Empresarios del pequeño comercio expresaron su preocupación por el incremento en el precio de productos de la canasta básica que se registra en las últimas semanas y que temen sea la antesala de una escalada de aumentos después de las elecciones del 6 de junio.
De acuerdo con un sondeo realizado por el Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio AC. (ConComercio), en la zona metropolitana del Valle de México, el kilogramo de tortilla registró un aumento de entre 1 y 3 pesos, por lo que el precio de este producto básico en la dieta de las familias mexicanas se vende entre 15 y 18 pesos el kilo.
Gerardo López Becerra, presidente de ConComercio descrito que el aumento que registran todos los productos de la canasta básica alimentaria afecta a millones de consumidores, quienes aún no han podido recuperar el poder adquisitivo de sus salarios, luego de los recortes que la mayoría de las empresas y centros de trabajo realizaron para enfrentar el cierre de la economía durante el 2020 y principios de 2021.
Destacó que el incremento en el precio de la tortilla, además del impacto en la economía de las familias, ha tenido un efecto negativo en negocios en pequeños dedicados a la elaboración de platillos tradicionales, donde su insumo básico es el maíz y la tortilla, como son: taquerías, fondas, restaurantes, puestos fijos y semifijos de comida, donde se venden tamales, atoles, quesadillas, flautas, sopes y chilaquiles
Además, estos giros también están resintiendo los incrementos en los costos del gas licuado necesario para la preparación de alimentos, y la gasolina que se requiere para el transporte de mercancías. Por separado, tanto el gas como la gasolina han tenido un incremento promedio de 2 pesos por litro de diciembre a la fecha.
El resultado de los aumentos es que cada negocio tiene que invertir entre 800 y mil 200 pesos más, cada mes para poder surtirse y que aún no pueden repercutir los costos en los precios de sus productos, porque simple y sencillamente los clientes no están en la posibilidad de pagarlos, indicó López Becerra
Señaló que el problema se agrava cuando se considera las alzas que han tendido los precios de otros productos que son necesarios para el comercio de alimentos como la carne de pollo, res y puerco, así como del huevo y algunos vegetales, semillas y hortalizas. Por ejemplo, el kilo de lomo de cabeza de cerdo que a finales del año pasado se compraba en 75 pesos, ahora se encuentra en hasta en $ 105 pesos precio mayoreo, lo cual representa un incremento de más del 40 por ciento
Incluso, se tiene que considerar que el precio del maíz siempre va relacionado con el trigo y que si uno sube el otro también va a la alza. Esto significa que millas de panificadoras podrían ver afectados sus precios en las próximas semanas como resultado de los incrementos que han tendido los productos básicos.
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Criticó que mientras que los comerciantes en pequeño y los dueños de empresas familiares están teniendo que sortear las dificultades de la recesión económica sacrificando las ganancias e incrementando los adeudos, sorpresivamente el gobierno federal anuncia que invertirá 596 millones de dólares en la compra de la refinería Deer Park de Shell pagando 106 millones de dólares en efectivo y que al parecer tiene adeudos por 908 millones de dólares, asunto que no se ha dicho.
Gerardo López Becerra recordó que en reiteradas ocasiones el sector productivo ha solicitado apoyos económicos y créditos blandos, para capitalizarse, pero a más de un año y medio del cierre de la economía siguen sin ser escuchados.
“A más de un año de que estalló la crisis sanitaria y económica, aún no sabemos cuál es el plan de apoyo a nuestro segmento de negocios, más allá de los préstamos de $ 10 y 25 mil pesos que se ofreció desde la administración pública y lo cual
“A más de un año de que estalló la crisis sanitaria y económica, aún no sabemos cuál es el plan de apoyo a nuestro segmento de negocios, más allá de los”, apuntó. de $ 10 y 25 mil pesos que se ofrece desde la administración pública y lo cual no puede ser considerado como el plan de rescate que necesitan los negocios familiares para sobrevivir a la pandemia préstamos sanitarios y económicos ”, apuntó.
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