El Gobierno de la Ciudad de México busca reivindicar a las víctimas de la masacre del Templo Mayor a través del camión de la nomenclatura del espacio público Plaza el Árbol de la Noche Triste por Plaza de la Noche Victoriosa.
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum comentó que una sociedad requiere saber sus orígenes para tomar un rumbo definido.
"Cambiamos el nombre de la Noche Triste porque, para nosotros, es fundamental reivindicar también aquellos que murieron en la masacre del Templo Mayor. Reivindicar a los originarios de estas tierras, por qué cambiar el nombre de la Plaza, por qué cambiar mosaicos en los muros de la Ciudad, lo hacemos porque partimos de la convicción de que una sociedad necesita saber de dónde viene para saber hacia dónde va.
Sheinbuam Pardo destacó que cuando se habla de la “Noche Triste”, pensamos en Cortés y los españoles que invadieron estas tierras; mientras que cuando decimos “Noche Victoriosa”, se reivindica a hombres y mujeres que fueron acribillados en la Masacre del Templo Mayor, así como a los antiguos pobladores.
La mandataria dijo que los gobiernos de la 4T buscan establecer una política de memoria sobre la invasión de 1521, di de se originó en racismo, que propició el privilegio para unos cuantos.
“Desde nuestra visión, es indispensable una política de memoria sobre la invasión de 1521, pues en ese momento histórico se originó uno de los fenómenos que aún lástima nuestra sociedad: el racismo. Hay que recordar que los sistemas coloniales establecidos a partir del siglo XVI establecieron una jerarquía social con base en el origen étnico de las personas; es decir, a partir de los regímenes coloniales impuestos por Europa en el siglo XVI, se difundió la idea de que una persona debe tener privilegios –o no– de acuerdo a su origen étnico, o la mal llamada raza”, indicó.
Por su parte presidenta del Consejo Honorario de la memoria histórica y cultural de México, Beatriz Gutierrez Müller invitó a la ciudadanía a descolonizar la historia, volverla a contar y reinterpretarla, pues con este sencillo cambio de nombre se hace un acto de justicia con los antiguos pobladores de la ciudad que dieron la vida por su defensa.
“Ahora que nos aproximamos a conmemorar la caída de la Ciudad de México, en 1521, tampoco es ocioso sugerir: descolonicemos la historia. En la medida de lo posible, es un imperativo ético ver un acontecimiento a la luz de los tiempos en que ocurrieron y no conformarse con una sola narrativa o mirada. La llamada “Noche Triste” –ya lo vemos–, fue en verdad una Noche Victoriosa. Para descolonizar la historia es imprescindible despojarnos de viejas versiones, estudiar más y llamar a las cosas por su nombre”, resaltó.
En tanto, el jefe de oficina, José Alfonso Suárez del Real y Aguilera comentó que el conquistador en su carta en su carta de relación reconoce que fue vencido y que la víctima fue de los Mexicas y Tlatelolcas.
“En honor a la verdad se reconoce que está es la Plaza de la Noche Victoriosa del pueblo Azteca”, concluyó.
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