Mientras que en el PAN insisten que la casa de Clara Brugada tuvo un costo de 300 pesos y que fue adquirida por la hoy candidata en 1993 a ese precio en la zona oriente de Iztapalapa, pegado a los ejidos de lo que hoy es el municipio de La Paz en el Estado de México, la versión de Morena es que hubo un regularización de los terrenos que fueron vendidos por primera vez en 1973.
De acuerdo con los documentos del Registro Público de la Propiedad de la Ciudad de México, antes Distrito Federal, la casa que está en Los Reyes, Barrio Tecamachalco -Lote 1, manzana 35, zona 01- fueron inscritos en una operación de compra por Clara Marina Brugada Molina en un precio de 339 pesos el 29 de junio de 1994.
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De acuerdo con el propio documento, este lote lo vende la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra (CORETT), que estaba a cargo de Elena Solís Pérez, y, de acuerdo con el propio documento, lo que se adquieren son los derechos subsidiados de la tenencia de la tierra.
El PAN insiste en que la casa contó con un crédito del Fondo Nacional de Habitaciones Populares, o FONHAPO, por 27 mil 450 pesos en agosto de 1998.
Terrenos vendidos de manera irregular
Sin embargo, lo que explica el ex delegado en Iztapalapa, cuando todavía era Departamento del Distrito Federal (DDF), Marco Antonio Michel Díaz, es que ese predio fue vendido por primera vez, de manera irregular, por los ejidatarios en 1973 a una persona llamada Joaquín Martínez Escalante, pero en esa época el artículo 27 constitucional lo prohibía y la manera en que los ejidatarios le daban vuelta a la ley era la siguiente: Se firmaba un contrato en el que se cedían los derechos de posesión de los terrenos ejidales, no las propiedades de los mismos.
Michel Díaz explica que Brugada Molina fue la cuarta persona que fue dueña de estos derechos de posesión y los adquirió en 1986, pagó por ellos el equivalente a casi 40 mil pesos y empezó a construir.
“El proceso de regularización de la tenencia de la tierra en Iztapalapa es de más de 50 mil lotes, sólo en la zona oriente pegada al Estado de México, en esa región, son más de 5 mil casas que cuando eran lotes se vendieron”, explica.
Todas las zonas relacionadas con los ejidos en el oriente de la Ciudad de México se vendieron irregularmente, lo que se hizo fue que CORETT expropia, directamente, estos terrenos y luego pasaba con los posesionarios de los mismos a cobrarles los derechos de los pagos. Obviamente, los terrenos ya habían sido pagados a los dueños originales -los ejidatarios- y lo que pagan es nada más es la regularización.
Lote comprado en la época del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado
Michel Díaz explica que el Ejido de La Paz, en donde hoy está asentada la estación terminal La Paz en el municipio de Los Reyes, fue poblado por migrantes que se comenzaron a asentar en sus territorios y los posesionarios en la época de Carlos Hank González (entre 1976 y 1982) comenzaron a deshacerse los lotes de manera irregular.
De hecho, luego de su nombramiento como jefe del Departamento del Distrito Federal tuvo que intervenir en la regulación y reglamentación del Iztapalapa porque el crecimiento de la metrópoli ya estaba chocando con el Estado de México ya que había varios ejidos que estaban bajo las dos autoridades.
El ex delegado en Iztapalapa, hoy consultor de asuntos públicos, Marco Antonio Michel Díaz, comenta que fue en la época del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado y con Ramón Aguirre como titular del DDF que Clara Brugada compra el lote de 152 metros cuadrados que hoy sigue usando como casa, pero es hasta el gobierno de Manuel Camacho Solís cuando lo puede regularizar como parte de un programa global de gobierno.
“Si se revisan todos los títulos de propiedad en el Registro Público de esa zona, en ese año, esos fueron los precios que se pagaron 250, 300, 350. Dependiendo del tamaño de los lotes”, dice Michel Díaz.
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