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Ciudad de México.- Changarrito en acción es una muestra querecoge 12 años del proyecto Changarrito como plataformaalternativa para la promoción del arte, pero también es unaexhibición que ofrece la visión que tienen los artistas sobre lasproblemáticas que aquejan a la metrópoli, explicó la curadora,Martina Santillán, durante una visita guiada por la exposicióninstalada en el Museo de la Ciudad de México.
El recorrido contó con la participación de Martina Santillány de los artistas Rocío Montoya y Emilio Rangel, cuyas obrasforman parte de la colección de Changarrito. El evento fueorganizado por el Museo de la Ciudad de México, recinto de laSecretaría de Cultura de la Ciudad de México, y la FundaciónJavier Marín, dedicada a la investigación, vinculación ypersonalización de las artes plásticas y visuales.
La exposición se encuentra dividida en tres partes. La primerarecoge la historia del proyecto, la segunda presenta la colecciónde obras de arte y la tercera muestra 7 intervenciones callejerasque ha realizado el proyecto cultural autogestivo en distintaspartes de la ciudad, en un esfuerzo por acercar la cultura a laspersonas.
Libros, bolsas, pinturas, carteles, esculturas y fotografíasforman parte de las 117 piezas que se presentan en la exposiciónen el Museo de la Ciudad de México. En la sección que lleva portítulo “Mapa Mental” se presentan obras que pareceríaninconexas, pero cada una refleja la preocupación de los artistaspor su ciudad.
Piezas como la bandera mexicana que perdió sus colores, losniños que cruzan la frontera dentro de piñatas, las fotografíasque denuncian los problemas de género, el cartel que diceviolencia o la carta del secuestro al padre de la patria sonalgunos ejemplos de lo que se puede encontrar.
“Nos pareció pertinente ocuparnos de las problemáticas quelos artistas ven dentro de la ciudad; la gran mayoría de las obrastienen que ver con la CDMX, el país y sus problemáticas”,explicó la co-curadora de la exposición, Martina Santillán.
Como ejemplo de lo anterior se encuentra la obra de RocíoMontoya titulada “Muñequita sintética” (como una canción deEl Haragán), la cual está realizada a partir de latas usadas delimpiador para PVC que recolectó en las calles de su barrio,acomodadas de tal forma que hacen alusión a la mancha urbana vistadesde las altura, un ejercicio inspirado por el rock urbano y lasvivencias que marcaron a la artista.
“Pensando en cómo quería intervenir un espacio en el CasinoMetropolitano coincidió con que me estaba mudando de casa, iba adejar el barrio donde vivía, allá en la periferia de la Ciudad deMéxico, entonces pensaba, ¿qué me llevó de este lugar donde hevivido?
“En una caminata por mi barrio me encontré una de estas latasamarillas y lo que más recordaba es que cerca de mi casa vive unmiembro de la Banda Bostik, y cuando era niña, él hacía unastocadas en un terreno baldío a las que iban muchos chavos. Paramí era una memoria muy muy fuerte que por alguna razón seenlazaba con esas latas. Luego me di cuenta que no era el objetolata como tal, sino la historia de vida de esas latas, yo estoysegura que todas ellas fueron consumidas de un modo para el que nofueron manufacturadas”, contó la artista.
Inspirado en las estructuras de los puestos de los tianguis, en2004, Máximo González decidió crear su Changarrito con el queexhibiría y promovería el arte en la calle y afuera de lasgalerías y recintos culturales, conformando una plataformaalternativa para la difusión de obras artísticas. A partir deentonces, Máximo González fue comprando, intercambiando o lefueron donadas piezas, hasta reunir las 500 diferentes queconforman la colección de Changarrito.
Emilio Rangel definió la obra que forma parte de Changarrito enacción, titulada Fushu Fushu #8, como una “improvisación”, yaque la fue armando de figurillas de plastilina que hacían susamigos. Al respecto, dijo: “Se va construyendo muy lento, derepente hay varias produciéndose de manera simultánea, y derepente se rompe y se tiene que estar modificando; crece y decrececomo una estructura coralina”.
Además, recordó que conoció el proyecto Changarrito eintercambió su pieza por una de Máximo González. “Esta piezala intercambié con Máximo, en algún momento de la vida; viexpuesta en el Museo de Arte Moderno una obra de Máximo y megustó un montón. Yo no sabía quién era —nadie de los queestaba ahí exponiendo—, pero cuando lo conocí hicimos elintercambio”.
El artista aseguró que Changarrito le resultó de muchautilidad, ya que de algún modo fue el inicio de las relaciones detrabajo que tiene ahora. “También representó mi primer bueningreso, siendo todavía estudiante de arte; de algún modo meayudó, levantándome el autoestima”, expresó Emilio Rangelsobre su experiencia con el proyecto.
La muestra Changarrito en acción estará abierta al públicohasta el 19 de febrero en el Museo de la Ciudad de México, ubicadoen José María Pino Suárez núm. 30, Centro Histórico.
Para conocer la cartelera completa de la Secretaría de Culturade la Ciudad de México, visite http://www.cultura.cdmx.gob.mx y enredes sociales a través de @CulturaCDMX, con los hashtags#soycultura y #SomosCultura.
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