Ciudad de México.- Entre la pandemia y la mala toma de decisiones de las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México, la actividad comercial y productiva del Centro Histórico ha sido triplemente castigada, lo que ha orillado a miles de empresarios a cerrar definitivamente sus locales y sumarse a las filas de la informalidad.
La Ciudad de México llegó al peor de los escenarios con el repunte de muertes y contagios, hospitales saturados y una economía destrozada, alertó Gerardo López Becerra, dirigente del Consejo Nacional para el Desarrollo del Pequeño Comercio (Con Comercio Pequeño).
Para el Centro Histórico, el impacto que ha tenido la pandemia ha sido doble y hasta triple, porque desde el inicio de la emergencia sanitaria ha sufrido una “sobrerregulación”, lo que ha limitado el desarrollo de sus actividades productivas, señaló López Becerra.
Recordó que durante la primera etapa de la pandemia, de mayo a julio, se ordenó a los empresarios del primer cuadro cerrar totalmente. Luego se les permitió abrir, pero de forma alternada un día sí y otro no, con aforo del 30% y horario restringido a las 17:00 horas. Sin embargo, debido a diversas manifestaciones y los festejos patrios de septiembre, se volvieron a cerrar varias calles del primer cuadro.
“Ahora, que los locatarios esperaban recuperar en algo la caída de hasta 80 y 90% en sus ventas que han registrado durante todo el año, se declara el Semáforo Rojo y se ordena el cierre de todas las actividades no esenciales, en plena temporada decembrina”, destacó el líder de Con-Comercio.
“Esto es un castigo triple para el comercio formal del Centro Histórico, es una demostración de la mala toma de decisiones, es el peor de los escenarios, y ahora se pretende culpar al comercio establecido, cuando fue este sector el que ha seguido todas las medidas que las autoridades han implementado y ordenado”, subrayó.
La autoridad obligó al sector formal a colocar tapetes sanitizantes en la entrada de sus negocios, dispensadores de gel antibacterial, prohibir la entrada sin cubrebocas, reducir a 30% su aforo, desinfectar sus locales e implementar el uso del Código QR. “Después de que los negocios establecidos implementaron todas estas medidas, ahora la autoridad los manda a cerrar de nuevo”.
“¿Qué le dirán a los restauranteros que siguieron y aplicaron todas las indicaciones de la autoridad?, ¿les dirán que los vuelven a cerrar porque hay más contagios?, cuestionó el presidente de Con Comercio al advertir que los negocios no son culpables del repunte que registra la pandemia, lo cual es resultado de una serie de malas decisiones.
Ahora, corresponde a la autoridad explicar por qué no ha aplicado las mismas medidas restrictivas en el comercio ambulante, que sigue operando con toda normalidad y sin ninguna medida sanitaria, indicó López Becerra al mencionar el caso del enorme tianguis en Avenida Texcoco de la alcaldía de Iztapalapa que se instaló el pasado domingo aún en Semáforo Rojo.
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