Para la fe no hay barreras y miles de fieles devotos a San Judas Tadeo peregrinaron hasta el Templo de San Hipólito y Casiano en la Colonia Guerrero. El recinto estuvo resguardado por policías y vallas; los creyentes estuvieron unos minutos a la distancia y luego de orar y dar gracias se retiraron.
Pidieron por la salud de todos y que a nadie le falte el trabajo.
La gran mayoría de la gente siguió la misa por las redes sociales, como invitó la rectoría del templo. Son tiempos de distancia social, pero algunos sí se acercaron a la Colonia Guerrero, con formas nuevas de vivir la fe, ahora en tiempos de pandemia.
Entre las peticiones al Santo de los Casos Difíciles, estuvieron el velar por la salud, el fin de la pandemia que ha dejado miles de muertes, además que no falte el trabajo.
Otros que, aún lo tienen, oraron por conservar su empleo y quienes lo perdieron encontrar uno.
Todos saben que son tiempos difíciles, pero, creen que San Juditas no lo abandona a pesar de que la ciudad de México se encuentra en semáforo rojo por la emergencia sanitaria que se vive por el coronavirus.
Como es una tradición, algunas comunidades llevaron figuras de San Juditas de más de un metro de altura y algunos arreglos florales, tampoco faltaron las veladoras.
Hay quienes, desde niños, acude cada día 28 de mes porque “me lo inculcó mi mamá”.
La esquina que conforman avenida Hidalgo y la calle de Zarco, muy cerca de Reforma vio el peregrinar de los fieles que fueron con sus playeras con la imagen del santo de los casos difíciles con el propósito de rezar y pedir por sus enfermos.