Los comercios y los restaurantes tienen todo el derecho de interponer amparos contra el reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco (LGCT), en defensa de la libertad para comerciar un producto de venta legal, “y lo vamos a seguir haciendo”.
Así lo declaró Gerardo López Becerra, presidente de la Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio (ConComercioPequeño), que ha promovido al menos mil amparos contra el reglamento que prohíbe la exhibición de productos del tabaco en anaqueles de pequeñas tienditas y misceláneas.
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Acusó a las organizaciones de promover la prohibición a la venta de tabaco con la “falsa bandera de protección a la salud” cuando detrás de todo esto existe un problema de negocio y de interés económico.
López Becerra señaló que sí la preocupación fuera verdaderamente la salud de la población, la autoridad sanitaria debería empezar por dar a conocer cuántos recursos recauda el impuesto que paga el tabaco desde hace 10 o 15 años, y cuánto de esos recursos, se destina a campañas y programas de prevención, información y atención de los problemas de salud que provoca el tabaquismo.
Al señalar que ConComercioPequeño ha sido una de las organizaciones empresariales que ha promovido amparos entre los pequeños comercios, tienditas de abarrotes y misceláneas, Gerardo López indicó que, en cambio, las grandes cadenas de autoservicio lo han hecho a través de sus corporativos legales.
Esto ha generado otro problema, porque ha habido muchos amparos que han sido rechazados bajo criterios de temas de salud, y son muy pocos los que se han otorgado, porque lo que está viendo el juzgador es el tema de salud, cuando los negocios alegan una violación de derechos y una inequidad en lo que se refiere a un producto legal y comerciable.
Indicó que la diversidad de criterios con que los jueces han resuelto los amparos ha abierto otro gran problema de inequidad comercial, pues mientras la cadena OXXO logró ampararse y puede exhibir sus productos, las tienditas y pequeños negocios no pueden hacerlo. “Esto ya se convirtió en un reglamento inequitativo que deja en desventaja a las pequeñas tienditas”, subrayó.
Se está lesionando al comercio, sobre todo, al pequeño, micro y mediano, “porque todo comerciante tiene derecho a exhibir y vender un producto legal que le va a generar ganancias”, señaló al puntualizar que festejar que se rechacen los amparos, es festejar la inequidad, la desigualdad y el incumplimiento del Estado de derecho.
“Lo que se debería festejar es cuando la autoridad sanitaria anuncie programas y campañas de información, prevención y atención a los problemas de salud generados por el tabaquismo, con inversión en hospitales, equipo y personal médico”, apuntó.
Gerardo López señaló que es una mentira decir que con los impuestos que pagan todos los ciudadanos se subsidian los daños a la salud que produce el consumo de tabaco. “Esto es una verdad a medias y las verdades a medias se convierten en grandes mentiras”.
Recordó que en el año 2010 entró en vigor el cobro de un impuesto especial al tabaco, el cual quedó etiquetado para financiar la atención médica de los problemas asociados al tabaquismo. Primero, apuntó, hay que explicar qué destino ha tenido este impuesto especial y cuánto se ha destinado a la atención de la salud desde hace 10 o 13 años.
“Un asunto que no informa la autoridad ni estas organizaciones es que este impuesto especial no llega a las instituciones del sector salud, no se están generando programas de prevención y atención a la adicción ni hay inversión en hospitales, pese a que hay un impuesto especial”.
Asimismo, destacó que toda esta campaña antitabaco, además de generar inequidad por los distintos criterios en la aplicación de la ley; también está provocando discriminación y estigmatización contra las personas que fuman.
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El tabaquismo se debe enfrentar con programas de atención a la adicción, no con una persecución policiaca, estigma y discriminación, porque con ese criterio después vamos a tener las cárceles llenas de personas que fuman o consumen alcohol.
Asimismo, señaló que se trata de “una falsa moral” atacar a los que fuman, cuando nadie hace nada ante la proliferación de espacios en plena vía pública donde se fuma y comercializa marihuana, como ocurre en inmediaciones de la Estela de Luz y salidas de la estación del Metro Hidalgo.
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