Nuevamente el 19 de septiembre la Ciudad de México vuelve a cimbrarse por otros sismo que provoca afortunadamente hasta el momento sólo crisis nerviosas entre los capitalinos, quienes al sentir el movimiento recordaron inevitablemente las tragedias de 1985 y de 2017.

Esta vez, al igual que en 2017 luego de realizarse el simulacro, cuando el reloj marcaba las 13:05 comenzó a sentirse el sismo magnitud 7.7 cuyo epicentro se localizó en Michoacán y por el cual dos puentes vehiculares ubicados en Huixquilucan, Estado de México, y Cuajimalpa, en CDMX, fueron cerrados para ser revisados por las autoridades, ya que se observan algunos daños.

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Respecto al caso de Huixquilucan, la presidenta municipal, Romina Contreras, reportó en su cuenta de Twitter que el puente que conecta a Bosque Real, proveniente de Magnocentro, será revisado.

“He dado la indicación de que se cierre de forma preventiva el puente que conecta a Bosque Real, proveniente de Magnocentro, a la altura de Palma Criolla, con la finalidad de que se revise la estructura del mismo por parte de la Coordinación de Protección Civil Municipal, la Dirección de Infraestructura y se solicita a gobierno estatal su valoración”, escribió.

En tanto, en Cuajimalpa, alcaldía colindante, también se reportó daños a un puente vehicular.

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“Como resultado del protocolo de supervisión he detectado esta afectación, se instruye el cierre del puente del Yaqui ‘2012’, construido en el 2009-2012, hasta que un DRO y PC nos garanticen la seguridad de los vecinos. (Deportivo Morelos)”, escribió en su red social el alcalde Adrián Rubalcava.

También se reportó que cayó parte de la estructura de la iglesia de San Agustín, en Polanco, y en San Antonio Abad número 66 fue desalojado un edificio por probable daño estructural tras el sismo de magnitud 7.7.

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