Las inmediaciones de Palacio Nacional se convirtieron en una fortaleza pues fueron colocadas vallas metálicas de tres metros que fueron soldadas par evitar que sean derribadas a patadas o golpes.
Lo anterior ante la movilización de normalistas por el décimo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, el 26 de septiembre de 2014.
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La medida se tomó después de que los normalistas irrumpieran en el Palacio durante la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador en marzo.
En un recorrido que La Prensa realizó por la zona se pudo observar a trabajadores soldando las vallas Pat evitar que éstas caigan como ha ocurrido en anteriores manifestaciones.
Los capitalinos también enfrentan un obstáculo en el Zócalo peatonal pues afirman que de peatonal no tiene nada pues deben sortear diferentes calles para poder llegar al primer cuadro.
Además existen diferentes retenes con policías se la Secretaría de Seguridad Ciudadana que le impiden el paso a los peatones y solo les indican que deben seguir caminando.
Con las marchas y los resguardos a Palacio Nacional y a la sede del Gobierno capitalino el Zócalo se ha hecho de difícil acceso para los ciudadanos de a pie.
A diez años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, activistas y familiares realizaron protestas en la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México, con una gran movilización prevista desde el Ángel de la Independencia, dirigiéndose al Zócalo capitalino.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana ha establecido vallas en Palacio Nacional y otros puntos del recorrido de la marcha.
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