La Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) colocó ya 21 mil 900 sistemas de Cosecha de Lluvia y se prevé que este año se pueda llegar a 30 mil sistemas, lo que permitirá que más familias tengan mayor acceso al agua y ya no tengan que acarrearla o incluso pagar por pipas.

Alejandro Bautista es uno de los 21 mil beneficiarios quien, junto con su familia integrada por ocho personas, desde hace un mes aprovecha el agua que cae del cielo para utilizarla en las labores de casa y almacenarla para tiempos difíciles: “Es muy grato poder sentir que uno es parte de los programas que tiene la ciudad, el uso que le damos a esta agua es para lavar ropa, platos e incluso lavar el carro que es cuando a uno le duele usar agua potable. Hoy día también nos ha permitido que podamos utilizarla para regar nuestro huerto que tenemos en la azotea”.

La cosecha de lluvia permite reducir el flujo de agua a los drenajes, lo que permite reducir inundaciones; facilita el agua en viviendas entre cinco y ocho meses al año, contribuye a la no sobreexplotación del acuífero y a su recuperación al reducirla demanda.

“Es muy grato cuando llueve, ver correr el agua que fluye y los resultados se ven allá abajo en Periférico cuando se evita que se inunde la ciudad; yo creo que esto es muy grato porque si hubiera estos sistemas en cada hogar y se pudiese amortiguar esa caída tan fuerte de agua yo creo que se podría socorrer mucho en esa parte y ya no se diga en el uso que uno le da en cada gota que cae”, argumenta el beneficiario.

Bautista, originario de la alcaldía Magdalena Contreras cuenta que la primera lluvia provocó en la familia la expectativa de cómo sería la cosecha: “no hay como la sensación de ver llover, apreciar lo que ocurre con el sistema, que empezaba a llenarse el tinaco y uno se emociona como niño”.

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Bautista González tiene un tinaco de mil litros y menciona que con la bomba que tiene en su casa puede recuperar hasta 2 mil litros de agua.

“Es muy importante que cada vez más vecinos se involucren en este programa, nosotros vivimos mucho tiempo sin agua potable, teníamos que acarrearla y aun así pienso que se nos olvida. El agua no tiene precio, entre más uso podamos darle al agua de lluvia sería magnífico y esta es una muestra de que sí se pueden hacer programas para recuperar parte de esa agua y no dejar que simplemente se vaya la alcantarilla”.

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