y sexual, así como patologías como la depresión, la ansiedad o el trastorno de bipolaridad”, declaró Jesús Sesma.
Difundió su beneplácito porque el Congreso capitalino haya avanzado en la aprobación de su propuesta, lo cual, dijo, refleja el compromiso legislativo para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3, de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, relativo a la Salud y Bienestar.
El documento indica que para el año 2030 debe reducirse en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante su prevención y tratamiento, así como promover el bienestar mental de todas y todos; luego de que una de cada 100 muertes en el mundo es por suicidio, así como que cada 40 segundo se estima se suicida una persona.
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